BIENVENIDO AL MUNDO DE LAS APARIENCIAS

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PARTE 3

APARIENCIAS EN EL AMBIENTE GAY

CONTENIDO

- El hombre es el único animal que esta en celo os 365 días del año.
- Militares y Curas son medios hombres.
- La mona por más que se vista de seda, mona queda.
- Este es el único país en el cual el vendedor es más importante que el cliente.
-  Pase lo que pase, la vida continua...
- Todas las locas son iguales.
- El síndrome de las locas.
- El Bautizo
- Al último hombre heterosexual puro se lo comió un dinosaurio.

- El que no cae, resbala.
- La primera noche en el ambiente gay es inolvidable.
- Se acabaría nuestra magia.
- Si la vida te patea
, patéale a la vida
- "Solterón Maduro, Maricón Seguro" o "La mayoría de maricones están casados"

-
Mr. Perfección Vs. Miss Etiqueta y Protocolo
- Si un  pobre sin personalidad  llega a tener  dinero, se descuadra.
- No hay que mezclar trabajo con placer.
- ¡Qué difícil es que un policía razone!
- Soy Normal porque me gustan las mujeres.
- El día que pague por sexo, dejo de ser gay.

-
Hay pobres que llegan a tener dinero, pero siguen siendo pobres.
- ¿Acaso esto no es magia?
- Ser o no ser.  Allí está el dilema.
- La felicidad en el ambiente gay es tan efímera.

- Coma emocional.
- En el ambiente gay es preferible no enamorarse.
- El amor es un juego en que dos tontos juegan a hacerse daño.
- ¿Qué es la felicidad?
- Aquel que no ve a Dios en su creación. Jamás lo vera cuando este muerto.
- Lo que a unos les sobra para divertirse, otros lo necesitan para comer.

- Estuve con él pero jamás se dió cuenta
- ¿C
ómo algo tan bueno puede ser pecado?
- La suerte de la fea, el bonito la desea.
- El máximo enemigo del gay, es el mismo gay.
- El himno de los gays de ambiente.

- La Ley es tan solo para los pobres.
- Sea lo que sea, una madre siempre ama a su hijo.
- Un pacto secreto entre la virgen y yo
- ¡Sé valiente y afronta la realidad!
- Los milagros existen.

- La superficialidad en el ambiente gay.
- Los curas hacen peores cosas que nosotros.
- Dime lo que presumes y te diré de lo que careces.

- Parece que nos conocimos antes.
- El estilo de vida en el ambiente gay es tan solitario.
- La pregunta que más incomoda a un gay.
- Las malas noticias vuelan.
-
La maldad se disfraza con la careta de la bondad.
- El amor es una espina que atravesará tu alma.
- El sufrimiento te hará entender como duele cuando tu traicionas.
- A Jesús le encanta pedir cosas difíciles.

- No confundas el amarte a ti mismo, con ser egoísta.
- Hombre de poca fe. Ora por ti mismo.
- La Amistad es más noble.
- El amor en el ambiente gay no existe.
- El hecho de que alguien te diga "te amo" no significa que quiera ser tu pareja.
- Matando en vida.

-
Mientras tengas resentimientos, pecas contra ti mismo
- La madre siempre perdona
.
- No soy lo que te imaginas.
- Amar a un hombre noble es tan fácil.
- Una rosa es una rosa.
- Es tan difícil engañar a una madre.
- Camarón que se duerme
, se lo lleva la corriente
- El que ríe al último
, ríe mejor.
- Sufres porque no quieres amar.
- Santo es el que ama
- Lo que Dios ha unido
, el hombre no lo separa.
- El perdón no es un acto de poder,  es un acto de amor

- Ilusas lamentaciones.  
 

Un viernes por la noche estuve sentado en el Bar El Escocés, pedí una cerveza y no la bebí.
Observaba hacia todos los lados y no pasaba nada.

- Gilo me tomó el pelo - pensé.

Pasaron treinta minutos y estaba a punto de irme cuando un joven trigueño de unos veintiséis años se acercó a mi mesa y me saludo:

- Hi... How are you?
- Fine thanks.
- My name is Juan José.
- I'm Francisco
- What are you looking for?
- I'm looking for a gay place.

El se quedo pensativo por un momento y  también me mantuve en silencio tratando de fingir que era extranjero.

- Do you want to know a very exciting place?

Lo primero que se me vino a la cabeza fue la palabra "sexo".

- Yes.  

El se quedó otra vez en silencio y note que hacia esfuerzos por tratar de explicarme en Inglés.

- Hablo español - le dije.
- Entonces no vemos mañana a las 2 en el Estadio. Te llevaré a un sauna. Allí se puede hacer de todo.
- Esta bien, nos veremos allí.

 

 

 

EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE ESTA EN CELO LOS 365 DEL AÑO
 

Al siguiente día fui puntual a la cita pero Juan José no apareció. Fui a una tienda cercana y pedí una guía telefónica 
y averigüe la dirección de aquel sauna.

Al entrar en el sauna tenía los nervios de punta. La primera sensación que tuve es que ese lugar no era gay.
Entre y tan solo de ver el decorado me pareció que era el peor sauna que había conocido en mi vida.  

Al irme a los vestidores y desvestirme, note que algunos me pasaban viendo disimuladamente.
Al dirigirme al turco, un hombre gordo de unos cuarenta y cinco años me puso la mano sobre mi terno de baño
y me agarró la verga.

Inmediatamente retire su  mano. - ¡Aquí no pasa nada! - me dijo: 
- ¡No tengas miedo!
- No tengo miedo, pero la cogiste sin mi permiso.

Me dirigí hacia el turco y lo primero que pude ver es dos hombres acostados con su cuerpo totalmente desnudo. 
Me senté y casi no podía apartar mis ojos sobre tan perfectas nalgas.

Al ver hacia mi derecha, un hombre de unos cuarenta y cinco años, me vio y casi se le salen los ojos.
Se paró inmediatamente y salió como si hubiese visto al demonio.

- Mi querido padre Adalberto - pensé  al verlo. - ¡Qué cura tan guapo!

Al poco rato dos jóvenes se quedaron viendo y el uno con los ojos le hizo señas para que salieran.
Salió el uno primero y el otro lo siguió atrás.

- "Cuando veo esto me doy cuenta que el hombre es el único animal  que está en celo durante los 365 días del año"
Me dijo un gringo que estaba junto a mí poniendo su mano sobre mi pierna.

Retiré su mano con gesto de rechazo y  al verme a los ojos notó mi enfado.

- ¿Por qué me rechazas, si todos aquí estamos por lo mismo? - preguntó un poco molesto.

Le pedí a Dios que me diera un poco de paciencia porque tenía ganas de mandarle al Diablo.
Respiré profundo y le di mi explicación.

- Un día asistí a una charla en una Iglesia Evangélica sobre "el  amor al prójimo".
El pastor se burló sarcásticamente de otro pastor que era homosexual.

En aquel momento note que el gringo se puso pálido.

- Ese pastor tan burlesco... ¡Eras tú!.- le dije mirándole fijamente a los ojos mientras que él  bajo la mirada.

Quite su mano sobre mi pierna, me levanté y me dirigí hacia el sauna en donde un joven de unos veintidós años me saludo:

- Hola, ¿Qué tal?
- Bien, ¿y tú?
- Bien, gracias. Dándome una escapada.
- ¿De quien?
- De mi pareja.

Me reí por un momento y le pregunté:

- ¿Qué hace tu pareja?
- Esta haciendo trámites para viajar a Suecia. No quiere saber nada de Ecuador.
- ¿Por qué?
- Quiso ser sacerdote, pero lo expulsaron.
- ¿Por qué?
- Porque trincó a un sacerdote llamado Pedro tirando con otro en la sacristía.
El cura se había bajado la sotana al vuelo y el otro no tuvo tiempo para subirse el pantalón.
El cura  muy sinvergüenza había acusado a su machuchains que era un ladrón.

- ¿Cómo se llama tu pareja?
- Jaime - respondió.
- ¡Maldición!...
- ¿Qué dijiste?
- Nada, absolutamente nada.- Aunque me olvide del Consejo que Pablo me había dado.
 

Otra vez me dije ¡Qué irónica es la vida!  Jaime fue aquel que acuso a los carmelitas de que hacían barbaridades dentro del convento,
pero el jamás dijo que era homosexual. Y recordé que Pedro era aquel sacerdote que todos en la comunidad del Carmelo de Cuenca
consideraban un santo porque  solía auto castigarse con silicios. Ya me explicaba el porqué.

Al rato un mulato se paró frente a mí, puso sus manos en la cintura y me preguntó desafiante:

- ¿Acaso te crees la divina pomada?
- No, ¿Por qué? - le respondí extrañado al ver aquella actitud increpante.
- Estoy que me doy ya diez vueltas delante de ti y no me paras zona.- Me reclamó.
- No te he visto...
- Tu no tienes ojos para nadie, excepto para esos dos culos que están en el turco.
- ¡Están divinos! - le dije.
- ¡Mírame! yo también tengo buen cuerpo.

Lo vi de pies a cabeza y por ser un hipócrita bien educado le dije - ¡Realmente tienes buen cuerpo!

En su rostro brilló la felicidad de la vanidad complacida e inmediatamente se sentó y puso su mano
sobre mi terno de baño.

- Aquí nadie pide permiso - Le reclamé.
- Aquí tienes que ser lanzado - dijo y me la empezó a fregar.
- ¡Qué buena verga que tienes!  Hoy no te dejaré solo a ningún  momento.
- ¿Acaso soy de tu propiedad?  
- ¡Eres un bobo!... No entiendes como funciona esto - Me dijo exaltado.
- ¿Eres nuevo? - Me preguntó.
- ¿Acaso no lo has notado?

Frunció su ceño y quitó su mano de mi verga.

- ¿Es primera vez que estas en un sitio gay?
- No, he estado en otros que se los suele llamar "conventos".
- ¿Conventooos?
- Sí, Conventos.
- ¿Son sitios de contacto?
- Sí, super solapados.
- ¿Cuándo me llevas a uno?
- ¡Es difícil! Tienes que llenar una ficha de admisión. ¡Son sitios exclusivos! - y entre mí pensé que el tipo era un tarado.
- No es como la discoteca a la que voy.- me dijo como si presumiese.
- ¿Discoteca? - Pregunté asombrado.
- Sí, discoteca...
- ¿Existe una discoteca gay en Quito?- Pregunté asombrado.
- Sí.
- ¡De lo que me he perdido!... ¡Llévame a conocerla! - Le pedí

El puso un gesto de duda.

- Yo te pago - le dije.
- Aceptó - Contestó inmediatamente

Mientras me vestía, frente a mí tenía un sex show en vivo y en directo.

- ¡Buen provecho! - les dije y él que estaba siendo penetrado me pidió con su mirada que me acercara.
- ¿Te la mamo? - me dijo.
- No.
- ¡Qué arisco que eres! - y continuo con su jadeo.

Al dirigirme hacia la salida sentí que alguien puso su mano sobre mi hombro.
Al regresar a ver me di cuenta que era el penetrador.

- No se lo digas a nadie - Me pidió de favor.
- Tan solo tengo un amigo que estuvo en la Escuela Militar y  él no es gay ni tampoco sabe mi nota -Me dijo,
- ¡Qué pequeño que es el mundo! - le dije.
- Me dio mucha tristeza cuando te fuiste. Hubiéramos sido buenos amigos.
- ¿Fueron esas tus intensiones?
- Sí, me gustaste desde que te vi por primera vez cuando aplicabas para la Escuela Militar,
por eso te ayude a  corregir los exámenes.
- Siento defraudarte, pero realmente no me ayudaste en nada.
 
El no lo entendió  y luego de permanecer en silencio y pensativo por un rato me preguntó:
 
- ¿Cuándo nos vemos?
- Algún día...
- ¡Francisco, vámonos! - Gritaron desde afuera.
- Es Vicente, lo acabo de conocer y me va a llevar a conocer una discoteca.
- Yo no voy a ese sitio. Es demasiado notorio.
- Lo entiendo...
- Adiós.
- ¡Cuídate!

 

 MILITARES Y CURAS SON MEDIOS HOMBRES

Vicente me llevó a caminar por la Avenida Amazonas. A cada rato saludaba con sus amigos  y acotaba que todos eran gays.

Un auto con cuatro hombres se estacionó junto a nosotros

- ¡Vicente! - gritó uno de ellos.
- ¡Hola mi capitana! - saludó Vicente luego se acerco a saludar al resto.
- Hola mi tenienta...
- Hola mi comandanta...
- Hola mi sargenta...

Al despedirse me dijo: - Todos son militares.

- Ya me di cuenta.
- Les gusta subir a chicos, hacer de activos. De esa manera  siguen creyendo que son hombres.
- Lo son.
- Pero no se aceptan como homosexuales.
- Ese complejo lo tienen casi todos los milicos.
- Militares y curas son medios hombres - me dijo riéndose.
- Les gusta vivir entre hombres, comparten entre hombres...
- Y por más machos que se den, les das tres tragos y los llevas a la cama.
- Y al otro día fingen no acordarse de nada ...
- ¡Qué trauma! ... igualito que los curas.

Al llegar al final de la avenida, vimos a varios chicos parados en la vereda y otros sentados en las bancas.

- Ellos andan en busca de una aventura - Me dijo Vicente.
- Ya lo noté.
- ¿Cómo te diste cuenta?
- Tú si que eres bien provinciano - Le dije.
- Vi como un carro se estaciono y uno de ellos se subió a auto.


LA MONA POR MAS QUE SE VISTA DE SEDA, MONA QUEDA

Luego Vicente me llevó a un bar gay. - Este es el mejor bar gay de Quito - presumió.

Apenas entré, todos los que estaban allí me quedaron mirando de pies a cabeza e incluso noté claramente  como
se fijaron hasta en mi forma de vestir.  Me senté con Vicente y claramente se podía escuchar la  conversación de
la mesa contigua en la que dos jóvenes hablaban en voz alta y en tono afeminado para que el  resto les escuche.

- En mi último viaje a Nueva York me compré esta camisa.  Es seda pura.- Presumió tocando su camisa.
- Sabes que mis papis se fueron a Europa y me trajeron una maleta llena de ropa.
   ¿Lo peor es que no sé que ponerme?  Continuó presumiendo él otro.

Los dos masticaban chicle en un gesto femenino y veían a su  alrededor como si el resto les apestara.  Mientras que para mi, Al notar  su
baja cultura me daba cuenta que la camisa de seda pura era de las baratas que se compra uno en los almacenes chinos del centro de la ciudad y
que la ropa del otro para nada era Europea.

- Me parece que este ambiente es muy superficial - le dije a Vicente.
- No les pares zona. Aquí cada cual se cree más regia que la otra, hablan tonteras y al amanecer les encuentras buscando cacheros en El Ejido.
- Ja, ja, ja... - Nos burlamos de ellos y tuve que  interrumpir mi risa, porque me quedaron viendo con mala cara.
- ¿Se puede reír en este lugar?- Les pregunté y me viraron la cara.

Detrás de mi mesa estaba sentado el asesor del Presidente del Ecuador de aquel entonces que no apartaba sus ojos de mí.  
Una mujer de aproximadamente unos cincuenta años se acercó a la  mesa.

- ¿Qué se van a servir? - Nos preguntó amablemente.
- Un Vodka - Dijo Vicente.
- ¿Y tú?
- Una cola. (Gaseosa)

Ella me quedó viendo como si yo fuera un idiota.

- ¿Eres nuevo aquí?  - Preguntó.
- ¿Acaso no te das cuenta? - respondí.

Su cara cambio, parecía que me quería dar veneno.
- Por si no lo sabes, a este lugar se viene a consumir - Me dijo en tono severo.  


Respire profundo y le pregunté:

- ¿Cuánto cuesta un vodka?
- Cuatro mil sucres.
- ¿Cuánto cuesta una cola?
- Mil sucres.
- Dame cuatro colas.

Me quedo viendo con cara de espanto.

- No tengo ganas de beber alcohol - le dije.

Al poco rato tenía cuatro vasos de Coca Cola frente a mí y una fuerte crítica del resto de supuestos niños ricos  que veían  de reojo a la mesa.
El único que se rió fue el asesor del Presidente del Ecuador.

Tomé un vaso de cola y le dije a Vicente - ¡Salgamos de aquí!, este ambiente me cayo fatal.  

 


 

ESTE ES EL ÚNICO PAÍS EN EL CUAL EL VENDEDOR ES MAS IMPORTANTE QUE EL CLIENTE

Luego de caminar unas pocas cuadras llegamos a una casa en donde Vicente tocó el timbre.

A través de una rejilla  en la puerta aparecieron un par de ojos que nos quedaron viendo y por un momento solo me analizaban a mí.

- ¡Viene conmigo! - le dijo Vicente.

Nos hicieron pasar.  Aquel sitio  era un departamento adecuado para discoteca. Dos cuartos eran pistas de baile y a  en otro 
cuarto estaba ubicada la barra. Puse una cara de deprimido al ver que sus  paredes estaban pintadas de negro.
- ¡Típica discoteca costeña! - Pensé

Aquel lugar estaba repleto de gente pero solamente de sexo masculino y la mayoría me quedaba viendo.

- ¡Carne nueva! - grito uno. Vicente me agarró del brazo y me llevó hacia la barra.

- Me das un Vodka - dijo Vicente al barman.
- Me das una cola - pedí yo.
- No vendemos colas, tan solo trago.- me dijo el barman.
- En estos lugares me voy a volver alcohólico a la fuerza - dije a Vicente.
- No te hagas el puritano y bebe.
- Un ron, por favor - y me tomé un sorbo de mala gana.
- No te sientas mal - me dijo Vicente.
- ¡Este ron es chiveado! - le dije frunciendo mi cara.
- Aquí es así. Es la única discoteca para gente como nosotros y te tienes que adaptar.
- Este es el único país en el cual el vendedor es más importante que el cliente. Y sobre todo en los sitios gays.    
No entiendo el porqué se dejan maltratar tanto. - Le reclame.
- Nos conformamos - dijo Vicente - Son los únicos lugares en los que podemos desatarnos.
 


 

PASE LO QUE PASE, LA VIDA CONTINUA

- Hola Francisco - me saludó un amigo de la universidad.
- Hola Joel, ¿Cómo te va?
- ¡Bien admirado!...,¡Es un milagro verte aquí!  Por fin te atreviste a visitar a los pobres.
- No seas odioso...
- Nunca me imagine verte en un lugar como estos.
- Ni a ti tampoco.
- ¿Te invitó a bailar?
- Acepto.

Mientras bailaba observaba a todos lados y me quedaba admirado. En aquella discoteca estaba gente a la cual yo conocía, 
pero que jamás paso por mi mente la idea de que fueran gays. Ese ambiente era tan loco y tan festivo. 
Hombres bailando con otros hombres, travestíes, afeminados imitando a cantantes femeninas.
Hombres muy varoniles bailando con una sensualidad única. Por un lado unos se besaban; por otro, se acariciaban
pero también note en algunos  que sus rostros reflejaban la más triste soledad que era adormecida con sorbos de alcohol.

- Si es así como bailas, ¿Cómo serás en la cama?- me dijo Joel.
- Terrible, querido... ¡Terrible!
- Te invito a dormir conmigo...
- Mejor invítame un trago. Me hace falta.
- ¿Estas nervioso?
-  ¡Impactado!

Al ir hacia la barra me quede parado y totalmente ileso.

- ¿Qué te pasa? - me preguntó Joel.
- Nada... no es nada - Mientras observaba como Matías estaba en la barra mirándome fijamente a los ojos
y a su lado estaba un hombre gordo que tenía puesto su brazo alrededor de su cintura

- ¿Quién es al que tanto observas? - preguntó Joel.
- Nadie. Me recuerda  a un amigo que se murió.
- Este no es momento que te acuerdes de los muertos. La vida es una sola y... ¡Gózala mi hermano!
- Pase lo que pase... La vida continúa.




 

TODAS LAS LOCAS SON IGUALES


Joel y nos mantuvimos conversando mientras que y Matías y yo nos veíamos fingidamente de reojo.
Los dos estábamos pendientes el uno del otro. Al poco tiempo un grupo de amigos de la universidad se acercó hacia nosotros.

 - ¡Hola Francisco! - me saludo Carlos y me dio un beso en la mejilla.
- ¡Hola rompecorazones! - me dijo Gonzalo e igualmente me dio un beso en la mejilla.
- ¡Hola gay de clóset! - saludó Alejandro dándome un beso la mejilla.
- ¿Qué te pasa? - me preguntó Joel al notar que estaba a la defensiva.
- ¡Nunca me imagine que ustedes fueran gays! y es primera vez en mi vida que saludo a hombres con
 beso en la mejilla  y me extraña que  Gonzalo me haya dicho que soy  un  rompecorazones.

- ¿Acaso crees que no me di cuenta las miraditas que se mandaban tú y el que atiende el bar de la universidad?...
Qué a propósito lo veo muy mal acompañado.- me dijo Gonzalo
- El que está con el corazón roto soy yo.
- ¿Por qué?
- El dijo a su madre que los dos éramos amantes y que él quería ser normal. Su madre avisó a la mía y míralo allí...
- Pues...  ,  porque yo lo he notado. Al único que  para zona en la universidad es a ti.
He visto como varios hombres quieren abordarlo y no les deja,  pero cuando estas tú... Sus ojos solo son para ti - dijo  Carlos. -

- And I only have eyes... for you - Cantaron en coro todos... burlándose de aquel hecho, logrando de esta manera captar la atención de Matías.

¡Vamos a romperle el corazón a ese hijueputa! - Ordenó Carlos

- Francisco... ¡Abrázame fuertemente y dame un beso apasionado!  - me pidió Joel.

Ni corto, ni perezoso seguí sus instrucciones. 

- ¡Qué vivan los novios! - Gritaron los otros tres.

Matías saltó de su asiento, lanzó su vaso sobre la barra, y el vaso se rompió.
Dejo a su compañero y pasó furioso  por mi lado dirigiéndose hacia la salida.
Aquel gordito le seguía y le preguntaba - ¿Qué  te pasa?... ¿Por qué actúas así?

Matías no decía ni una sola palabra. Había furia en su mirada y siguió caminando hasta que ambos  desaparecieron.
Todos nos quedamos viendo a los ojos y nos reímos.

- En este ambiente tienes que tratar así a esos huevones - dijo Joel.
- No le pares zona. ¡Todas las locas son iguales! -  dijo Gonzalo.
- ¡Parece que siente algo por ti! -  Exclamó Joel
- ¡Tan solo parece! - les dije suspirando y decidí que era mejor irme. Aunque por fuera me reí de aquel hecho.
  Por dentro estaba hecho mierda.

 


 

EL SÍNDROME DE LAS LOCAS
 

Antes de llegar a la puerta de salida de aquel lugar me encontré con un buen amigo.

- ¡Benjamín!, no tienes idea la alegría que me da verte.
- ¡Francisco!, que gusto vernos a los tiempos. Los dos somos aquellos niños malcriados que cuando fuimos al retiro espiritual 
los de Conspiccius nos prohibieron hablar y nosotros rompimos la regla.
- Pero eso te sirvió para que te contraten.
- Ya no estoy con ellos desde hace un mes, mi misión acabo. - Me dijo bajando su rostro y lo sentí decepcionado.
- ¿Por qué?
- Me toco investigar a los del Opus Dei, Familia, Tradición y Propiedad y para colmo me enviaron donde los Social Cristianos.
- ¿Y qué pasó?
- Lo mismo que a ti. Acabas despechado de ver tanta hipocresía.
Los del Opus Dei en realidad son "Opus gay".  Estoy convencido que es el satanismo dentro de la Iglesia Católica.
Los de Familia, Tradición y Propiedad son  en realidad son "Infidelidad, Traición y Vanidad"
y los Social Cristianos de "cristianos" solo tienen el nombre.

- Francisco, tú has estado últimamente en tantos grupos religiosos que me sorprende verte en este antro.
- He estado últimamente en unos antros muy bonitos y elegantes en los cuales los que parecen más santitos son  peores que todos nosotros juntos.
- ¡Bienvenido al mundo de la felicidad aparente!- me dijo al  oído
- Gracias. Ya me di cuenta. ¡Por fin conocí la punta del Iceberg! Es un ambiente tan divertido pero a la vez tan  vacío…
- Y te parece divertido porque estas con unos cuantos tragos encima.
- ¿Y si llevaría unos cuantos tragos más?
- Harías lo mismo que hace la mayoría. Tan solo anestesiarías el dolor.

Benjamín  puso sus manos sobre mis hombros y me dijo:
- Francisco, aquí tan solo se fijan en tu apariencia, en tu cara, tu cuerpo, si tienes buen trasero o si tienes una buena verga.
- No hace falta que me lo digas, ya me di cuenta. Igualitos a los hetero...
- La Punta de Iceberg, no es más que la imitación del ambiente machista heterosexual.
- Es la misma tontera en versión gay, sino que es oculto.

Los dos nos quedamos viendo a los ojos y fruncimos el ceño.
 
- No te vincules nunca sentimentalmente con alguien que frecuente estos lugares.
- Ya me lo advirtieron - le dije.
- Pero lo que no te han dicho es que tienes que cuidarte de aquellos que sufren del "Síndrome de las locas"
- ¿Qué es eso? - le pregunté extrañado.
- El que sufren muchos de los que están aquí, que por tapar lo  vacíos que son interiormente presumen al resto que son personas de clase.
Nos lo contagiaron ciertos heterosexuales que predican que el éxito esta en obtener status... Como aquí muchos no se aceptan a si mismos,
entonces tapan su complejo de inferioridad, con uno de superioridad. Y todos te hablan de que tienen dinero, que tienen clase, que son viajados,
que son de buenas familias, que tienen elegancia y glamour. - Me dijo como burlándose de los asistentes.
- Nunca me enamoraré de uno de esos. Tú sabes que no soporto a  los plásticos.
- No son plásticos. ¡Son unas locas fantasiosas!. - Me recalcó -  A la final todos son de clase media para bajo.
- Ya lo había notado...
- Francisco... Tú has vivido en otro mundo. Este ambiente no es para ti.
- Prefiero este ambiente porque aquí siquiera sé en que terreno piso.
- ¡Cuidado te hundas!

 


 

EL BAUTIZO

  Luego vinieron dos afeminados y se acercaron hacia nosotros.

- Hola, soy Carla Salas...
- Y yo Adriana Mandini - dijo el otro.
- ¡Hola señores! - Saludé  y aquel que se hacía llamar Adriana me corrigió. - Señorita y de programa...
- ¿Quieres bailar conmigo? - interrumpió Carla
- ¡No gracias!... Estoy de salida.
- ¡No se vayan! - dijo en tono de suplica Adriana.
- Ya es hora...
- ¿Eres nuevo aquí? - preguntó Carla.
- Sí.
- ¡Ay que lindo!  Hoy te inauguras en el ambiente y te vamos a bautizar. Te pondré el nombre de "Vanessa". Te queda precioso.
- ¡Yo me llamo Francisco! - le dije casi furioso.

Adriana juntó sus manos y se las llevó hacia su cara, agachó un poco su cabeza y mirándome con sus ojos hacia arriba me dijo: 
- ¡Ay!... pero no te enojes.  ¡Vanessa es un lindo nombre!
- Este simulacro de mujer me está sacando de quicio - Pensé. 
- ¡Yo me llamo Francisco! -. Le repetí.
- ¡Ay Carla!... es mejor que nos vayamos de aquí porque Vanessa está enfurecida y de pronto nos vaya a aruñar.

Los dos se fueron y Benjamín sonrió. - No cambias, sigues teniendo un carácter fuerte - me dijo.


 

AL ULTIMO HOMBRE HETEROSEXUAL PURO SE LO COMIO UN DINOSAURIO

Mientras que continuábamos conversando con Benjamín  notamos que dos mujeres de unos veinticinco años aproximadamente
nos analizaban y observaban al resto con gesto de admiración. Se notaba claramente que ellas estaban allí por primera vez y
que no eran lesbianas. 

Una de ellas se acercó sigilosamente  - Disculpen la pregunta... ¿Acaso ustedes también son maricones?

- Sí... ¿Qué te parece? - Contestó Benjamín secamente.

A ella casi se le salieron los ojos de sus órbitas. Nos quedo viendo con cara de espanto y se tomó su trago de una sola.

Inmediatamente fue donde su amiga y le contó lo que Benjamín le había respondido  y a ella también le paso lo mismo. 
En menos de diez minutos, ellas estaban totalmente ebrias. Mientras nosotros nos reíamos al ver aquel cuadro.

- Si las mujeres supieran la cantidad de hombres que tenemos sexo con hombres dirían con tristeza que ya no hay puros machos...

- Al último hombre heterosexual puro se le comió un Dinosaurio- Le aseveré
- ¿Qué hubiera pasado si Adán hubiera sido gay?
- No  hubiese sido tan pendejo...

- Y compartiríamos las mismas aficiones con las mujeres - dijo Benjamín en tono burlesco.
- Nuestra afición por los hombres...
- ¡Por supuesto! - respondimos los dos al unísono.
- Seriamos buenos compañeros. Para el gay, hombres y mujeres son iguales -
dijo Benjamín mientras que me quede pensativo y me daba cuenta que tenia razón.
 

EL QUE NO CAE, RESBALA.

- Cuando empecé a investigar sobre homosexuales en la Iglesia, me decía " No puedo creer que él sea homosexual". 
Ahora  al saber que son tantos, cuando encuentro a un heterosexual puro me digo " No puede ser que él no sea homosexual".
 
- El que no cae, resbala - me dijo Benjamín riéndose.

 


LA PRIMERA NOCHE EN EL AMBIENTE GAY ES INOLVIDABLE.

De pronto la música paró. Uno de los que atendía en la puerta ordenó a todos que dejasen de bailar. 
Toda la gente que estaba allí se puso a conversar y muchos se dirigieron a la barra. 
Vi que varios hombres entraron a revisar el lugar.

- ¡Benjamín!... ¿Qué pasa aquí? - le pregunté asustado.
- Es la policía con el Intendente.

Ese rato sentí que mis nervios se pusieron de punta.
Me imaginé que nos iban a llevar presos a todos porque en aquella época ser homosexual en Ecuador era un delito.

- ¡Tranquilízate! - me dijo Benjamín al notar mi angustiante estado de ánimo.

- ¡Papeles! - Nos pidió el gendarme.

En aquel momento empecé a temblar interiormente. Por el tipo de trabajos que había hecho en mi cédula constaba como religioso.

El la observó mientras que yo  rogaba a Dios que no mire el reverso. Pero él dio la vuelta a la cédula y se fijo en  mi profesión.

- "Cura detenido en discoteca gay" - fue el titular de prensa que se me vino en ese instante a la cabeza.

El policía disfrazado de civil me quedó observando fijamente. 
- ¡Me fui preso! - pensé y tan solo de imaginar que tendría que llamar a Madre Magdalena desde la cárcel, la piel se me puso de gallina.

El gendarme tan solo movió la cabeza en gesto de desaprobación.
- ¡Salga de aquí! - me ordenó.
- ¡Usted también! - le dijo a Benjamín. En su cédula también él constaba como religioso.

Ese momento me asusté al máximo tan solo de pensar en que madre Magdalena tendría que sacarme de la cárcel al otro día.

Al salir pensé que afuera estaba la policía esperándonos. Vi un patrullero con dos policías dentro pero no nos dijeron nada.

Benjamín me dijo en voz baja - ¡Tranquilízate!...Camina y alejémonos lo más rápido de aquí .

Mis pies aceleraron. Al llegar a la esquina Benjamín se empezó a reírse burlándose de mí.

- Francisco, nadie ha ido preso por ser homosexual. La policía y el Intendente van allí tan solo para sacar plata.

Ese momento di un suspiro de alivio.

- Benjamín...Esta noche hubiera sido para mi inolvidable. Primera vez en una disco gay y primera vez en la cárcel.
-  Aunque no estuviste en la cárcel, yo sé que para todos, la primera noche en la discoteca se nos vuelve inolvidable.

 



SE ACABARÍA NUESTRA MAGIA  

- Francisco, te invito a una cena de ex-alumnos de la Academia. Todos están casados, tienen hijos y son gays. 
No van a ningún lugar de ambiente y los únicos solteros seremos tú y yo.- me invitó Julio por teléfono.

En la cena estaban diez personas. Esteban y Ricardo estaban en la  cocina y mientras cocinaban cantando: 

- Se le hecha sal cebolla, hojitas de laurel...

- ¡Estos son unas locas! - dijo Raúl, un ex brigadier de la promoción 78.
- ¡Déjales!...Solo aquí son libres - le dijo Aníbal, justamente amigo de  mi promoción al cual yo le temía un poco de recelo,
porque presumía ser muy machito, mientras que el resto criticaba...

- Pero no tan locas como el Uquillas....
- Mejor que no le invitaron, ese si es una deshonra para la Academia...
- Un pobre que ahora se cree ser rico y como gay tiene majada en el cerebro...

- ...Componte niña componte, que hay viene...
- ¡Tu marido! - Interrumpió Raúl.
- ¡No tengo marido!... Tengo esposa - Aclaró Ricardo, un amigo íntimo de Pablo de la promoción 81.
- ¡Pero te encantaría tener uno! - dijo Ismael, que era el más antiguo de todos, Promoción 1961, Justamente cuando Pablo nació.
- A estas alturas de mi vida, lo que menos quiero es atarme a alguien. ¡Suficiente con la bruja que tengo en casa! - Aclaró él.
- Si retrocedieran el tiempo, ¿Se volverían a casar? - Les preguntó Julio.

Ismael desde la cocina dijo - Yo toco madera querido...

- ¡Es un auto castigo! - Inmediatamente dijo Raúl sintiéndose decepcionado.
- Me case tan solo por satisfacer a mis padres - dijo Aníbal casi despechado.
- No me volvería a casar, pero me gusta ser padre- dijo Alberto, el más joven de todos nosotros, promoción 85.

El timbre sonó e Ismael se apresuró a abrir la puerta. - ¡Miren! ... acaba de llegar el reincidente - dijo Ismael en voz alta.

Al ver quien llegaba, inmediatamente miré hacia los ojos de Julio con mirada retadora y  él alzando sus manos  dijo - ¡Sorpresa!

- ¡Mi querido Pablo! - Le saludo Raúl dándole un fuerte abrazo y un beso la mejilla mientras que a mi se me erizó la piel.
Sentía cosquillas en la barriga,  un vacío en el estomago, mi corazón latía a mil, y parecía que mi alma se me iba a salir por la boca.

Pablo saludo con todos y al llegar a donde mí, me saludo con la mirada.

La reunión continuó pero Pablo se mantenía en silencio y se dedicó solo a beber. En menos de una hora estaba casi borracho.

- Les voy a poner mi disco favorito - dijo Ismael y empezamos a escuchar a Michael Crawford cantando  "In the still of the night".

- Do you love me as I love you?... - Se escuchaba cantar a dúo entre Micheal Crowford y la voz desafinada de Ismael
mientras que  Pablo se bebió un trago de un solo sorbo mirándome fijamente a los ojos con mirada retadora.

- ¡Esto es con dedicatoria! - Me dijo Julio al oído.

Pablo clavó sus negros ojos en los míos y  con sus gestos me pidió que vayamos hacia el balcón.

- ¿Me amas tanto como te amo yo a ti? - me preguntó.
- Te tendré en mi corazón como lo mejor que pasó en mi vida.
- Yo te adoraré siempre. - Me recalcó sin dejar que sus ojos se aparten de los míos.
- Tú no me adoras. ¿Recuerda que te casaste? -  Le reté.
- ¡Y me divorcie tres veces por tu culpa! - Me increpó.
- ¡Aprende a reconocer tus errores! o ¿Ya no te acuerdas lo que me enseñaste?... El que te casaste fuiste tú...
- Aprende a olvidar mis errores. El que te ama, soy yo. - Otra vez me recalcó en tono fuerte.
- Los he olvidado...
- Entonces, empecemos de nuevo y seamos por fin pareja.
- No puedo.
- ¿Acaso crees que no sé que te enamoraste de otro? - Me reclamó.
- Enamorarse es una cosa, amar es diferente. 

El respiró profundo.
- ¿Me amas? - Me volvió a preguntar.
- ¿Qué te dicen mis ojos?
- Veo resentimiento.
- Fuiste un cobarde por no perder nada, mientras que yo lo perdí todo.
- ¡Mientes! - Dijo enfáticamente. - Tú también me negaste.- Y  lágrimas salieron  de sus ojos.
- ¡Francisco!... Es inútil tratar de engañarnos. Los dos nos amamos y  a la vez nos negamos ser felices. 
   ¡Mira hoy las consecuencias! Yo divorciado tres veces y tú sin rumbo fijo.

Pablo suspiró mientras que con mi mano sequé sus lágrimas y se me fueron también varias a mí.

- Francisco, yo no te amo - me dijo - ¡Yo te adoro!
- Me dices demasiado tarde...
- ¿Y acaso no lo podemos intentar?
- Se acabaría nuestra magia.

Apreté sus manos. Le di un beso en la frente y me despedí.

Al salir de allí, estaba lloviendo. Tan solo pude detenerme por un momento y mirar hacia el cielo.
Abrir mis brazos y ponerlos en posición horizontal con las palmas de las manos hacia arriba y sentir como la lluvia mojaba mi cara.
Tan solo regresé a ver hacia atrás. Pablo estaba en el balcón de la casa en la misma posición, con su cara hacia el cielo,
sintiendo como la lluvia mojaba su rostro con los ojos cerrados.

¿Acaso esto no es magia?


SI LA VIDA TE PATEA, PATÉALE A LA VIDA

Un día Julio me llamó - Francisco, estoy enfermo, tengo gripe y voy a seguir tu consejo.
Tú me dijiste que para curar  la gripe es bueno ir a un sauna. Vamos al sauna, te invito,
y es mejor irnos temprano porque no hay mucha gente.

Llegamos al sauna  y realmente no había mucha gente. Al entrar al baño turco, tan solo observábamos que había  dos personas además de nosotros.
No se podía distinguir sus rostros debido a que el vapor estaba muy condensado.

Lo que  sí podíamos observar era que esos dos hombres estaban besándose, acariciándose
por todo el cuerpo y  llegaron a un cierto momento de excitación que hasta oíamos sus gemidos.

Julio me dijo - Aquí estamos de más... ¡Vamos al sauna!

El sauna quedaba contiguo al baño turco y  cualquier persona que salía del baño turco obligadamente tenía que pasar por el cuarto del sauna.

Los dos comenzamos hablar con el lenguaje de las plumas y nos matábamos de risa al oír las tonterías que se nos ocurría.

- ¿Sabías que al patojo del Carlos le dicen "La vida eterna" ?
- ¿Por qué? - le pregunté.
- Porque nunca va a estirar la pata.
 

- Y al Mauricio le dicen "semáforo".
- ¿Semáforo?
- Porque a partir de la media noche nadie le respeta.

- ¡Te acuerdas del Wlady de la Academia?
- Del pesado que los de la academia no le invitaron a la reunión porque tiene majada en el cerebro...
- Si ese mismo...
- Las locas del hueco le pusieron el apodo de "motosierra".
- ¡Y porque le dicen la motosierra?
- Porque no deja ningún palo parado

- Al Vicente le dicen "La puerta".
- ¿Por qué?
- Porque todo el mundo le clava...

- Y a ti te dicen "Vaso de agua"
- ¿Por qué? - me preguntó extrañado.
- Por que no te niegas a nadie.

- ¡Ni hables!  A ti te dicen "bruja".
- Yo no soy bruja - Le dije enfáticamente.
- No lo serás, pero dominas a todas...
- Mejor te callas... Cruella de Vil....
- Detrás de una gran bruja, hay una gran maestra - dijo Julio alzando sus brazos.

Cuando de pronto un hombre gordo, con barba, salió del baño turco. 
El nos vio y me guiñó el ojo.  Julio le dijo sonriente
 - ¡Buen provecho!

- ¡Gracias! - Contestó riéndose  y siguió su camino hacia las duchas.

Al ver su rostro Julio me dijo - Deben haber hecho muy bien el amor, que el gordo salió tan contento.

- Morirás engañado. Aquí se viene a tirar, no a hacer el amor...

Julio se quedó pensativo y me dijo - Llevo ocho años en el ambiente  y jamás he hecho el amor con nadie.
-  ¿Ochoooo añoooos?

Ese momento la puerta del turco se abrió y salió el otro hombre que se sorprendió al ver a Julio.
Viró sus ojos rápidamente y salió disparado. Julio se quedó helado, apoyó su  espalda y cabeza hacia la pared  y empezó a respirar  profundo.

- ¡No puede ser! - Murmuró.
- ¿Qué te pasa?
- ¡No lo puedo creer!  ¡Nunca lo sospeché! ¡Nunca tuve ni la más mínima idea de que él fuera gay! -  dijo Julio
con su mirada perdida en el techo.

- ¿Quién es él?
- Es mi papá.

Hubo un largo silencio entre nosotros. Los dos no sabíamos qué hacer.  No nos  movimos de aquel sitio.
Alcanzábamos a escuchar que él otro hombre que estaba con el padre de Julio, le reclamaba: 
- ¿ Por qué te vas?. Quédate un momento más -. Pero al padre de Julio no se escuchaba. El no  decía nada.

A los pocos minutos escuchamos sonar la puerta. Nos dimos cuenta que él se había ido.

- Francisco… ¿Qué hago?... Ese hombre ama a mi madre y yo lo amo a él. Dime ¿Qué hago?

- Aplica la ley de mono. Tú no has visto nada, no has oído nada y no dirás absolutamente nada.
Eso funciona de maravilla en el mundo de las religiones.

- Ojala que ese consejo sea bueno en mi caso y él haga lo mismo,
   porque por seguir tu consejo de que cada vez que tenga gripe venga al sauna... resultó fatal.
- Te dije que vayas al sauna, no te dije específicamente a este.
- Francisco, ¿Por qué habiendo tantos saunas en esta ciudad tuvimos que venir justamente a este? - Preguntó desconcertado.
- Por qué es el único donde no nos aburrimos.
- Y en realidad que no nos aburrimos porque aquí uno viene a tener emociones fuertes.
   Tengo ganas de llorar pero no  te voy a dar el gusto.
- ¡Llora!  Por mí no hay problema.
- No Francisco, porque si lloró... se me cae el rimel. La belleza cuesta querida...

Nos reímos juntos ante aquella ocurrencia, mientras que Julio fingia ser una mujer que se arreglaba las pestañas.

- Francisco... ¿Qué pasaría si la familia de tu padre, se entera que eres gay?
- Madre Rosalía moriría de pena, soy como un hijo para ella.
- Nadie a muerto por enterarse que un familiar suyo es gay - Me dijo reprochándome.
- Pero si se han muerto los que no quieren que su familia se entere.
- Nosotros no moriremos por eso, somos independientes.  
- No lo creo, mejor pregúntate ¿Qué pasaría si se enteran los miembros de Familia, Tradición y  Propiedad 
que a dos de sus principales colaboradores les gusta tener relaciones homosexuales y  a la vez son padre e hijo?
- ¡Ay!... Me muero de la risa solo de imaginarlo. Todos son allí son unas locas reprimidas y tiradas a beatas...
Se morirían de envidia...

Julio me tomó de la mano y dijo:

- Francisco, A los gays la vida nos patea fuertemente, pero "Si la vida te platea,  platéale a la vida".
- Vámonos de aquí, Cruella de...
- ¡Vámonos! - respondió el inmediatamente.
 


 

SOLTERON MADURO,  MARICON SEGURO  O  LA MAYORÍA DE MARICONES ESTÁN CASADOS

Conseguí empleo en una empresa que venía desde México llamada Provivienda para 
instalar sus operaciones en Ecuador. En aquella empresa todas las mujeres hablaban del gerente, vivían todas  enamoradas de él.
Todavía no le había conocido personalmente porque él estaba en México.

La mayoría de tiempo  me pasaba escuchando los comentarios de la admiración que tenían las mujeres sobre él:

- ¡Qué lindo que es Héctor!
- Héctor es tan guapo...
- ¡Que voz tan varonil que tiene!
- ¡Qué cejas y qué ojos!

Tan solo al escuchar tantos comentarios halagadores sobre mi jefe, tenía muchas ganas de conocerlo.  Según ellas era un adonis.

Sabía que era guapo, que tenía dinero, que era casado y tenía dos hijos, pero no había ninguna foto de él.

Llegó el momento que volvió de México y él quería conocer a sus nuevos empleados.
Me llevaron a la sala de reuniones. Al descubrir quien era aquel hombre que enloquecía a las mujeres.

Tan solo me dije admirado - ¡Pero si este hombre pertenece a nuestro gremio!. Fue amante de un amigo mío que lo conoció en México. 

Héctor Hidalgo López  era de aquellos que acostumbraba pasar con su vehículo por los paseos de México  donde se podían hacer contactos
y subía a jovencitos a su auto.

Al irnos conociendo de uno a uno, él fingía muy bien su preferencia sexual. A  todos nos preguntaba sobre nuestro estado civil. 
Un amigo de trabajo le respondió que era soltero y él se burló  diciendo a todos - "Solterón maduro, maricón seguro".

"Esa es la manera con la cual  los que no se aceptan así mismos tratan de ocultar lo que son, se burlan de otros, 
siendo ellos mismos homosexuales". - Pensé.

Cuando supo mi estado civil, también trató de burlarse con aquella  frase porque él no se acordaba de mí absolutamente para nada. 
Al intentar decir ... "Solterón maduro"...  le interrumpí - "El ser casado no  es ninguna garantía".

Todo ese humor sarcástico contra los homosexuales se le fue.


 

EL POBRE SIN PERSONALIDAD, SI LLEGA A TENER DINERO SE DESCUADRA.

Hector Hidalgo aparentaba muy bien el no ser homosexual.  Tenía una secretaria con la cual se mostraba muy cariñoso
y algunos  en la empresa se imaginaban que él era mujeriego. El resto de hombres  no creíamos en su teatro porque éramos gays.
Esa empresa estaba totalmente manejada por gays.

Héctor  era el típico hombre que tuvo una infancia, adolescencia y juventud llenas de pobreza y se imaginó que al tener dinero
por fin iba a ser "gente", luna persona de valor. Creía que tener dinero, era ser  un hombre de éxito.
En pocas palabras, era el típico pobre que al llegar a tener un poco de dinero, por su falta de personalidad se descuadra.
Pero eso sí, para Héctor, la frase "El fin justifica los medios" le caía al pelo.

Luego de conocerlo más me daba cuenta que era de aquellos que podían vender a su propia madre con tal de conseguir el tan anhelado status
que nunca tuvo. Pero ante el resto era magistral dando sus charlas sobre desarrollo personal.



 

MR. PERFECCIÓN & MISS ETIQUETA Y PROTOCOLO
 

Al poco tiempo de venir al Ecuador, Héctor  se divorció. La separación con su esposa ya venía desde hace dos años atrás. 

Al venir al Ecuador ellos fingieron que estaban casados de buenas maneras y que se llevaban bien. 
Todo fue hasta abrirse mercado en este país y entablar muy buenas relaciones comerciales.

Todo fue hecho para que el resto de gente se imagine que él tenía un hogar bien formado.
Una vez que cumplió con su cometido e instaló su empresa en Ecuador, despachó a su esposa. Ella ya no era indispensable en su teatro.

Luego despachó también a su secretaria y la reemplazó con otra que era una mujer venezolana muy bella
pero que vivía confundida  creyendo que en todo se debía aplicar la etiqueta y el protocolo.

Ella vino a presentarse. Se sentó frente a mi escritorio, con su espalda pegada al espaldar de la silla
y cruzando su pierna derecha  sobre la izquierda  me dijo:

- Francisco, tienes que trabajar conmigo correctamente porque tú no sabes de etiqueta y protocolo, y he visto que en tu trato con el cliente.
  Tú protocolo es pésimo.
- Rosy, el protocolo  se aplica en actos de estado.
- Francisco... ¡Tú, un simple vendedor!  No me vas a enseñar a mí sobre etiqueta y protocolo - dijo  con gesto de superioridad.
- Si sabes tanto de etiqueta... ¡Siéntate bien! - Le dije levantándome del asiento.
- ¡Estoy bien sentada! - me respondió casi furiosa.
- ¿Fuiste pobre? - Le pregunté con la seguridad de que su respuesta iba a ser afirmativa.
-  Sí, al igual que Héctor. Los dos hemos tenido que trabajar mucho para llegar obtener este status. - Respondió orgullosamente.
-  "Los dos hemos tenido que robar mucho para obtener este status" - Era la frase correcta.
- ¡Ya me doy cuenta! -  y suspire. Moví la cabeza y me acordé lo de que me enseñaron en Conspiccius.
"Tras la mascara de la etiqueta y el protocolo, se oculta el complejo de inferioridad."

 


 

Un día el gerente de sistemas nos reunió a todo el grupo de amigos gays y nos dijo:

- ¿A qué no saben la última?
- ¿Cuál? - le preguntamos.
- Héctor Hidalgo se va a casar con Rosy, su nueva secretaria.
- ¡Mr. perfección se casa con  Miss etiqueta y protocolo!
- Realmente son hechos el uno para el otro- dijo Renato.
- ¿Y a ti Francisco, qué te pasa? Parece que no te agrado la noticia. - me dijo el gerente de sistemas.
- ¡Estoy confundido! - Les dije - No entiendo que irán a hacer ese par de  lesbianas.
 


 

 NO HAY QUE MEZCLAR TRABAJO Y PLACER

Un teniente de policía se acercó a mi escritorio. - Quisiera que me explique su sistema de financiamiento - me pidió.

Aquel teniente era alto, tenía ojos verdes, su piel blanca y para mi criterio era sumamente atractivo.

- Por supuesto. En este momento se lo explico.

Al poco tiempo me dijo - No espero incomodarlo, pero ahorita estoy corto de tiempo.
Le parece si me visita en mi departamento y luego le invito a cenar.

- ¡Gracias! - Respondí.

A la noche acudí a la cita y Martín había preparado él mismo la cena.
Después de una larga charla de varios temas me dijo:
- Francisco, no entiendo el porque un hombre no puede amar a otro hombre si no veo nada malo en eso.
- ¡Este es gay! - Fue lo primero que pensé - ¡Yo tampoco lo entiendo!
- Francisco, en el poco tiempo que he conversado contigo te he  tomado mucha confianza. Quiero contarte un secreto.
- ¿Cuál?
- Siento una fuerte atracción por los hombres y a veces creo que soy gay pero también me gustan las mujeres.
- Entonces eres bisexual.
- Realmente no lo sé. Jamás he tenido una relación sexual con un hombre. ¿Y tú?
- Sí. - Respondí sigilosamente.
- No quisiera incomodarte, pero me gustaría tener una relación contigo.
- No mezclo trabajo con placer - Le respondí aunque por dentro estaba que me moría de ganas.
- ¿Podemos ser buenos amigos?
- ¡Encantado!

 


 

¡QUE DIFÍCIL ES QUE UN POLICÍA RAZONE!

Aunque tan solo éramos amigos, notaba que Martín era demasiado celoso y quería pasar casi todo su tiempo libre conmigo.
Una noche que tenía una cita con Susana, una  amiga mía que andaba enamorada de mí.
 Me despedí de Martín y le dije que me iba para mi casa.
Al llegar al restaurante donde tenía que encontrarme con ella y saludarla.
Noté que alguien detrás de mí extendió su mano hacia ella y se presentó:

-   Mucho gusto, soy Martín.-  

¡Y este! ...¿De dónde apareció? - Me pregunte a mí mismo. Tuve que disimular que Martín venía conmigo.

Al sentarnos en la mesa. El se sentó junto a mí y Susana quedó frente a nosotros.
Comenzamos a tener una charla amena y Martín notó que Susana me miraba como idiotizada.
El rodeo con su brazo mi espalda y puso su mano sobre mi hombro. Ese rato no supe donde meter mi cara de la vergüenza.
Todos los que estaban en aquel  restaurante nos quedaron mirando y empezó la murmuración.
Susana trataba de fingir que nuestra actitud no le sorprendía pero no pudo.

Martín se retiró por un momento al baño y Susana estaba intrigada.

- Francisco... Perdona la indiscreción, pero ¿Acaso tú y Martín son gays?
- No, ¿Como se te puede ocurrir semejante barbaridad? Somos muy buenos amigos y a él le gusta abrazarme.

Susana se tranquilizó - Por un momento llegué a pensar que los dos eran maricones.

Martín volvió  y continuamos la conversación. En ese momento un joven que vendía flores se acercó a nuestra mesa y le dijo a Martín:
- Señor... ¡Compre una flor para la señorita!

Martín sacó el dinero de el bolsillo de su chaqueta compró una flor. Susana se sintió halagada al ver aquel gesto.

En ese momento, todos los ojos de los que estaban en el restaurante estaban sobre nosotros.
Martín tomó la flor y me sentí muy a gusto al pensar que se la iba a entregar a Susana y que de esta manera se iría de ella la idea
de  que había algo secreto entre los dos, pero pasó todo lo contrario. Martín me entregó la flor a mí.

Ese momento noté que todos los que estaban en el resto de mesas no apartaban sus ojos sobre nosotros.
Incluso los que estaban de espaldas hacia nosotros, tenían su cabeza totalmente virada hacia nuestra mesa.
Susana se quedo estática, mientras que tan solo tomé la flor y me puse en el bolsillo que estaba junto a  la solapa de mi chaqueta.

- ¡Trágame Tierra! - Fue lo único que pensé en aquel instante, pero fingí con mucha discreción que apreciaba el gesto de Martín.

Al salir de aquel lugar y caminar por la calle. Susana me agarró del brazo.
Al ver eso, Martín otra vez paso brazo sobre mi espalda y puso su mano sobre mi hombro.
Estaba yo en el medio, con un hombre abrazado por un lado y una mujer agarrada a mi brazo por otro.

Martín bajo su mano hacia mi brazo y empezó a apretar fuertemente para que Susana noté la presión y de esta manera obligó a
que ella me soltara.

Tenía que ir a dejar a Susana en su casa, pero Martín se adelantó:
- Susana... Tú vives muy lejos...Yo te pago el taxi.
Es mejor que vayas sola porque Francisco también vive lejos y más  noche no hay transporte para el Valle.

Susana captó muy bien el mensaje. Tomó un taxi y se fue.

Martín notó que estaba enojado y tomó la flor que estaba en el bolsillo de mi solapa, la olió y me la volvió a poner en el mismo lugar.

-  Desde ahora en adelante, tú y yo somos pareja.
- ¡Martín!... Yo no quiero tener pareja - le recalqué.
- Desde ahora en adelante... Tú y yo somos pareja, y punto...
- ¡Qué difícil es que un policía razone! - le dije con una mirada severa.

El tan solo se río y no le lleve la contraría, pero estaba seguro que no me iba acostar con él.
Enamorarse de un bisexual  que todavía no sabe que es lo que desea en realidad, me parecía sumamente peligroso.
 




SOY MAS MACHO QUE TU, PORQUE ME GUSTAN LAS MUJERES.
 

Martín fue un hombre que me mantuvo alejado del ambiente gay. Con él llegamos a compartirlo todo, incluso nuestro sueldo.
Salíamos  juntos a comprar nuestras cosas. El elegía mi vestuario y yo el de  él. Cualquier decisión era tomada entre los dos.
Con él la pasábamos bien sea con dinero o sin dinero.

No había día en  que no discutiésemos por nuestra forma de pensar o de actuar.
Día que no había peleas, era porque alguno de los dos estaba enfermo.
A Martín le encantaba pelear porque se burlaba  de mí cuando me ponía furioso.

A veces tan solo me llevaba la contraria para lograr sacarme de quicio y al rato cuando yo ya estaba a punto de perder la cabeza,
me decía - ¡Tranquilízate mi amor!-  Ese momento se me iban todas las iras. 

Pero  a pesar de compartirlo casi todo, nunca tuve una relación sexual con él.  
 
Un viernes por la noche, caminando por la avenida Amazonas. Martín quedo viendo a una mujer joven y me dijo en tono altivo:

- ¡Realmente soy más macho que tú porque me gustan las mujeres!
- A la final eres un homosexual reprimido y machista
- ¡Soy heterosexual! -  Dijo enfáticamente.
- Soy homosexual y Adiós. - Respondí e inmediatamente me separé de él caminando más rápido para poder alejarme
pero el inmediatamente grito:

- ¿A dónde vas?
- A conversar con un gay. Son conversaciones más interesantes.
- ¿Acaso te aburro? - Grito de nuevo.

Yo detuve el paso y regresando hacia él le dije:

- Los heterosexuales tan solo saben hablar de fútbol, política, presumir  sobre cuantas mujeres se han comido y  son expertos en quejarse.
- ¿Y tú por qué no te quejas? - Me reclamó con ojos de furia.
Tan solo respire profundo y luego suspire - Yo mismo elegí  este camino.... - Otra vez di la vuelta y trate de caminar rápidamente.
- ¡Pero soy normal! - Me dijo en tono orgulloso - ¡A mí me gustan las mujeres!- Gritó al ver que me alejaba.

Otra vez detuve mi paso y le quede viendo como si fuera un tonto:
- Lo que acabas de decir es un alarde a la estupidez.  Estadísticamente ser normal es hacer lo que la mayoría de la gente hace
a pesar de saber de antemano que los resultados son negativos. Si a eso llaman ser "normal", prefiero ser anormal.


EL DIA QUE PAGUE POR SEXO, DEJO DE SER GAY.


Al poco rato, mientras estábamos conversando con Julio en el Escocés vimos pasar a Martín delante de nosotros abrazado de una prostituta
y con gesto de presunción.

- ¡El tuyo si que es ridículo!  Hace lo que todos los heterosexuales hacen cuando quieren darse a más machos. "Pagan dinero por obtener sexo".
- El día que pague por  sexo, dejo de ser gay.
 


Luego fuimos a la discoteca y al salir en el auto de Julio. Noté que él se puso nervioso.

- ¡Francisco!... Un patrullero nos viene siguiendo.

Regrese a ver y noté que  Martín  estaba en aquel patrullero pendiente de con quien yo salía de la discoteca.
- ¡No te preocupes!... Es Martín.
- ¡Francisco!... No entiendo como habiendo tantos hombres en Quito, justo tuviste que meterte con la Angie Dickinson...
 


 

 HAY POBRES QUE HA PESAR DE QUE LLEGAN A TENER DINERO, SIGUEN SIENDO POBRES.


Martín con sus ahorros logró comprarse un auto.

Una tarde lluviosa que íbamos en su auto, Martín vio como la gente que estaba en la calle se mojaba. 

- Lo que más me alegra de tener este carro es ver como esos hijueputas se mojan allá afuera. - dijo orgullosamente.
- ¡Este ya se descuadró! - Murmuré.
- ¿Qué dijiste?
- "Hay pobres que a pesar de comprar un auto, siguen siendo pobres”.



A los pocos días... ¡Para colmo de un policía! ... Le robaron el auto  y hasta el día de hoy, no lo encuentra. 

A veces le llamaban colegas suyos para decirle donde estaba el carro, pero tenía que darles dinero para que hablen.

Al final se cansó de buscar  porque descubrió que un superior suyo dirigía una banda de roba carros y además un capitán de la policía
era el que ordenaba que hagan inspecciones en la discoteca gay, no con el afán de llevar presos a nadie, sino porque quería averiguar 
si su amante se encontraba allí.
 


¿ACASO ESTO NO ES MAGIA?

Una tarde caminando hacía su casa, cayó un aguacero y no teníamos donde escampar. Al verle tan empapado y muerto de iras le dije: 
- ¡Bienvenido al mundo de los hijueputas!

Martín me quedo viendo y se miró el mismo. Los dos completamente empapados por la lluvia.
El empezó a reírse sin parar y a mí me paso lo mismo.

Luego cerré mis ojos, alce mi cara hacia el cielo y abrí mis brazos sintiendo claramente como la lluvia me mojaba 
- ¿Acaso esto no es magia?- me pregunte a mi mismo y le dije - ¡Es tan bueno ser un hijueputa!

Tan solo sentí con mis ojos cerrados que Martín me dio un beso en la  mejilla y luego me abrazó diciéndome al oído
- Realmente, es bueno ser  un par de hijueputas.
 


 


- ¡Francisco!...Ya es hora que vivamos juntos - me dijo Martín.
- No puedo. Mientras Madre Magdalena viva, yo estaré con ella.

- Francisco... llega cierto momento en la vida que uno tiene que dejar la casa de los padres. 
Si tú no sales de esa casa, jamás maduraras. 
Tú no tienes concepto de lo que es el valor del dinero...
- ¿A eso le llamas madurez?  

 

 

 

SER O NO SER , HE AHÍ EL DILEMA

Fuimos a buscar un departamento. El estaba muy  contento.
Lo dejamos reservando y al otro día teníamos que  ir a pagar una garantía.

Por la noche fuimos con él al ver a mi hermano que se presentaba en un concierto tocando el piano. 
Me emocionaba tanto al verlo que Martín notaba lo duro que se me hacía el ver a mi hermano y no poder ni abrazarlo.
Mi hermano no sabía de mi existencia.

Martín me tomó de la mano - Algún día estarán los dos juntos, no sufras por eso. Por el momento me tienes a mí.

Después del concierto, había quedado con Nicolás en darme una escapada para irme a la discoteca.

Al salir del teatro le dije tristemente:
- Martín, me siento mal por el hecho de haber visto a mi hermano, me voy para mi casa.
- Esta bien... Nos vemos mañana.
- ¡Al fin me libre de este! - Pensé.

Al llegar al Escocés y saludar con Nicolás noté que una mano aparte de la mía se extendía y le saludaba:
- ¡Hola! Soy Martín... Mucho gusto ... 

- Nicolás, te presento a Martín - dije fingidamente y Martín sonrió.
- ¡Encantado de conocerte. Francisco me hablado mucho de ti.
   Son tan buenas referencias que él me ha dado que te invito a que vayamos a la discoteca.

Enseguida le di una patada por debajo de la mesa a Nicolás y con mis ojos le dije que no, pero fue tarde.

- ¡Muchas gracias! - Contesto Martín.

Antes de entrar a la discoteca me dijo:
- ¡Francisco!... Sé que tus amigos no saben que somos pareja, pero yo quiero que sepan porque me da miedo entrar a este lugar.
  Quiero que estés junto a mí y que nadie me moleste.

De nada sirvió decir que los dos éramos pareja. Esa noche Martín recibió todo tipo de propuestas y como le vieron que era carne nueva,
varios anduvieron detrás de él.

Martín no aceptó ninguna invitación y no quiso separarse de mí. Hasta que Nicolás le invitó a bailar.
Martín aceptó después de consultármelo.                                                                 

Me quede parado en un rincón. No tenía ganas de bailar y tampoco pude apartar mis ojos de Martín porque conocía
como funcionaba la gente en ese lugar.

Nicolás poco a poco se le iba acercando, mientras que Martín trataba de separarlo lentamente con sus manos.
Hasta que Nicolás se acercó  y  puso su mano sobre la bragueta de Martín tratando de agarrarle los genitales.  
Ese momento me acerque y dije a Nicolás - Voy a bailar con Martín.

Nicolás se retiró y Martín  suspiró aliviado.

-¡Gracias a Dios que viniste!... Ese tipo quería agarrarme  los huevos.
- Y tú estabas a punto de permitir que te los cogiera  - Le reclamé.
- ¡Este momento nos vamos de aquí! - Ordenó enfadado.

A la salida de aquel lugar Martín estaba contrariado y me dijo:

- No entiendo  con qué clase de amigos te llevas.
   Lo único que pude notar en ese ambiente es que ustedes son muy promiscuos.
- ¿Y acaso los heterosexuales no lo son?
- ¡No tanto como ustedes! - Dijo enfurecido.
- La diferencia es que los heterosexuales pagan por sexo, nosotros no.
- Pero aquí tú no puedes encontrar un amigo sincero.
- Este es un lugar que tan solo vengo para divertirme, no vengo para más.
- Si es así como funcionan las cosas, te digo que no quiero ser para nada gay.
   Mientras tú frecuentes este tipo de  ambiente, jamás saldrás del lodo.- y luego ordenó:
- ¡No te quiero volver a ver más con tus amigos gays! Los detestó.
- ¿Y  acaso tú no eres gay?
- ¡Yo no soy gay!- Dijo enérgicamente.
- Martín, has estado este último tiempo conmigo. Has dicho que me amas, me has besado y dices que no eres gay.
- No soy gay - Respondió enfáticamente - Me gustan las mujeres, y a mi tan solo me gusta comerme a los maricones.

Me quede ileso - Jamás me he acostado contigo - le dije sorprendido por aquella revelación y él respondió.
- He estado con los travestíes a quienes les he llevado presos.

Sentí que se me estremeció la piel. Respiré profundo y le dije: 
- Realmente... No eres gay -  aparentando darme por vencido. 
- ¡A la final!.... Comprendiste.- Dijo en tono altivo.
- Sí... al  final entendí que no eres gay... ¡Eres una loca  tercermundista!

Martín se alteró y me volvió a repetir furioso:
- No soy gay, porque los gays no pueden tener hijos y yo voy a tener uno.
   Los gays no pueden casarse  y yo me voy a casar  con la madre de mi hijo.

- Eso no lo sabía - Le dije tristemente.
- No quise contártelo, ni siquiera mis padres lo saben. - Dijo seriamente.

Después de  quedarme en silencio por un corto instante le supliqué:  
- ¡Aléjate de mi vida!... No quiero saber nada más de ti. Realmente tú estás más enlodado que cualquiera de nosotros.
 

LA FELICIDAD PARA EL GAY ES EFÍMERA....

Inmediatamente su actitud cambió. De altivo y arrogante paso a ser sumiso.

- Francisco... No quise herirte, pero entiende. Necesito casarme para poder ascender de rango.
Yo amo mi profesión y no tengo otra alternativa. Mi profesión me lo exige.
Yo deje  embarazada a esa mujer antes de conocerte.
- Martín, déjame solo.- le supliqué.
- ¿Por qué?... Francisco... ¿por qué?
Yo te amo.... ¡Intentémoslo!....
Mañana  iremos al departamento, pagaremos la garantía y viviremos juntos.
- Y luego tú te iras con tu esposa.
- ¡Entiende! - me dijo fuertemente - tengo que hacerlo por salvar las apariencias.
- No quiero ese tipo de relación en mi vida. Yo amé a un hombre y no quiero volver amar a nadie más.
   Martín, ¡entiende!  Yo contigo no crezco.

Martín guardó silencio y lágrimas empezaron a salir de sus ojos.

- ¡Francisco!... Si quieres, no me caso. Diré a mis amigos que eres mi primo y viviremos juntos.
- No es eso.... Mientras que tú no te definas, no podremos vivir juntos.
- ¡Intentémoslo!...
- No.
- Francisco... ¿Por qué te niegas a ser feliz? - me preguntó casi llorando.
-  La felicidad para el gay es efímera - Le respondí mientras que el suspiró.
-  Para todos… -  Acotó  - Para todos.

Martín me observó a los ojos fijamente. En mis ojos no había ni una sola lágrima. Era el hombre más duro ante él.
 
- ¿Cuál es tú última decisión? -  Preguntó.
- ¿Acaso no entiendes que significa la palabra "no"?. - Le  grité con iras.

El cambió de tono y me dijo furioso - No te quiero volver a ver más en mi vida y lamento haberme enamorado de un niño como tú.

Martín se dio la media vuelta y lo vi alejarse mientras yo respiraba profundo tratando de contener mis emociones.

Caminé solo hasta  llegar  al bar gay.
- ¿Te sirvo una cola? - Me preguntó  la “amable” señora.
- No. Esta vez quiero cuatro vodkas.

Otra vez me quedo viendo con cara de espantada y dijo:
- ¡Qué tipo tan raro!
- ¡No te entiendo! - le respondí casi derrotado.
 

 
ANESTESIA  EMOCIONAL  

Un viernes, al terminar mi desayuno, Madre Magdalena me preguntó:

- ¿Has leído el periódico?
- No, para nada.
- Tú hermano murió.

Sentí un frío que me invadió por todo cuerpo. Tenía una sensación dentro de mí de esas en las que uno no sabe cómo reaccionar.

- Murió ayer. Ahogado en un río tratando de salvar a su perro.

Mientras madre Magdalena me estaba explicando como fueron  los hechos de su muerte. Sentí un dolor profundo en mi corazón. 
Me dolió tanto el haberlo perdido pero no lloré. 

Esta vez trate de ser duro. Fui a trabajar y bloqueé mi cerebro. Risas y bromas con mis compañeros de trabajo. 
Incluso leí la noticia en el periódico, pero seguí en un estado de coma emocional.
 

EN ESTE AMBIENTE ES PREFERIBLE NO ENAMORARSE.

A la noche me encontré con Julio en el Escocés. Al ver mi rostro preguntó:

- ¿Qué te pasa?
- Tengo todas las ganas de emborracharme.
- Ya sé lo que te pasa. Ya me contaron que Martín terminó contigo.

Julio puso su mano sobre mi hombro y me dijo -  Es por eso que yo no me enamoro, ni nunca me enamoraré.
En este ambiente es preferible estar solo. Todos los hombres somos iguales.

Luego me dio un apretón con su mano y tratándome de dar ánimos me dijo:

- ¡Francisco!... No quiero verte así... ¡Vamos a la maricoteca!... Bailaremos y nos olvidaremos de todo esto. 
No quiero que te vayas a tu casa y te encierres allí. Conozco lo melancólico que  eres.

Al entrar en  la discoteca mis ánimos cambiaron totalmente al ver que Matías estaba allí. 
Veía a Matías en el momento en que menos deseaba verlo.

Jonás se acercó y  preguntó:
- ¿Conoces a aquel hombre que está allí con su pareja? - Y  señaló hacia el lugar donde estaba Matías.
- Lo conozco de vista.
- Pues parece que él a ti no te conoce tan solo de vista. El otra vez estuve en su casa y me habló de ti. 
Me dijo que tú nunca tendrás pareja porque nunca amarás a otro hombre tanto como lo amaste a él.
- ¡Matías está tratando de volverme loco! - Le dije impresionado por aquella aseveración que no la entendía.

Reuní a Benjamín, Nicolás y Julio y les pregunté:

- ¿Les gustaría ser espías?
- Ya va... -  dijo Benjamín renegando.
- ¿A quién hay que matar? - Preguntó inmediatamente Julio
- Voy a matar a uno con la indiferencia - Contesté.
- ¡Ay !... Toda la vida soñé con ser Mata Hari y acostarme con  los del Jet set. - dijo Nicolás.
- ¿Ven a aquel que está allí con su pareja? - y señalé hacia Matías.
- ¿Qué pasa con ese hombre tan serio y aburrido? - Preguntó Nicolás.
- Gracias a su madre, la  mía se entero que soy gay y tuve que salir de casa.

Luego empecé a darles las instrucciones:
 
- ¡Benjamín!... Tú vas a fingir ser mi pareja y mientras puedas, disimuladamente mira sus ojos.
- ¡Nicolás!... Mientras bailas no apartes la vista sobre él.
-  Y ¡Julio!...Tú te colocas junto a él, te haces el disimulado. Bebes suavemente un trago...
   Admiras el ambiente pero tus oídos estarán atentos a todo lo que él diga y míralo de reojo para ver sus  reacciones.

Ese momento le quité el trago que tenía Nicolás en su mano y me lo bebí de una sola.
- Es para adaptarme a este ambiente aparentemente tan divertido - le dije  mientras que Nicolás me veía anonadado.

Mientras bailábamos "Piel Morena" con Benjamín. Nicolás se acercó hacia mí y dijo:
 
- Matías se acaba de ir.

Fui hacia donde estaba Julio.

- ¡Francisco!... Tú eres demasiado cruel con Matías. Yo miró a  sus ojos y veo que él te ama. Pero eres totalmente indiferente y 
con tu indiferencia estás logrando tu propósito. Es como si él hubiese muerto para ti.

Cada vez que tú besas a Benjamín puedo notar claramente que él siente que le estás clavando un puñal. 
El trata de fingirlo pero no puede. Con tu actitud lo estas matando.

Para tranquilizar los ánimos de Julio le dije:

- ¡Mira!... El que está con pareja es él. Yo, no.
- Cuando estuve junto a ellos, su pareja le reclamó diciéndole
   "¿Por qué sufres tanto por Francisco, si él no tiene ningún interés por ti.
El esta allí feliz puteando mientras que tú aquí sufriendo.
   ¡Ya deja de sufrir por él!  El no vale la pena.

Matías le dijo - Yo te fui claro... Acepté ser tu pareja pero tú sabes que amo a Francisco

- ¡Pero él no te ama a ti! -  Le aclaró su pareja y se fue furioso.  Matías tan solo te quedo viendo con su cara de tristeza y se fue. 
   ¡Francisco!... ¡No te entiendo!... ¿Por qué actúas así?
- Yo tampoco entiendo a Matías. El quiso separarse de mí  y ahora dice que me ama.
- No hace falta que lo diga. Se le nota en sus ojos.- dijo Benjamín.
- ¡Ya no soporto este juego! - Les dije cansado.
- ¡Sabía que era un juego! - Exclamó Julio.
- ¿De qué juego me hablas?
- Tú no fuiste pareja de Matías.
-  Lo fui en otra vida…
-  Pero en esta, no - me retó.
- ¿Cómo lo sabes?
- Jamás me lo contaste y él es un muerto en vida... No soportarías a alguien así.
  A veces pienso que tú le haces creer que lo amas para herir su vanidad.
- ¡Ese es precisamente el juego!

Cristian un buen amigo de Matías se acercó hacia mí.

- Estoy cansado, no he conseguido nada. Creo que mi táctica ya no funciona.
- ¿Les sigues tratando de conquistar diciéndoles  "Eres  el hombre más guapo que he visto esta noche y te voy amar por siempre.
Luego te acuestas con él y  al otro fin de semana dices lo mismo a otro?
- Sí.
- Esa táctica ya no funciona.
- Pero dime de que otra manera puedo conseguir pareja.
- Primero divórciate de tu esposa.
- Si me hubieras aceptado como tu pareja,  ya me hubiera divorciado.
- No creí nunca en tu táctica. Hubiera preferido que me digas directamente:
¿Quieres acostarte conmigo?
- ¿Quieres acostarte conmigo?
- Mejor llévame a casa.

 


 

EL AMOR ES UN JUEGO EN EL CUAL DOS TONTOS JUEGAN A HACERSE DAÑO

Al siguiente día a la hora del almuerzo, Cristian me llamó:

- Matías me acaba de llamar, se enteró que salí contigo anoche y lo primero que me preguntó es que si habíamos hecho algo.
- ¿Y tú qué le dijiste?
- Que no paso nada, que somos buenos amigos
- ¿Y por  qué él quería saber eso?
- No sé... Creo que por protegerme de ti.
- ¡Protegerte!... ¿De qué? Si tú no eres ningún santo - y me reí.
- Matías me dijo que me cuide mucho de ti. Que tú eres malo y le has hecho mucho daño.
Y que pesar de que los dos nunca fueron nada. Le haces y le seguirás haciendo daño.
Además  me aseveró que realmente no te conoce.

Ese momento casi me puse pálido y me exalté.

- ¿Cómooo?... ¡Qué no me conoce!  
- ¡Que no te conoce! Yo en cambio si lo conozco y demasiado bien - Me dijo presumiendo.
- ¿En qué aspecto?
- Matías es un hipócrita. A pesar de que  tiene pareja, anduvo como loco  insistiéndome.

Cristian  sonrió y  dijo: -  Matías y tú ya tienen algo en común.
- ¿Qué?
- Que los dos se acostaron conmigo.
- ¡Gracias por la puñalada!
- De nada querido...pero es una pena que los dos se traten así porque yo creo que los dos se aman.
- ¿Por qué?
- Porque el amor es un juego en el cual dos tontos juegan a hacerse daño.
- El único tonto aquí soy yo. ¡Gracias por avisarme!
- De nada querido...


 

¿QUE ES LA FELICIDAD?

Al sentarme a la mesa, Madre Magdalena estaba enojada con Marcos porque él había llegado borracho al amanecer y le dijo:
- ¡Mira Marcos!... Toma como ejemplo a Francisco. Él no toma, no fuma, no tiene vicios. Es un hombre tranquilo.
¿Por qué tú no puedes ser igual a él?
- ¡No quiero ser zanahoria! Francisco no toma, ni fuma, ni le gustan las mujeres - dijo Marcos.
- ¡Acertaste una! - Le dije felicitándolo.
- ¡No puedo creer que seas maricón! - me dijo Marcos.
- ¡Eso es antinatural! - exclamó Padre Marco.
- Es tan solo una elección - dijo Madre Magdalena.
- Eso no está bien visto ante los ojos de Dios - replicó Padre Marco.
- ¿Por qué tuve que hablar? - Me reclamé a mí mismo.
- Pues dile a Dios que se vaya adaptando a verlos, porque yo en la Iglesia he conocido a muchos - Le dijo Madre Magdalena.
- Pero ellos nunca podrán ser felices.- Dijo padre Marco mientras que mis nervios estaban de punta.
- ¿Y qué es para ti la felicidad? - Le reclamó Madre Magdalena.
- Es amar, ser fiel a tus convicciones y servir a los demás.
- ¿Qué es para ti la felicidad? - Me preguntó Marcos.
- Sin comentarios...
- Para mí es tener dos buenas peladas y chupar con mis amigos.- dijo Marcos riéndose.
- ¡Eres un salvaje! - Le dijo Madre Magdalena.
- Así soy feliz - acotó Marcos alzando sus hombros y riéndose.

 


EL DIABLO SIEMPRE PAGA MAL A SUS DEVOTOS.

Después del almuerzo fui a mi casa tratando de poner mi cabeza en orden. Al llegar la noche empecé a sospechar lo peor.

Llamé por teléfono. 

- ¡Buenas noches! - Contestó Gulnara.
- ¡Buenas noches!  Le habla Francisco
- ¡Hola Francisco!- Saludó amablemente y como era tan directa preguntó:
- ¿Qué quieres?
- ¿Quisiera saber qué daño le hice para que usted me cause tanto mal?
- ¡No sé de qué me hablas!...No te he visto, ni he sabido de ti por estos últimos siete años
   y a pesar del tiempo sigo siendo tu madre porque fui yo quien te crío.
   Tú no tienes idea como duele saber que andas diciendo que no soy tu madre.  - Dijo en tono de aflicción.
- Pero una madre no hace lo que usted me hizo.
- Francisco... Yo hice buenos planes para tu futuro.  Tener una buena casa para ti y  tus hijos.  Pero ves, eso no sucedió.
   Hoy estoy sola. Todos los de mi sangre fingen solo afecto por interés.  Vivo aquí con mi madre, pero me siento sola.
Tu abuelita se volvió carismática y ahora las dos nos hemos entregado a Dios.
- ¡Milagro!  Dos brujas se convirtieron en carismáticas - Pensé.

- Matías, le envió saludos,- Le dije
- ¿Quién es Matías?
- Es aquel que su madre habló con usted y le dijo que éramos amantes.

Ella permaneció en silencio por un momento fingiendo que estaba tratando de recordar.
- No conozco a ningún Matías - me dijo enfáticamente como si esa tranquilidad y paz que Dios le había dado, estaban siendo abandonadas.
- Matías y yo hemos sido pareja por siete años.
- A veces uno no entiende los designios de Dios - me dijo ella extrañada y a través del teléfono podía sentir que se estaba poniendo preocupada.
- He conversado con su madre y ella me ha dicho que nunca habló con usted, que realmente no la conoce.
- Yo jamás te he dicho que la madre de Matías haya hablado conmigo. ¡Yo no la conozco! - respondió rápidamente.
- ¡Acabo de entenderlo todo! - Le dije casi dándome por derrotado.

- Ahora si creo que usted me entiende la pregunta que le hice al iniciar esta conversación.
   "¿Qué daño le hice para que usted nos hiciera tanto daño?"

Tan solo pude escuchar un suspiro al otro lado del teléfono.

- ¿De donde sacaron el nombre de él?- le pregunté.
- Detectives - respondió ella.

Ese momento se me heló la sangre y no quise seguir hablando.

- Adiós.
- ¡Que Dios te bendiga!

 

AQUEL QUE NO VE A DIOS EN SU CREACIÓN,  JAMÁS LO VERA CUANDO ESTE MUERTO.

Al colgar el teléfono tan solo pude decir - ¡Maldición! - y caí en el suelo derrotado, sin saber qué hacer. 
Alcancé a ver sobre mi escritorio la foto de mi hermano y en ese momento volví a la realidad al darme  cuenta de como funcionaba
la vida y exploté en un mar de lágrimas.

Lloré  por todo lo que me había pasado. Lloré por todo y por todos. Lloré por mi vida misma,  por Matías y sobre todo  por aceptar la
dura realidad de que mi hermano estaba muerto. Lloré tanto, que me dolió hasta el alma.  Fue tanta la energía reprimida que salió que
las llaves de la casa que estaban todavía en mis manos se habían doblado.

Me empecé a sentir mal. Mis manos empezaron a temblar sin control. 

De pronto sentí estiramientos en todo mi cuerpo y una especie de convulsiones momentáneas.  Mi cuerpo empezó a enfriarse. 
Mi corazón empezó a latir tan rápidamente que parecía que se me iba a salir del pecho.  Mi respiración se volvía cada vez más difícil.
Sentí que me iba debilitando.

Cada vez se me hacia más difícil moverme. Sentí que me iba a desmayar y esta sensación paso a ser una sensación de muerte 
y en esos momentos la muerte era mi mejor aliada. No la temía. Deseaba morir así, quedarme dormido y no despertar jamás.

A pesar de esa sensación de muerte, sentí que debía pedir ayuda y estaba solo. Mi casa quedaba lejos de la casa principal. 
Fui caminando hacia allá y lo que normalmente me demoraba unos cinco minutos. Esta vez me demoré horas.
No podía caminar normalmente y tenía un fuerte dolor en el pecho.

Al llegar a la puerta de la casa principal, apenas tuve fuerzas para  tocar el timbre y caí desmayado.

Al poco tiempo, me vi a mí mismo. Vi que estaba tirado en el suelo como si fuere un borracho durmiendo en la grada inferior de la puerta. 

Había gente que pasaba por mi lado, pero nadie me hacia caso. Era un mundo paralelo.
Veía como esa gente caminaba y atravesaba las paredes de la casa.
Ese momento me di cuenta que estaba muerto.

"Esta es la dimensión de aquellos que quieren seguir muertos. Son aquellos que tan solo escuchan lo que quieren escuchar
y ven solamente  lo que  quieren ver. Es la dimensión de los que se aferran a las cosas, a las circunstancias y a las personas.
Es la dimensión de los que no entienden que Dios no es un dios para los que están muertos. Si no vieron a Dios en su creación,
jamás verán a Dios después de la muerte. 
Esta es la dimensión de los muertos que no se quieren darse cuenta que están muertos". - Dijo una voz.

Regresé a ver hacia atrás mío y había un gran túnel con una luz al fondo y de pronto sentí  viajar a una gran velocidad  a través
de aquel túnel  que sin ningún control sobre mí mismo.

Cuando llegué al final del túnel,  algo me detuvo. No sentía miedo y quise atravesar aquel espacio en que dividía la luz de la oscuridad, 
pero  había una barrera invisible que me impidió pasar. Escuché una voz  suave y dulce de un hombre que me dijo:
-  Todavía no es el momento. ¡Tienes que regresar!

Al terminar de escuchar aquella voz, otra vez  volví a viajar por ese inmenso túnel lleno de oscuridad.
Aquella luz cada vez la veía más lejana y se iba haciendo un punto pequeño de luz en el infinito.
Sentí como entré de nuevo a mi cuerpo y fue como si una fuerte descarga eléctrica
me era dada. Mis ojos se abrieron. Ese momento, una religiosa abrió la puerta.

- ¡Francisco!... ¿Qué haces tirado en el suelo a estas horas de la  madrugada?
- Madre... ¡Estoy mal! ...Siento que me muero.

Las monjas me llevaron a la clínica. Al hacerme todos los análisis del caso, el doctor que me trataba me dijo admirado:
- ¡No entiendo realmente como tú puedes estar vivo!
Según los resultados de los exámenes que te hice,  tú deberías haber muerto hace cuatro horas.
 

 
 

LO QUE A UNOS LES SOBRA  PARA DIVERTIRSE, OTROS LO NECESITAN PARA COMER.

Después de que me recuperé.  Envié a Matías un cassette con música especial para él  por el día de su cumpleaños  
y una carta en la  que le pedía perdón por el daño que le había causado. En aquella carta le decía que si él me perdonaba 
y quería empezar una relación conmigo, le esperaba el viernes noche en la discoteca. Justo el día de su cumpleaños.

El viernes fui a la discoteca y esperé a Matías hasta que se hicieron las tres de la mañana, pero él no apareció. 
Pensé que no me había perdonado y que tampoco quería nada conmigo y le di toda la razón.

Como estaba con varios tragos encima del despecho me dije - ¡Esta noche me voy con el primero que encuentre!

Como tenía por política nunca hacerme ningún contacto en la discoteca porque generalmente allí existía el denominado 
"correo de brujas", donde todo lo que uno hace, el resto se entera con la mayor celeridad posible, que los chasquis nos quedaban cortos.

Decidí que era mejor salir hacia la avenida Amazonas donde pasaban autos con algún hombre que quería tener una aventura a la madrugada.

No cumplí con aquella promesa de acostarme con el primero que encuentre. Estaba despechado pero no había perdido mi capacidad de elección.
Mientras fui caminando por aquella avenida unos cuatro vehículos se pararon, pero a mí no me gustaron sus conductores y seguí caminado. 

Cuando llegué al final de la avenida, pasó un automóvil azul. Un hombre adulto y  parecido a David  Copperfield, me quedo mirando.  
 Me hizo señas con su dedo de que se parqueaba en la esquina siguiente. Caminé hacia el lugar donde él estacionó su auto y al acercarme,
él quitó el seguro de la puerta y me invitó a subir.

- ¡Qué tal! - Saludé.
- Hola... ¿Qué haces?
- Estoy esperando a que amanezca, para luego irme a casa. Soy pobre y vivo lejos.- le dije riéndome.
- ¿Qué tan lejos?
- En el valle.
- Entonces no eres pobre pero realmente sí vives lejos.
- Me llamo Mauricio, soy gerente de un banco.- Dijo con su voz varonil.
- Soy Francisco, trabajo para una financiera.
- Ring , ring, - sonó su celular. Mauricio lo apagó de inmediato. - ¡Me tienen  vigilado! 

En su dedo anular de la mano izquierda llevaba dos anillos. Uno era un aro de compromiso.

- ¿Eres casado?
- No - Contestó seriamente. - ¡Es tan solo un adorno! - me dijo enseñándome el aro que llevaba puesto.

El estacionó su auto y no quiso seguir más con nuestra conversación. Se quedo callado y le noté que estaba un poco nervioso. 
Daba la impresión que era novato en el ambiente. Luego que se armó de valor y dijo con  tono receloso:

- ¿Puedo hacerte una pregunta indiscreta?
- Sí, no hay problema.
- ¿Eres gay?
- Sí
- ¡No lo pareces! - Dijo mirándome fijamente.
- ¿Y cómo te imaginas que somos los gays?
- No sé, pero he visto varios en esta avenida. Se los ve afeminados. ¡No creo que tú seas gay!
- ¡Soy gay! - Le insistí.
- ¡Demuéstramelo!

Pasé mi mano sobre su cuello y le di un beso en la boca. Tan solo basto eso para que Mauricio explote.

Era como si hubiese estado reprimido durante mucho tiempo, como si él ansiase por dentro tener una primera vez y se desató la pasión.

En medio de besos y abrazos y una excitación a punto de estallar, escuchamos unos golpes en  la ventana.

Ese momento y a causa del susto, los dos  nos separamos inmediatamente. 
Al ver hacia la ventana nos dimos cuenta  que afuera estaba una señora indígena con su hijo.

- Señor... ¡Cómpreme una flor para su amigo! - Le dijo ella a Mauricio.

El abrió la ventana, compró una  flor y me la regaló.

Tan solo observaba la cara de espanto de la criatura que tenía unos cinco años de edad y que estaba despierto trabajando con su madre 
a la madrugada y me empecé a cuestionar. - ¡Dios mío! Yo gasto mi dinero en una discoteca, mientras que otros no tienen ni siquiera para comer.

Ella al tomar el dinero se fue caminando con su hijo.  

- Es la única manera de que nos dejen en paz. - Dijo Mauricio.

Seguimos dando rienda suelta a la pasión y de tanta pasión no nos dimos cuenta de que un vehículo se había estacionado junto al nuestro.
Nos habían estado observando. Otra vez nos separamos tratamos de fingir que no pasaba nada, pero al mirar hacia el otro auto me di 
cuenta que era demasiado tarde. Un amigo de mi trabajo me estaba acusando con el dedo.

- ¿Quién es él? - Preguntó Mauricio.
- Un amigo de trabajo.
- ¡Te cagaste!
- No te preocupes. Si él va donde el gerente a avisarle que soy  gay, no pasará nada.
- ¿Por qué?
- Porque el gerente también lo es.

El auto se fue y la pasión terminó. Mauricio me volvió a dejar en la discoteca.

- Francisco... ¿A dónde te fuiste?  - me preguntó Julio
- No tienes idea, conocí a un hombre guapísimo, que se me pone la piel de gallina solo de  recordar lo que hicimos.
- Ya me imaginaba - Me respondió Julio-  ¡Te has vuelto un puto!
- Y en este ambiente... ¿Quién no lo es?
- Todos, querido, todos.
- Si fuera mujer, hubiera sido puta - dijo Nicolás.
- Si fuera heterosexual, me hubiera aburrido - dijo Julio.
- ¡Qué viva la putería! - grito Nicolás.
- ¡Qué viva! - Respondimos todos.
- ¡Y que viva la fiestita! - Gritó Julio.
- ¡Qué viva! - Respondimos todos al unísono.

- Francisco, la vida es una sola y hay que disfrutarla. De la manera en que nosotros nos divertimos, no hacemos mal a nadie. 
Me alegra saber que la has pasado bien.- me dijo Julio pasando su mano sobre mis hombros mientras que
seguíamos bailando el himno gay a nivel mundial.  "I will survive" de Gloria Gaynor.

 

 

ESTUVE CON EL, PERO JAMÁS SE DIO CUENTA

A la tarde del siguiente día me llamó Cristian.

- Francisco...¿Fue Matías a la discoteca ?
- No. ¿Por qué me lo preguntas?
- Su pareja lo está buscando. Ayer fue su cumpleaños y no paso con él.
- ¿Llamaron a casa de sus padres?
- No.
- El está allí.
- ¿Cómo sabes tú eso?,  ¿Acaso volvieron?
- Lo he visto por la mañana. El estaba llorando escuchando "Al borde" de Crucks en Karnac. Mi tema favorito.
- Francisco... ¡Eres un desgraciado! Sabes que Matías tiene pareja y te metiste con él - me reclamó Cristian.
- Estuve con él, pero él jamás se dio cuenta.
- ¡No te hagas el tonto!  Te conozco. ¡Eso se llama traición!
- Eso se llama "Astral".
- ¿Queeeé?
- ¡Casabaca! sorda...
- ¡Gracias querido!  Pero no te preocupes.  No le voy a decir nada a la pareja de Matías.
- ¡Gracias por tu comprensión!  Yo tampoco le diré que estuvo contigo.
- Mejores me callo...

LA SUERTE DE LA FEA, EL BONITO LA DESEA

Pocos días después, mientras estuve comprando en el supermercado noté que un hombre me esquivó la mirada
y se dio rápidamente media vuelta  hacia el estante, era como si tratase de evitarme.

Era Mauricio y junto a él iban dos niños y estaba acompañado de una señora.

- ¡Este es casado! - Pensé  - y al ver que su esposa era una gorda, pequeña y fea me dije a mí mismo.
- La suerte de la fea,  el bonito la desea.

 


Pasaron dos meses y recibí una llamada de Mauricio.
 
- Francisco, quiero que vengas a mi departamento. Tengo una botella de whisky, comemos algo y  luego conversamos.

- ¿Y  tu esposa?

El se quedo callado, y le volví a preguntar - ¿Y tu esposa?

Otra vez se quedo en silencio.
 
- Mauricio, sé que eres casado. No trates de negármelo.
- Me acabo de divorciar  y tú eres el culpable, quiero que vengas a festejar conmigo.
¡Al fin me libre de esa bruja! - Me  dijo riéndose.
- ¿Por qué los hombres casados que han estado conmigo me echan la culpa de sus divorcios?
- ¡Eres el terror de las mujeres casadas! - me dijo burlándose.

 


 

EL MÁXIMO ENEMIGO DEL GAY, ES EL MISMO GAY

Mauricio había rentado un departamento elegante y lo había decorado con buen gusto.

Conversamos de todo un poco, sobre todo acordándonos de los viejos tiempos cuando éramos cadetes en la
Academia Militar Ecuador.
Mauricio había estudiado en la Academia 10 años antes que mí.

- Fui a buscarte unas tres veces a esa discoteca, pero jamás te encontré. No me  gusto para nada ese lugar.
- ¿Por qué?
- Ese lugar no es para mí.  ¡No es de mi status! A mí no me gusta que vayas a ese sitio.
- Voy solo a bailar.
- ¡Hipócrita! - Me dijo en tono fuerte - Es muy difícil creerte, porque allí todo el mundo está que le come a uno con los ojos. 
Los gays allí son enemigos de los  propios gays.  No iré por allá jamás.
Los homosexuales que tenemos clase no vamos a ese tipo de lugares.

 

 
Por conservar su prestigio Mauricio pasaba toda la semana con  una supuesta novia que se consiguió 
y la llevaba a todas las reuniones sociales con sus amigos heterosexuales.

Los fines de semana Mauricio  salía con su grupo de amigos y con ella a bailar en una de las mejores discotecas de la ciudad. 
Luego de ir a dejar a su supuesta novia en casa, pasaba recogiéndome por la avenida Amazonas a las dos de la mañana, l
uego que yo salía casi borracho de la discoteca.

 

 ¿COMO ALGO TAN BUENO PUEDO SER PECADO?

- ¡Hola Francisco! - me saludó Mauricio alegremente y ponía su mano apretándome la pierna y luego me daba un beso.
- ¡No tienes idea la alegría que me da verte! Un día de estos me han de asaltar.
- Cómo siempre... ¡Estas borracho!
- ¡Cómo siempre tú también!
- Lo importante es que cuando estamos juntos, tan solo somos tú y yo.
   En este corto  tiempo que pasamos juntos... Tú vas a serlo más importante del mundo para mí y yo lo seré para ti.
Este tiempo lo aprovecharemos al máximo. Conversaremos, comeremos, veremos el amanecer y...
- ¿ Y... ?
- Y en este rato me declaro un insensible ante el resto del mundo - Gritó Mauro mientras que en la Radio Sting cantaba 
   "Its Probably me".
- ¡Este es el Himno de los gays que frecuentan lugares de ambiente! -  Dijo.  

Mientras estábamos abrazados en el sofá de su departamento escuchando a Caetano Veloso cantar  "pecado".  Mauro me preguntó:

- ¿Crees que lo nuestro sea pecado?
- Cuando estabas casado.

El se quedo por un momento en  silencio y apoyó su cabeza sobre mi pecho.

- ¿Cómo  algo tan bueno puede ser pecado pecado? - 
Preguntó haciéndome pensar en como los  curas declararon a la sodomía como pecado por ser placentera 
y de esa manera acabaron con los Templarios acusándolos de practicar el "pecado nefando",
pero Mauricio me volvió a llamar su atención -  Me abrazo fuertemente diciéndome luego al oído - Te amo.

- ¡Estás borracho!        
- Tú sabes que te amo.
- ¡De qué sirve que me ames si mantenemos esta puta relación! - Le reclamé enfadado.
- Todo lo hacemos clandestinamente. No puedo hablarte en una situación normal. Cuando estás en el Banco me esquivas.
  Tengo que soportar amanecerme en una avenida para poder verte.

Mauricio permaneció en silencio. Dormimos juntos hasta medio día y me despedí con un beso.

- ¡Te paso recogiendo la otra semana?
- Bueno - Le respondí.

Al abrir la puerta de su departamento, su simulacro de novia  estaba afuera a punto de tocar el timbre. 
Ni siquiera le saludé y me abrí paso delante de ella.  
 

 

 EL HIMNO DE LOS GAY S DE AMBIENTE

Los otros fines de semana, no fui a hacer lo usual. No quería amanecerme más en aquella avenida. 
Todas las noches veía su foto que la tenía sobre mi velador y el fin de semana solía llamar a  su casa y al escuchar su voz, colgaba el teléfono.

Después lo seguí llamando pero no contestaba ni él, ni el contestador automático y me empecé a preocupar.


Después de un mes sin verlo, me invitaron a una fiesta. Salí como de costumbre a las dos de la mañana y pasé por la avenida. 
Para mí sorpresa vi que Mauricio venía caminando.

- ¡Francisco! ¡No tienes idea de como te estado buscando! Te he llamado a tu trabajo, pero siempre me contestan que no estas.
- Es cierto, la mayoría de  tiempo paso en la calle. Pero también te he llamado, pero tú teléfono no contesta. 
- Francisco, lo vendí todo. Vendí mi carro. Ya no vivo en aquel departamento porque me voy a trabajar a Londres.
- ¿Cómooo?
- Me voy a Londres. Salgo esta mañana a las nueve y  por eso te andaba buscando para despedirme.
- ¿Cuándo nos volveremos a ver?
- No lo sé. Invertí capital allá y tengo que hacerlo producir.

Mauricio se abalanzó a mí y me abrazó fuertemente. También hice lo mismo. No nos dijimos nada.
 
Era primera vez que a él no le importó lo que dijera la gente porque estuvimos abrazados por  un gran tiempo.

El mundo se detuvo para nosotros. No  importó nada, ni la gente que pasaba por nuestro lado,  ni los carros que iban por la avenida.  

- Me tengo que ir. Estoy en casa de mi madre - me dijo
- Te quiero mucho y Adiós.

Mauricio se fue caminando y mientras se iba alejando me regresaba a ver, mientras que yo estaba estático observando como él desaparecía.

Después de que él se fue, sentí una soledad  abrumadora. Sentí que la vida gay era así. Que no valía la pena enamorarse.

Me puse a caminar y un carro me paro. Me subí y tuve que ser un artista para mostrarme cariñoso con aquel hombre. 
Lo único que quería era que él me deje en casa porque no tenía ni un centavo en el bolsillo y lo logré.

Mientras que él me besaba, escuchaba en la radio a Sting cantando "It`s Probably me".

Cerré los ojos y deje que él me besara aunque por dentro sentí total repulsión a lo que hacía y una soledad espantosa.
A pesar de que el ambiente gay es tan divertido. Uno a la final se queda solo.
 

 

HAREMOS TODO LO POSIBLE POR AYUDARLE

Un hombre lloraba en televisión porque había encontrado después de treinta y seis años a su familia.

- Si usted tiene un caso similar, llame a los teléfonos que aparecen en la pantalla que nosotros le ayudaremos - Dijo el animador.

Lunes a primera hora estuve llamando al canal. Me dieron una cita a las tres de la tarde con el productor del programa.

Asistí a la cita puntualmente. Me tuvieron esperando en la sala de espera como media hora y me desesperé.

Un cantante que era  ídolo de las mujeres, pero por supuesto, ellas no sabían que él era homosexual,
porque  al igual que la mayoría de gente que es conocida en TV decía que tenia novia,  me quedaba mirando a cada rato.

Pasó toda la media hora parando de espaldas hacia mí para que le admire su trasero, pero ese rato estaba tan nervioso, 
que no hubo tiempo para coqueteos. El hombre notó que no le prestaba atención y se fue...

¡Al fin me entrevistaron!  Un señor gordo, de acento uruguayo, me dijo:

- ¿Cuénteme cuál es su caso?
- No he visto a  mi madre desde hace 23 años. Tuve una adopción ilegal, y nos separaron.
- ¿Cómo se llama su madre?
- Inés
- ¿Qué más me puede decir de ella?
- Calculo que tendrá unos 45 años y sé que ella es de Guayaquil.  Tengo una foto de ella, cuando era joven.
- ¿Cómo consiguió la foto?
- Madre Magdalena me la dio. Ella  conoció a mi madre.
- ¿Madre Magdalena nos puede dar alguna información sobre su madre?
- Sí - y le di el número telefónico de la casa.

Aquel productor era un témpano de hielo, anotó el número y me dijo: 
- Francisco haremos todo lo posible por ayudarle.

Nos despedimos. Había esperado media hora para una entrevista que no duro ni un minuto.

Lo primero que se me ocurrió fue: Deben tener muchos casos y al mío no creo que le den  importancia.
 

El Miércoles madre Magdalena me dijo:
- Francisco, llamaron del canal, tienes que ir el Sábado a las seis de la tarde. Van a buscar a tu madre.- y noté tristeza en su rostro.
- Aunque la encuentre, usted seguirá siendo mi madre
 


 

¡TE DESEO TODA LA SUERTE DEL MUNDO!


El sábado estuve en el canal. El programa se transmitía en vivo.
- Vamos a pasar los datos de tu madre para ver si asoma - me dijo el productor.

A las nueve de la noche, me llamaron y me llevaron detrás del escenario. El tramoyista dijo:

- ¡Usted es el próximo en salir al aire!
- ¡Eso no estaba en  mis planes!- respondí con las piernas temblorosas y empecé a rezar: Padre nuestro, que estas en los cielos...

- Y aquí esta Francisco para contarnos su historia. - Dijo el animador en voz alta mientras que yo me quedaba estático.
- No se quede allí quieto... ¡Salga! - Me ordenó el tramoyista.

Respiré profundo y salí. Todas las cámaras apuntaban hacia mí y el público estaba observándome.

- Francisco, ¡Cuéntanos tu historia! - Pidió el animador.

El conductor de aquel programa era "Carlos Mata", un  cantante caribeño que se hizo famoso con el tema tropical "Derroche".

- ¡Dios mío! Si me pongo a contar mi historia  me demoraré  horas- Pensé.
- Estoy aquí porque quiero encontrar a mi madre, tuve una adopción ilegal por la cual nos separaron y realmente quiero conocerla.
- Francisco, tú quieres encontrar a tu madre para abrazarla y decirle cuanto la quieres, incluso para perdonarla.- 
dijo el animador poniendo su mano sobre mi hombro para darme confianza.

- Sí, deseo conocerla.
- Dame los datos de tu madre.

Mientras hablaba vi que en  monitor interior del escenario, estaban pasando la foto de mi madre biológica.

Al terminar de hablar, el  animador dirigiéndose a la cámara dijo:

- Señores... ¡Ayúdennos a encontrar a la madre de Francisco!
Allí la tienen en sus televisores y llamen a los teléfonos que están ubicados en la parte inferior de sus pantallas.

A mí me tomaron del brazo y rápidamente me sacaron del escenario.
- ¡Espere aquí hasta que sepamos alguna noticia! - Me dijo el tramoyista dejándome junto a los graderíos.

- ¡No te desesperes! Tú madre asomará - Me dijo una modelo. 
- ¡Te deseo toda la suerte del mundo! - Me dijo un joven que acababa de ganar un millón de sucres. Pero no tenía ganas de felicitarlo.

Hasta el final del programa no hubo ninguna noticia, salí derrotado.
 


 

SEA LO QUE SEA, UNA MADRE SIEMPRE AMA A SU HIJO


- Francisco, ¿por qué no me lo contaste? - me dijo Julio por teléfono.
- Muy pocos lo saben - Le dije.
- Ahora entiendo porque te mandaron de tu casa. Una madre propia no hace lo que Gulnara hizo contigo. 
  "Aunque uno sea homosexual, una madre siempre ama a su hijo".  
 


Al siguiente día amanecí tan mal que ya no me pude levantar de la cama. La angustia se apoderó de mí. 
No tenía ninguna respuesta sobre el su  paradero.

Al medio día mi casa se llenó de varias chicas que vivían allí  porque estaban asustadas.

- ¿Qué pasa? - Les pregunté.
- Vine a verle porque ya era casi medio día y usted no se ha  levantado todavía. 
   Toqué la ventana, pero no me hizo caso. ¡Pensé que estaba muerto!
   Es raro que usted a estas horas del día este acostado.- Dijo una de ellas.

- ¡Estoy enfermo!  Me duele todo el cuerpo.
- ¡Yo sé lo que le pasa! - Dijo con tristeza una de ellas -  Usted está preocupado por la búsqueda de su madre.
- Es cierto... pero vayan tranquilas.

 

UN PACTO SECRETO ENTRE LA VIRGEN Y YO

Esos días me transformé en un inútil. La tensión fue tanta que no podía mover ni el cuello.

Me levantaba de la cama solo para ir al baño. Tenía una preocupación bárbara.

A  cada momento me preguntaba:
- ¿Aparecerá?... ¿Y si no aparece?... ¿Estará viva o  muerta?... ¿Tendré hermanos?... ¿Ellos me querrán?... ¿Ella me amará?

Me hice  todo tipo de preguntas que en ese momento tan solo el futuro me podía dar una respuesta.

De la angustia que sentía hasta empecé a reclamarle a Jesús:
- Me diste todo,  pero no tengo madre. Mientras que tú  te dabas el lujo de abandonarla. Te perdías y le hacías sufrir. 
¡Creo que tu madre entiende este sufrimiento más que tú!

Al terminar mi reclamo, le dije a la Virgen:
- Desde este momento tú pasas a ser mi madre adoptiva y ya no tendremos más problemas con tu hijo.
   Los dos compartiremos la misma madre.
 


 

Los días siguieron pasando. No me podía mover de la cama. Las chicas me venían a dejar algo para comer.

No soportaba ningún ruido, ni siquiera prendía la radio o la televisión. No me levantaba por la noche a encender la luz, ni la lámpara.

Veía mi cuarto y veía el amanecer. Dormía muy poco.

 

 

 

- ¡Francisco!... queremos hacerle una entrevista en el canal - Me dijo una periodista.
- ¡Estoy enfermo!  No puedo mover un dedo.
- Entonces nosotros vamos para  allá.
- ¿Encontraron a mi madre?
- No sabemos nada.

La incertidumbre y la angustia aumentaron. A las pocas horas vinieron a avisarme que los del canal estaban en casa.
Pedí que Dios me diera fuerzas porque no tenía ni ganas de hablar.

En la entrevista les conté todo lo que me había sucedido desde que me sacaron del convento hasta lo que estaba viviendo últimamente.

- Mañana a las seis vendrá un chofer a recogerte - Me dijo la periodista.
- ¿Encontraron a mi madre?
- No.

La angustia empezó a ser insoportable. Estaba perdiendo las esperanzas. La duda era la que más me abatía en esos momentos.
Otra vez, volví de nuevo a mi cama y pasé allí hasta el otro día.
 

¡SE VALIENTE Y AFRONTA LA REALIDAD!

Al estar cerca de las seis de la tarde me levanté. Estaba todo adolorido. Me vestí lentamente y fui donde Madre Magdalena.

- Te deseo suerte, pero en caso de que ella no asome, ¡Sé valiente y afronta la realidad!
 Pase lo que pase, yo siempre seré tu madre.

Llegó el chofer del canal y me llevó. En el camino lo primero que hice fue pedirle al chofer que pare en una farmacia. 
Compré pastillas de todos los colores y sabores para todo tipo de dolores.

-¿Sabe usted si encontraron a mi madre?
- Señor, a nosotros no nos dicen nada. Tan solo me pidieron que lo venga a ver.

Todo el trayecto estuve en silencio. La hora cero se aproximaba. 

Al llegar al canal, me llevaron por una entrada diferente a la que entra el público.

Me salió a recibir una señora muy amable que me pidió que la siguiera. 
- ¿Dónde está el baño? - Fue lo primero que le pregunté y ella me señaló el lugar.

Entré al baño y saqué todo el paquete de pastillas que tenía y me las tomé.
Estaba tan tenso que no soportaba el dolor, quería que me pase lo más rápido posible.

Me llevaron junto al graderío donde se ubicaba el público. El programa empezó a las siete de la noche.

Estaba sentado cruzado la pierna y con la mano derecha que sostenía mi cabeza.

No vi absolutamente nada. En mi mente tan solo se repetía la misma pregunta:
-¿La encontrarían?- Por más que quería salir de aquel laberinto, no podía.

Como a las nueve de la noche vino el conductor del programa y me dijo:

- Francisco... ¿Qué hicieras si tu madre está muerta?
- Estoy preparado para lo peor.
- Francisco, luego de diez minutos viene una persona al canal para darte una noticia sobre tu madre.
- ¡Dios mío!, mi madre está muerta - fue lo primero que pensé. - Si alguien viene al canal, es para decirme que ella falleció. 
   ¡Jesús!, ¿Para qué vine?

Los diez minutos fueron eternos. No fueron diez, fueron veinte, fueron treinta. En esos instantes se estaba presentando un ballet folklórico
que a mí me gustaba mucho, pero ese rato quería que desaparezcan.
 
La única esperanza que me daba era  que la persona que me traiga la noticia sobre el paradero de mi madre sea algún hermano mío
o algún familiar de ella.

Por fin terminó el número del ballet folklórico. Un ayudante me tomó del brazo y me llevó hacia el  escenario. 
El público me dio ánimos. Ellos estaban seguros que la iba a encontrar.

Después de la publicidad, salimos al aire. - Francisco... te tengo una gran sorpresa.- me dijo el animador y me tomó del brazo.
 - ¡Tu madre esta aquí!

En aquel instante me quede mudo. Vi hacia la puerta donde ella debía salir y apareció una señora pequeña, gorda y morena.
No se parecía para nada a la foto que  yo tenía.
-¿Acaso ella es mi madre?

La señora se escondió detrás de la puerta. Luego vi que salió por la puerta una mujer rubia, blanca, muy bonita y elegante.

Para mí ella era hermosa, tenía lágrimas en sus ojos y su rostro expresaba felicidad, venía con sus manos aplaudiendo de la emoción,
luego juntaba sus manos agradeciendo a Dios el haberme encontrado.

Ella se aproximó hacia mí y me abrazó fuertemente y también la abracé. Sentí que el corazón me latía a mil.
Ella me besaba mientras que apoyé mi cara en su hombro tratando de ocultar mi rostro porque tenía varias
cámaras enfocándonos y dos estaban muy cerca de mí.

- Hijo te amo. ¡Siempre te he amado! - Me dijo ella al oído. Eso fue lo más bello que pude haber escuchado en toda mi vida.

Nos separaron y nos pusieron frente a las cámaras. El animador me decía - Francisco habla... ¡Cuéntanos lo que sientes! 
Pero no pude  hablar. No podía decir absolutamente nada.

Estaba seguro que si no hubiese sido tan fuerte, ese momento me hubiera dado un infarto.

Ella habló:
- ¡Gracias a Dios y a ustedes por haberme devuelto a mi hijo!  Siempre ore pidiendo a Dios que no me deje morir sin volverlo a ver.

 Ella me tomó de las manos y me dijo:
- Francisco, este momento te vas a casa conmigo porque tus hermanos te esperan.
Tienes tres hermanos y están allí con mi  familia esperándote...

Ese momento casi me muero de la emoción. Nuestro encuentro televisado terminó y pasaron hacia la publicidad.

Al ver a mí alrededor pude captar lo que estaba pasando en ese lugar. Todos, excepto el productor del programa, estaban llorando.

Agradecí a todos por la ayuda que me dieron. Los del canal nos abrazaron y nos desearon lo mejor. Luego salimos.

 

 

 LOS MILAGROS EXISTEN

En la calle nos esperaba un auto con un chofer. En el auto, ella me agarró fuertemente de mi mano y se le notaba que estaba muy contenta. 
Lo primero que noté es que los dos nos tuteábamos y eso me dio mucha confianza porque con Gulnara tuvimos un trato diferente.

En el trayecto del canal hacia su casa  ella me dijo: Yo te dejé con las madres porque ellas te querían mucho y tú pasaste a ser el mimado
de la  comunidad. Tú  nunca quisiste vivir conmigo aunque yo te visitaba todos los fines de semana.
Cuando tú ya tenías cinco años, te fui a visitar y me encontré con que tú no estabas. Contrate detectives para buscarte.
Las madres no me querían dar ningún dato sobre tu paradero. Me decían que tú estabas muy bien con una familia en España.

Los detectives me decían que andabas por diferentes partes del mundo hasta que me dijeron que te encontrabas aquí en Ecuador. 
Fue tan difícil buscarte, que cuando ya teníamos alguna pista tuya, esta se desvanecía. Casi me vuelvo loca.

Cada vez que pensaba en ti me ponía a llorar. No sabía como estabas. La angustia se apoderó tanto de mí que incluso caí en las drogas. 
Dios me ayudo mucho, me volví evangélica y conocí a Jesús.

El escuchó mis oraciones y el hecho que estemos juntos tú y yo juntos es un milagro.
Hace quince días todas las comunidades cristianas de Quito se pusieron a orar pidiendo a Dios que tu aparecieras,  y mira… ¡
Dios me hizo el milagro!

Al llegar a su casa había mucha gente que estaba esperando en la calle. Todos estaban deseosos de conocerme
y salude con la mayoría de ellos aunque no sabía quienes eran, me imaginé que eran amigos de la familia.
 
Al entrar, un joven trigueño de unos veinticinco años salió  a recibirnos y se abalanzó a los brazos de mi madre. 

El estaba llorando y le saludo - ¡Mami querida!
- Después  vino hacia mí y me abrazó  fuertemente.

Para mí fue una sensación nueva. Estaba por primera vez abrazando a un hermano que nunca antes lo había conocido.

En la sala de la casa estaban varias personas y se pusieron en fila para irse presentando una por una. 
Cada una  me abrazaba y luego se presentaba:

- Hola, soy tu tía de Loja...
- Hola, soy tu abuela...
- Hola, soy tu sobrina de Guayaquil...
- Hola, soy tu prima Baños...
- Hola, soy tu tío de Ibarra...
- ¡Qué familión! - exclamé.

Los saludos continuaron hasta que vi a una pequeña de unos ocho años acercase a mí, me imaginé que era alguna hija de algún nuevo pariente mío.
Ella me abrazó fuertemente, me dio un beso y me saludo - ¡Hola! Soy la vecina de al lado.

De pronto vi que una mujer joven de unos veintiséis años salía de un dormitorio, al ver a sus ojos, se notaba claramente que había estado llorando,
 y al ver su cara exclamé en mi interior - Esta mujer me cae mal, cada vez que voy a pedirle un favor  al banco donde ella trabaja, me atiende mal
y para mi desgracia su mejor amiga me debe dinero y ella la protege cuando le voy a cobrar.

Pensé que era exactamente otra vecina que estaba de colada en la fiesta del reencuentro.

Le salude  - Hola, ¿Cómo te va? 
- ¡Muy bien! Gracias -  Contestó y se abalanzó a mis brazos.  
- ¡Soy tu hermana!

En todo ese tiempo, una niña de unos siete años estuvo junto a mí y solo me veía pero no  le presté mucha atención ante tanta gente que había allí.
Al ver que no le daba importancia, ella me dio un jalón en mi camisa.
Al verla  ella me dijo enojada - ¡Hazme caso!... Soy tu hermana.

Al ver que  las facciones de aquella criatura eran tan parecidas mías, me di cuenta que en ella era la última hermana que  me faltaba por conocer.
La  abracé fuertemente y la besé. Todos coincidían que ella era la que más se parecía a mí.

- He estado viendo televisión desde las tres de la tarde esperando a que tú aparezca.
   Incluso no me fui al cumpleaños de mi amiga por verte. - Me dijo dulcemente.

Luego de conocerlos, todos se pusieron alrededor de la sala. Para mí fue una noche tan llena de emociones que necesitaba de urgencia
un cigarrillo para calmar un poco mis nervios. Miré para un lado y luego hacia el otro y noté que nadie fumaba.
Vi hacia la mesa del comedor y no había nada de licor. - ¡Qué familia tan rara!- pensé.

- En estos casos se acostumbra hacer un brindis, pero aquí ni siquiera eso. Creo  que es por el hecho de que mi  madre se volvió evangélica.

Estoy seguro que volvió salvos a toda la familia y les dijo que tomar y fumar es pecado.-

Mi hermana mayor notó que estaba inquieto y me preguntó:

- Francisco... ¿Deseas algo?
- ¿Alguien tiene un cigarrillo?  - Pregunté recelosamente.
- ¡Bravo! - gritaron todos y aplaudieron.
- ¡Esta familia es de locos! - Pensé.
- Francisco discúlpanos! Este momento nadie tiene cigarrillos... Yo iré a comprarlos, pero también
   ¿No te molestas si compro una botella de ron? - Preguntó el esposo de mi hermana cautelosamente.
- ¡Por supuesto que no!
- ¡Braaavo! - Gritaron todos  e nuevo y otra vez hubo aplausos.
- ¿Qué pasa? - pregunté.

Mi hermana al notar  que me sentía tan raro al ver ese tipo de reacción , dijo:
- Francisco, nosotros nos imaginamos que como tú vives en una comunidad religiosa…
   que tú no tomabas, ni fumabas y por eso no compramos ni cigarrillos, ni trago para que no te sientas mal 
   y  no tengas tu primera mala impresión de tu familia.

- Yo fumo y bebo - Les dije.
- ¡No lo puedo creer! - Dijo mi madre.
- ¡Bravooo! - Volvieron a gritar el resto.

 

LA LEY ES TAN SOLO ES PARA LOS POBRES.

Después del brindis, entre besos, abrazos y lágrimas de mis familiares, una señora que estaba allí  me pidió que le acompañara
al pasillo porque quería hablar a solas conmigo.

- ¡No le diga nada ahora!. Yo sé lo diré después.- Le dijo mi hermana pero ella no le hizo caso.

Me tomó del brazo y me llevó hacia un dormitorio. Al ver la actitud de aquella mujer, noté  que el ambiente se puso tenso. 
Todos se quedaron mirándose  las caras y la alegría que reinaba anteriormente cambió por el silencio.

Cuando estuvimos solos ella me dijo - Francisco, su madre es una mujer honorable, muy honrada y trabajadora. 
Yo la aprecio mucho porque a pesar de que ha sufrido, ella ha sabido luchar contra las adversidades y salir adelante.

Francisco, le cuento que  su madre fue la dueña de la mejor casa de citas de esta ciudad.
Al hacer una redada, la policía descubrió a su madre con otros amigos consumiendo coca y actualmente está pagando una pena en la cárcel.

Esperamos que salga dentro de unos dos o tres años. Ella tiene un buen comportamiento, esto le ayudará a disminuir la pena.

- ¡Solo eso me faltaba! - me dije a mí mismo sintiendo como si me hubiesen lanzado un balde de agua fría.
- Lo importante es haberla encontrado y esperemos que pronto salga de ese lugar - Le dije.

Al volver a la sala, fingí como si no me hubiera afectado la noticia pero noté que en los ojos de aquella familia había tristeza.
Mi madre tuvo que tomar la cena a toda prisa porque ya concluía el tiempo de permiso que le habían concedido.

- ¡Al mal  tiempo, buena cara!... Peores cosas ya me han pasado - Me dije  tratando de detener mis lágrimas.  

 


 

Al siguiente día fui a la cárcel. El guía me dijo - Usted ha sido el único que ha podido paralizar esta cárcel.
Nunca antes en mi vida había oído tanto silencio y tampoco había oído, después del encuentro, llorar a tantas mujeres juntas.

Usted me hizo llorar también.

Salude con muchas reclusas. Todas ellas fueron muy amables y cariñosas conmigo. Me invitaban a sus celdas y trataban de brindarme algo.

A  pesar de que ellas eran muy amables y se esmeraban por hacerme sentir bien, una sensación de tristeza invadió mi alma al darme 
cuenta en la realidad en  la cual  vivía mi madre. En aquel  momento, por más problemas que haya tenido, sentí que la era un afortunado
al  vivir con madre Magdalena.

Al ver tanta gente humilde encerrada allí pensé que  "La justicia solo es para los pobres".

- ¿El nombre de mi padre es Esteban Cordero?
- No - dijo ella inmediatamente - Tu padre se llama Armando Bastidas.
- Las madres me dijeron que era el anterior.

Mi madre al notar mi  confusión y a la vez melancolía me dijo:
- Estás decepcionado por haberme conocido. Tú tan solo me buscaste imaginándote que yo tenía dinero y te encontraste con una presidiaria.
¡Tú tienes la culpa de toda mi desgracia!

- ¡Estas loca!  Siempre supe que eras una mujer de condición humilde y a pesar de saber que fuiste una puta, te busqué.

Ella se levantó furiosa queriéndome pegar - ¡Eres un maldito! - Gritó, mientras que yo le detuve sus brazos fuertemente y le dije 
- A mí no me topas, porque no soy tu hijo.
- ¡Un monstruo como tú, no puede ser mi hijo! - Dijo con iras.
- ¡Una mujer que abandonó a su hijo, no puede ser mi madre!
- ¡Malagradecido! - Gritó - Gracias a mí, tienes la vida.
- ¡Hubiera preferido que me abortes!

Ella se quedó llorando y al salir de aquella cárcel lo primero que hice fue comprarme una botella de trago para tranquilizar mis iras 
y mi arrepentimiento de haberla encontrado.  
 

 
 

- ¿Qué hace tu madre? - Preguntó Julio una tarde.
- Es evangélica y trabaja como misionera en la cárcel de mujeres.
 

 

LA SUPERFICIALIDAD EN EL AMBIENTE GAY.

Un día me dio una gripe muy fuerte  y me fui al sauna  para tratar de curármela. Al entrar al sauna  vi a un hombre de unos cuarenta 
años aproximadamente. Blanco, ojos y pelo negros. Tenía facciones finas. El estaba sentado conversando con un joven.
El me quedo observando y  no pude apartar mi vista de él. Había algo en aquel  hombre que sin haberlo conocido antes, 
ejercía una fuerte atracción sobre mí.

Fui a cambiarme en el vestidor y desde allí podía escuchar claramente la conversación en una sola dirección que él mantenía con su amigo.

- Yo tengo una hacienda, muchas cabezas de ganado y varios peones a mi servicio. Cuando fui a Italia por última vez,
conocí  las tierras de mis familiares que son una de las mejores familias de allá. Algunas de esas las tierras que eran mías
y que no las había conocido antes.

Gracias a mis viajes por todo el  mundo puedo hablar inglés, francés, italiano y alemán y  te diré que los hombres más lindos los he visto en España.
Los italianos también son preciosos.  

- ¿Y actualmente qué haces? - le preguntó aquel joven.
- Me compré una casa en el Valle. Es una casa grande que tiene una piscina fabulosa  y me dedico a vivir de los intereses que me rinden
las varias inversiones que he hecho en el banco.

- ¡Admirable! - Le dijo su amigo - ¡Tú situación es envidiable!
- ¡No te creas! - Respondió él - Acabo de venir de México y me robaron mi Visa, mi Mastercard y la American Express.

- La máxima virtud que posee este hombre es la modestia - pensé.

Tomé una ducha  y  luego entré al  turco. El entró detrás de mí.  Al ver que tomé una hoja de eucalipto para olerla, 
él también tomó algunas hojas  y me las entregó.

- Toma... ¡Inhálala esto!  Te hará bien para sanar tu gripe.
- Gracias...
- Mi nombre es Joaquín y por si no lo sabes tengo un apellido muy especial... ¡Es un apellido de clase! -  me dijo tratando de  impresionarme.
- ¿Cuál es tu apellido?

Al oír su apellido, lo único de especial que tenía es que era extranjero, pero jamás había oído que los miembros  de su  familia eran
considerados como miembros de una clase social media alta o alta.

LOS CURAS HACEN PEORES COSAS QUE NOSOTROS.

- ¡Qué mal educado eres! - Dijo mientras que puso su mano sobre mi pierna. - Tú no te has presentado.
- Pero si no me dejas hablar.
- ¿Cómo te llamas?
- Francisco.
- ¿De dónde eres?
- De Quito.
- ¡No lo pareces!... ¿Qué haces?
- Trabajo para una financiera...  ¿Y tú?
- Actualmente nada - y sentí que su mano ya estaba sobre mi pecho.  
- ¿Como así?
- Acabe de llegar del extranjero. Estuve trabajando para la Iglesia Católica.  
- Yo también trabajé para unos sacerdotes católicos. ¿Qué te pareció tu trabajo?

El puso un gesto de despechado y quitó su mano de mi pecho.

- ¡Mira!... después de lo que vi allí, estoy consciente de que posiblemente tan solo peco porque soy débil ante la carne, 
pero allí he visto que los curas hacen peores cosas que nosotros. Si me comparo con ellos, soy un santo.

Ese rato me reí y le dije burlándome.
 
- ¡San Joaquín de los gays!
- No te burles... ¡No soy ningún santo!
- Ni yo tampoco.
- Pero lo que más me enerva es que allí todos son homosexuales y nos viven criticando.
- No todos...
- Todos..., para mí son todos. - El enfáticamente  afirmó. - Cuando estuve trabajando para los curas, la mayoría me quedaba viendo el culo.
Lamento no haber sido más avispado,  porque me los hubiera comido a todos.

Un cubano que estaba frente a nosotros escuchando nuestra conversación me dijo: - ¡Todos lo son! ... Yo fui amante del obispo de La Habana.
Y la última vez que lo visité, aunque ya no somos nada, ese hombre se desesperaba por tener algo conmigo.
- ¡Ya ves!... ¡Te das cuenta que son todos!-  me dijo Joaquín tratando de convencerme.

Joaquín  me siguió conversando sobre su vida.

-  Yo he viajado mucho, conozco varios países. La última vez que fui al aeropuerto, tuve que hacer la fila para el prechequeo, 
entregar mi equipaje, luego ir a la sala de espera...
- ¡Ve al grano! - Le interrumpí - No hace falta que me expliques como tomar un avión. Yo también he viajado.

El se quedo en silencio por un momento.  Sintió claramente que le corte sus ínfulas de demostrarme que era un hombre de mundo.

- ¡He estado en Italia y hablo italiano! - me dijo.

Vi que llevaba puesto su reloj e inmediatamente le pregunte: Che ora é? (¿Qué hora es?).
El se quedo por un momento pensativo y me respondió: Capisco (Entiendo).

Posiblemente él creyó que me convencí de que hablaba italiano y trató de seguir presumiendo.

 - ¡He estado  en Francia y también hablo Francés! -  Y le hice la misma pregunta, pero  en francés:
- Quelle heure est-il? -  El me quedo viéndome como un idiota y  respondió - Mercy  (Gracias).

Al verlo tan solo pensé - ¡Este tipo no sabe ni donde está parado! Pero él no se dio por vencido e insistió. 

- También viví en Alemania... - Inmediatamente puse mi dedo sobre su boca tratando de que se callara
y no porque seguir comprobando si hablaba o no ese idioma, sino porque realmente yo no sabía ni jota de Alemán.

Joaquín se calló. Tomó mi mano y entrelazo sus dedos con los míos. Apretó fuertemente su mano con la mía  y por unos minutos
nos quedamos los dos en silencio sintiendo nuestras manos juntas pero el joven con el cual Joaquín estuvo conversando 
anteriormente vino y se sentó junto a él, le guiñó el ojo y le hizo una seña con su mirada para que lo acompañara.

El salió e inmediatamente  Joaquín separó su mano de la mía y salió tras él.


TE HACE FALTA ENAMORARTE PARA QUE ORDENES TU VIDA

Un hombre cuarentón que lo había visto varias veces en el sauna, pero que siempre sentí que los dos no nos simpatizábamos,
se sentó junto a mí y me preguntó:

- ¿Qué te pasa? ...¡Te veo tan arruinado!...
- Son tus reflejos... ¡Querida! - respondí tratando de que no baje mi auto estima.
- Tú siempre tan venenosa que cada vez que te veo siento que  te odio.- me dijo molesto.
- ¿Por qué?
- Cada vez que vienes por acá, me quitas todas las posibilidades de hacerme algún levante.
   La mayoría te sigue a ti y a mí no me paran zona.
- ¿Y qué culpa tengo de que seas feo?

El sonrió fingidamente - Tengo que admitir que lo que me dijiste es cierto y lograste hacerme sentir mal pero también tengo que 
admitir que te admiro porque acabas de hacerte un buen levante.

- ¿Cuál?
- ¡No te hagas el loco!... Acabas de estar tomado de la mano con  Joaquín.
- El, en estos momentos está en las duchas con otro.- Le dije riéndome.  

El se puso pensativo y me dijo - Joaquín  tiene un lindo carácter, pero es muy puto. A él no le gusta enamorarse y le gusta hacer sufrir. 
El se cataloga como malo pero ante ti yo creo que él es un santo. Espero que los dos sigan juntos porque Joaquín es
el  único que te puede componer.

- ¡No tengo necesidad de estar con nadie y a mí nadie me compone.
- ¡Vale la pena que estés con él! - Recalcó -  Te has hecho un levante de un millonario.
El tiene mucho dinero, es una  suerte que se haya fijado en tí y sé que a ti te hace falta enamorarte  para que ordenes tu vida.

- Mira quien habla...

En aquel momento  decidí que era mejor irme. Me vestí y Joaquín también hizo lo mismo. Salimos juntos.
El se ofreció para  llevarme en su auto. Al salir del sauna  me enseñó su carro y otra vez presumió:

- ¡Mira Francisco!... ¡Este es mi carro! Lo compré tan solo porque un  vecino  mío compró uno igual antes que mí 
y me presumió diciendo que su familia tiene dinero. A la semana siguiente yo también compré este auto para que él se
de cuenta que mi familia también tiene dinero.
¿Qué te parece?

- Teníamos un carro así en casa hace diez años.
 


 

DIME LO QUE PRESUMES Y TE DIRÉ DE LO QUE CARECES

En el trayecto me siguió conversando sobre sus grandezas, y aunque me gustó físicamente, pensé en no volver a verlo.

El me dio su teléfono, le di mi tarjeta y al ver mi apellido se quedo callado. Sus ínfulas de tener un apellido de "clase" se le fueron.

Al siguiente día Joaquín llamó para  invitarme a una fiesta gay por la noche. Al llegar a la fiesta nos saludamos con un abrazo
muy fuerte y casi me mareo al oler tanta colonia. Se había echado medio frasco de Crome de Azzaro.
Al notar que olí su perfume me dijo altivamente:

- ¡Es Pasha de Cartier! A mí tan solo me gustan las cosas finas. - Tan solo fruncí el ceño.
- ¿Sabías que  me eligieron hombre mejor vestido de mi pueblo? - Me preguntó.

Al ver su vestuario que no era fino ni caro, tan solo pensé - Si él es el mejor vestido, ¿Cómo vestirá el resto?

Joaquín no se quedo quieto. Quería impresionarme a toda costa. Saco su pie de su zapato y me dijo:
- Estos zapatos italianos, aunque son caros me aprietan. ¡Fíjate en la etiqueta!, ¡Son zapatos finos!

Vi la etiqueta. No le dije nada y entré mí pensé - ¡Parece que es primera vez en su vida que este hombre utiliza zapatos de marca!

Y siguió presumiendo - A mí me encanta tener mis zapatos limpios, llevar mi rompa bien limpia...

-  Ojala que así como eres de limpio por fuera, así sea tu corazón.

 


 

PARECE QUE NOS CONOCIMOS ANTES

En esa fiesta Nicolás estaba con su pareja y al menor descuido de Nicolás, Joaquín fue a proponer a su pareja  que tuviera relaciones con él.

Joaquín era demasiado coqueto y a pesar de que la mayoría de sus cualidades no me gustaban, sentía que algo inexplicable me unía hacia él.

Al salir de la fiesta y despedirnos en la calle.  Joaquín me abrazó fuertemente y me dio un beso. 
Luego  Joaquín puso sus brazos alrededor de mi cuello y de pronto sentí como si él se desmayara.

Sus piernas se debilitaron y apoyo su cabeza sobre mi hombro. Yo tenía mis brazos alrededor de su cintura y trataba de sostenerlo. 
El levantó su cabeza y vio hacia  mis ojos y  luego me besó otra vez fuertemente, separó sus labios de los míos 
y volvió a apoyar su cabeza sobre mi hombro.

¡No sabía qué le pasaba!  Creía que era  un estado de excitación o realmente se estaba desmayando. 
Tan solo pegué mi cabeza a la suya e inmediatamente sentí que el que me iba a desmayar era yo. 
Traté de ser fuerte porque estaba sosteniendo a Joaquín y en ese momento sentí  que él tenía parte de mi vida
y yo tenía parte de su vida dentro de mí.

Joaquín levantó su cabeza y me dijo:
- Francisco siento que  te conozco desde antes.- y volvió a posar su cabeza sobre mi hombro.
- A mí me pasa lo mismo - le dije al oído.

Permanecimos abrazados sin decir nada. Sentía que los dos estábamos débiles pero a la vez estábamos unidos por algún lazo inexplicable.

Sus piernas estaban totalmente débiles. El otra vez levantó su cabeza y me dijo como un susurro al oído " Te amo".

Mientras que en la casa de alado se escuchaba en la radio a  Perry Como cantar a todo volumen:

- I hear it still, I always will best on the bill charade.

- ¡Esa es mi canción favorita! - Me susurró al oído.

 


 

EL ESTILO DE VIDA EN EL AMBIENTE GAY ES TAN SOLITARIO


Dos días después nos volvimos a ver. Luego de una conversación donde él me hablo de sus finos gustos y sus banalidades me dijo 
- Francisco, quiero tener pareja. No quiero seguir viviendo este estilo de vida que es tan solitaria.

Tan solo le escuché. Sentía que lo quería mucho, pero en mis planes no estaba que él sea parte de mi vida. 

Lo noté medio desconsolado.

 - Francisco. Sabes que tan solo he vuelto al Ecuador a ver lo que pasa, sino encuentro a alguien, me regreso a España.
- Difícil que lo encuentres aquí.
- ¡Sé que lo voy a encontrar! - Afirmó con un tono de seguridad y  me tomó de la mano.
- Me gustaría que mi pareja sea un  tipo serio y de dinero como tú. - Me reí y le dije: 
- No te fijes en mí porque soy pobre.- Y por presumirle le dije  - Mi abuela es la que tiene el dinero y vivo con ella. 
- No hay problema. Yo también soy pobre, mi padre es el que tiene el dinero y  vivo con él.  

 

 
Empezamos a salir juntos. Solíamos ir comer, a conciertos o a  presentaciones artísticas. Nos hablábamos por teléfono.

Nunca antes yo había llamado a alguien que conociese en algún sitio de ambiente, pero esta vez lo estaba haciendo con Joaquín.

Un noche estando juntos conversando en su auto, Joaquín me contó que tan solo dos veces había amado en su vida 
y que con aquellos hombres nunca llegó a pasar nada. Luego tomó mi mano y la beso y dijo muy contento:

- Nunca antes tuve pareja. Es primera vez que la tengo y me siento contento al estar contigo.

Me pareció tan dulce la su manera de ser conmigo que al ver su alegría, tan solo me calle.  
 

 

Un día salimos a pasear con una amiga suya y él no le prestó mucha atención. Todas sus atenciones fueron para mí. 
Era como si ella  le estorbara, pero a la vez pude notar claramente que ella estaba enamorada de él.

Cuando fuimos a comer en un restaurante de comida rápida, Joaquín tan solo pidió comida para los dos. 
Luego de que hiciera la orden le preguntó a ella si deseaba algo. Ella respondió que no y se fue al baño. 
Cuando ella volvió, al ver sus ojos noté que había llorado.

Joaquín se fue al baño y nos dejó solos por un momento  y ella me preguntó:
 - Francisco, quiero que me digas la verdad. ¿Son Joaquín y  tú pareja?
- No, tan solo somos buenos amigos.

Ella suspiró:
- ¡Qué alivio me has dado! Por un momento llegué a dudar de la hombría de Joaquín porque para mí ese hombre es bien macho.

Tuve que respirar profundo para contener una risa maliciosa que iba a salir de mí.
Mirándola fijamente a sus ojos, pregunté - ¿Te has acostado con él?

- No, pero nunca dudaré de su hombría porque él es muy coqueto con las mujeres.

Era difícil que una mujer sospeche que Joaquín era homosexual porque era demasiado coqueto
y atento con ellas y además para tapar su orientación sexual, 
él estaba tratando de conseguir un acta de matrimonio falsa con un amigo  que tenía en el Registro Civil.  
 



LA PREGUNTA QUE MAS INCOMODA A UN GAY

Mi madre salió de la cárcel, obtuvo su libertad. Estuvimos en su casa conversando con sus amigas  y ella me hizo
la pregunta que más incomoda a los gays. 

-  ¿Por qué no te casas?
- ¿Para qué?, así estoy bien.

Sus amigas me dieron la razón y  dijeron que era preferible no casarse, que soltero me mantenía bien y les seguía la corriente, 
pero noté que  en el fondo mi madre sospechaba algo y dio su opinión.

- Lo que realmente pasa es que Francisco no se casa porque le gustan los hombres.
Dijo enfáticamente, con un tono hiriente y burlesco a la vez.

Ese momento me levanté del asiento y dirigiéndome hacia ella y tratando de herirla también,  dije la verdad:
- Sí, me gustan los hombres y algún día te voy a presentar a mi pareja.

Al oír ella aquella  respuesta, ella se quedo fría por un momento y luego se empezó a reír y sus amigas hicieron lo mismo.

- Francisco... ¿ Tú... gay ? ... ja, ja, ja... Ya me han contado mis amigas lo mujeriego que eres.
Vas a una discoteca y te besas con varias chicas. Eres un coqueto. Ellas están admiradas de ti. 
Con esa pinta de pícaro que tienes, no lo creería, así te viera junto a un hombre.

Me volví a sentar derrotado  - ¡Se arruino mi venganza! - Pensé.

 



En el día de mi cumpleaños invité a diecisiete personas, pero aparecieron sesenta. El ochenta por ciento de ellos eran gays. 
Todos se portaron muy serios. Interiormente estaba que rezaba para que alguno de mis amigos no se le salieran las plumas.

Joaquín me llevó un pastel que me lo había hecho y mi madre con su mirada siempre estuvo pendiente de los dos.

En un momento que lo abracé en la cocina, ella entró y nos quedo observando. Aproveché ese instante para presentarlos.

 

Al momento del brindis, fue ella quien lo hizo.

 - Hijo...te deseo que Dios siempre te bendiga y le agradezco por ser la primera vez que pasamos tu cumpleaños juntos 
y también deseo con toda mi alma que pronto te cases. - Y miró con una mirada reprochante a Joaquín, mientras que él agachó la cabeza.

Al oír aquello, el ochenta por ciento de los que estaban allí se quedaron estáticos y en silencio, mirándose unos a otros.

- ¡Maldición!, esta mujer no entiende que no me voy a casar.- Pensé.

Después la comunidad gay presente en aquella fiesta comenzó a murmurar:

- ¡Dios!, cómo puede ser una madre tan mala;
- La madre de Francisco es una bruja;
- ¿Qué mal haría Francisco para que su propia madre le desee tanto daño?

Joaquín alzo su mirada, me miró a los ojos y noté que se sintió mal.

Al momento de alzar las copas,  mi madre dijo  - ¡Salud!-  y miró otra vez hacia Joaquín severamente y luego se dirigió hacia mí.

- ¡Cumplí mi promesa! - Me dije a mi mismo con gesto de éxito y mirándola fijamente a sus ojos.
 


 

LAS MALAS NOTICIAS VUELAN

En los siguientes días, el correo de brujas se encargó de expandir la noticia de que Joaquín y yo nos llevábamos bien  
y no faltaron las llamadas de advertencia:

- Francisco, sé que te has enamorado de una  p...
- Francisco, tú sabes que Joaquín no es un santo de mi devoción porque ese hombre tiene majada en el cerebro...
- Francisco, ¡Sepárate Joaquín! El es muy lanzado...
- Francisco... ¡Ten cuidado de Joaquín!  Es tan promiscuo que estoy seguro de que  tiene SIDA...
- Francisco, de las putas de Quito, Joaquín es la mas puta...
- Francisco, Joaquín nunca usa condón...
- Francisco, Joaquín es un hombre que se ha prostituido tanto...
- Francisco, Joaquín pertenece a una generación de gays que está perdida...
- Francisco, Joaquín dijo que tú eras su amante y que tan solo  estás con él por su dinero...
- Francisco, es difícil  que Joaquín  ame...
- Francisco, Joaquín no es gay, él es un puto...
- Francisco, no seas ni siquiera amigo de él...
- Francisco, me has defraudado. ¡Como puedes ser amigo de un hombre que no tiene clase!

Y al final del chisme, cada uno me decía que todo lo hacían por mi bien y porque lo tanto me apreciaban.

 


LA MALDAD SE DISFRAZA CON LA  LA CARETA DE LA BONDAD.

Una noche en la que nos encontramos con Joaquín noté tristeza en sus ojos.

- ¡Hola! - me saludó y luego me dio un abrazo. - ¿Qué tal la pasaste últimamente?
- Bien.

El  estuvo largo rato en silencio - ¡Algo le pasa a este hombre! - pensé hasta que  decidió hablar.

- ¿Qué pasaría si  te fuera infiel?
- Ese momento terminaría contigo.
- Los hombres somos infieles.- Dijo cambiando de actitud.
- Es por eso que prefiero estar solo.
- De esa manera nunca vas a tener pareja.- Me dijo bravísimo.
- Y ¿Quién te ha dicho que yo quiera tener pareja? - le pregunté exaltado.
- Pues... ¡Todos! - dijo - La mayoría anda diciendo que los dos somos pareja.
   Y yo no quiero tener pareja. Me encanta ser soltero. 
   No estoy casado con nadie y no quiero que te hagas ilusiones conmigo  porqué soy malo.

Y enfáticamente me repitió - ¡Yo soy  malo!

Al oír aquello, me reí y le dije - No confundas "la maldad" con el hecho de haber hecho tonterías en tu vida.
La maldad se disfraza con  la careta de la bondad.
El malo es sumamente inteligente, nunca dice que es malo, ni lo reconoce.
Tú eres tonto...

- Pero a pesar de ser tonto, te hiciste ilusiones conmigo -  dijo tristemente.
- Yo nunca me hice ilusiones contigo. Tú eres muy   famoso en el ambiente y no me gusta vincularme sentimentalmente con nadie
que frecuente esos lugares.  Peormente con alguien que conocí en el sauna.- le dije exaltado y le miré con desprecio.
- ¡Ilusionarme de alguien como tú!, creo que sería la peor tontería de mi vida.

- Entonces ilusiónate de tu Matías - Me retó enojado.
- ¡Deja a Matías en paz! El y yo no somos nada. Y si tú en tu vida ya no tienes ilusiones por haber puteado tanto.
   No mates las ilusiones de los demás.
- En este ambiente nadie vale la pena y es por eso que yo no me ilusiono de nadie. - me dijo molesto.
- No te ilusionas de nadie porque crees que todos son iguales a ti - Le dije enérgicamente.
- No me hago ilusiones con nadie porque soy un hombre maduro - Dijo presumiéndome y junto sus manos en forma de plegaría y  dijo: 
- Voy a orar por ti para que madures.
- Si la madurez es ser como tú, prefiero ser inmaduro - le respondí con cólera en mis ojos.
- Los maduros lo único que saben es hacer daño - Acoté.

Joaquín se quedó en silencio. Le estiré la mano para despedirme y él no la tomó.  Me quedo viendo a los ojos y me abrazo fuertemente. 
Sentí claramente que eso era una despedida y me tranquilicé.

- Joaquín... No te preocupes. Por mí no ha pasado nada. Seremos buenos amigos y siempre recuerda que te quiero mucho.- Le dije al oído.

El inmediatamente retiró sus brazos sobre mí y se separó. Vi que en sus ojos había tristeza.

Otra vez unió sus manos en forma de plegaria y me dijo suplicándome:

- ¡Por Dios!, Francisco... No me quieras... ¡Yo soy malo!
- Si tú eres malo... ¡Yo soy maldito! - Le dije secamente.

El tan solo me miró, su aspecto cambió, trató de entender lo que le dije, pero no lo creyó, se dio la media vuelta y se fue.

Al verlo alejarse, pensé - Joaquín es igual a todos los que frecuentan el ambiente.
Primero  dicen que quieren tener pareja, luego dicen que te aman, obtienen sexo y se van.
Es por eso que nunca me voy a enamorar. No sirvo para esto.
No sirvo para amar, ni para que me amen. Así estoy tranquilo y no sufro como sufrí antes.

 


 

EL AMOR ES UNA ESPINA QUE ATRAVIESA TU ALMA

Al siguiente día era Navidad, Emily vino a visitarme. Ella notó que yo me sentía mal. Por más que quise ser duro, no pude fingir.
Emily me preguntó:

- ¿Qué te pasa?
- Peleé con Joaquín.
- ¡Lo sé! - Respondió ella - Sé que te separaste de Joaquín  y también sé que él es gay y tú alcohólico.
- ¿Y cómo sabes eso?

Ella señaló con su dedo índice hacia arriba - El me lo dijo - Entendí de quien me hablaba.  

- ¿Pero que tiene que ver El en esto?
- Francisco... ¡Este momento te vas conmigo a misa y vamos a orar por Joaquín!
- Es preferible que ores por mí. Ser gay no es una enfermedad, en cambio el alcoholismo, sí.
- El de arriba me dijo que tengo que orar por los dos.

Emily me tomó de la mano y me llevó hacia su auto y nos dirigimos hacia Santa Teresita para escuchar la misa de once.

Al momento de la oración del Padre Nuestro, Emily me tomó fuertemente de la mano y empezó a orar en silencio.
Sentí de pronto que un calor invadió todo mi cuerpo. Estuve cerrado mis ojos pero vi claramente fuego en mi interior.

Era una especie de fuego que me traía paz y me daba un poco de alivio a mis penas y sentí la presencia en mi interior
de alguien que me amaba y por tratar de sentir esa presencia, preferí no orar en voz alta.

Una voz dulce de un hombre me empezó a hablar y me agarré más duro de la mano de Emily porque sentí que me iba a desmayar.

- Francisco ama. ¡El amor es  una espina que te atravesará el alma!
Mientras más ames, más te dolerá y mientras más te duela, más luz habrá en tu vida.
Esa espina te llegará a doler tanto que sentirás lo que es morir por amor.
Porque a pesar de que tú digas que nadie muere por amor, recuerda que Yo lo hice.
Francisco, ama, tan solo ama. -

Al terminar de escuchar aquella voz, me quede en silencio, no pude hablar.
Se me fue el habla por casi cuatro horas y esa paz que sentía permaneció conmigo. 

 


Era la noche del 24 de diciembre y Joaquín vino a visitarme.

-¿Y ahora qué quiere este, si ya terminamos? - Me pregunté.
- Quise venir a saludarte y desearte que pases una buena noche.
- ¡Gracias!
- Te traje un regalo... Espero que te guste.
- Gracias - Le dije de nuevo, pero mi agradecimiento sonó tan frío porque ese momento tan solo quería que él desaparezca.
- ¡Míralo con ojos de amor! - Dijo aquella voz en mi interior.

Traté de verlo con ojos de amor y se me hizo tan difícil. Hice un esfuerzo y le abracé.
- ¡Feliz Navidad!, Joaquín.
- ¡Feliz Navidad! Francisco

Los dos nos abrazamos fuertemente y sentí claramente que aquella voz me habló y  dijo:
- A ese hombre amarás por el resto de tus días.

Ese momento me separé inmediatamente de Joaquín y le quedé viendo. El no se explicaba él porqué de mi actitud.

Veía sus ojos y tan solo notaba tristeza en ellos, pero entre mí le decía a aquella voz.
- No puedes condenarme a amar a un tipo como él.

- Adiós Joaquín...
- Adiós.- respondió él

 


 

EL SUFRIMIENTO TE HARÁ ENTENDER COMO DUELE CUANDO TU TRAICIONAS.

Hice maletas y me fui a la playa tratando de olvidar lo sucedido y de pasar unas buenas vacaciones pero algo extraño me sucedió.

Empecé a sentir que una espina invisible en mi interior atravesaba mi alma.
Tenía un dolor inexplicable, incomparable a cualquier dolor corporal.

Esa espina me obligaba a estar en silencio.  Me hacia que vaya de rodillas y le pida a Jesús que se apiade de mí,
que tan solo sintiendo su presencia, El me aliviaría de aquel dolor.

Fui a la playa para tratar de olvidarme de Joaquín, pero esa espina me hacía que lo recuerde todo el tiempo
y sentía una tristeza profunda por él y por mí.

Al volver a Quito, el 31 de diciembre fui a festejar con mis amigos el cambio de año. 
Tomé  algunos tragos para poder sentirme feliz,  pero todo era un engaño.
La espina cada vez iba atravesando más y más mi alma y su dolor ya me era casi insoportable que fui a casa, 
caí de rodillas en mi cuarto y clamé a gritos:

- ¡Ten compasión de mí!  Déjame sentir aunque sea un toque de tu presencia para que calmes mi dolor.  
Y lloré porque ya no soportaba aquel dolor y parecía que El no escuchaba mis súplicas.

- No me moveré de aquí hasta que sienta  presencia. - Le dije llorando.

Luego de varios minutos sentí que una energía suave entraba en mi cuerpo y  calmaba un poco  mi dolor. 
Sentí que alguien estaba junto a mí, me tranquilicé y deje de llorar.

Volví a escuchar aquella voz que me dijo - El dolor que sientes es para que entiendas como se siente cuando a uno le traicionan. 
Te he dado todas mis bendiciones, incluso amor, pero tú no te dejas amar y te niegas a amar.

Yo he puesto a Joaquín en tu camino para que lo ames.
Tú cambiarás por él y él cambiara por ti.
A través del amor los dos me conocerán.

Sentí un alivio que me quedé dormido, pero al otro día apenas abrí los ojos, la espina estaba conmigo. No se había ido.

Aquella espina se volvió mi compañera.  Iba conmigo a todas partes y por la noche se volvió una aliada que no me dejaba dormir. 
El dolor que me causaba era tan fuerte que me dejaba inmóvil. Trataba de rezar para que se vaya aunque sea por un corto tiempo,
pero no se iba y daba suspiros de dolor tan fuertes porque ya no la soportaba.

Entré en conflicto interior. Había estudiado tanto sobre mensajes que llegué a no creer en aquella voz. 

 


A JESÚS LE ENCANTA SIEMPRE PEDIR COSAS DIFÍCILES


- Benjamín, ¿Crees en los mensajes?
- ¡Depende!... Unos son inventados, otros son elucubraciones de la cabeza de uno y otros son de seres que no son de esta dimensión.
- Recibo mensajes...
- ¿Qué dicen?
- Que ame a Joaquín.
- ¿Joaquiiiin?
- Sí, Joaquín.
- ¡El es de lo peor! - me dijo Benjamín y luego se quedo por un momento pensativo.
- Creo que son de Jesús. - Me dijo.
- ¿Por qué?
- A él siempre le encanta pedir cosas difíciles.

 

 
Después de dos meses recibí una llamada de Joaquín invitándome a que fuera a su hacienda el fin de semana.

Llegué a la hacienda como a las dos de la mañana. Y aunque me imagine que iba a ver tremenda mansión y una hacienda ganadera.
Me tope con todo lo contrario. La casa en que vivía Joaquín era vieja y humilde. No había miles de cabezas de ganado,
tan solo había afuera  habían una vaca y un caballo.

Joaquín salió muy contento a recibirme y quiso abrazarme. Impedí que él me abracé estirándole mi mano para estrecharla con la suya. 

- Hola Francisco. Estaba preocupado por lo que no venías.  Un amigo que cree en extraterrestres me dijo que ellos tenían un mensaje
para mí y que me lo iban a dar a media noche.

- ¿Y por que no fuiste?
- No creo en tonterías y además estaba esperándote.
- ¡Qué coincidencia!
- El que tú y los extraterrestres vengan juntos.
- No, es aquello de la media  noche...
- ¿Qué paso a media noche?
- Algún día te lo contaré.
- Pasa... Entra a mí casa...

Al entrar y observar su casa interiormente noté que tenía una pobre decoración.

- ¡Joaquín realmente es pobre! -  Me dije sorprendido.
- Todo lo que vez lo tenemos gracias a mi padre que con su  trabajo hizo esta fortuna.- Me dijo orgullosamente. 
- Si está casa es una fortuna, las casas en que yo he vivido son del jet set.- Pensé irónicamente.

Joaquín me presentó a su  madre. Una mujer de unos setenta años y al entablar conversación con ella noté  que era sumamente diferente a su hijo.  La madre de Joaquín era una mujer muy amable y sumamente sencilla.

Ella tomó confianza en mí y nos quedamos a solas conversando. Joaquín se fue a cocinar.

- Francisco, estoy enojado con Joaquín. El juega a creerse un niño rico. El se compró ese automóvil de lujo que es muy caro
y nos ha endeudado a toda la familia.  Joaquín vive un mundo de fantasía a pesar de ser adulto.
Gracias a Dios a nosotros no nos hace falta nada  porque tenemos esta hacienda que la dieron a mi padre como parte de pago
por haber construido la vía del ferrocarril.

Esta propiedad no es solo de Joaquín, pertenece a once  personas. Joaquín está viviendo aquí, porqué no tiene más que hacer.

Todos los ecuatorianos que van a trabajar a los Estados Unidos, van con la idea de ahorrar para venir luego al  Ecuador y comprar su casa,  pero él gastó todo su dinero viajando.
 No tiene nada.

 

 

NO CONFUNDAS EL AMARTE A TI MISMO, CON SER EGOÍSTA.

Por la noche,  Joaquín invitó a cenar a un amigo gay a su casa. Su nombre era Eduardo. Mientras Joaquín estaba cocinando, 
Eduardo trataba cautelosamente de averiguar cuales eran mis sentimientos hacia Joaquín.

-  ¿Qué opinas de Joaquín?
-  Que es un pobre que presume mucho.
-  ¿Sientes algo por él?
-  Detesto a los presumidos.
-  Pero Joaquín es feliz así.
-  Mira fijamente hacia sus ojos y  ¿Dime si vez felicidad en ellos?
-  Desde que él te conoció, tan solo he visto tristeza en ellos.
-  El tan solo se engaña a sí mismo.
-

Mientras que Joaquín sirvió la mesa. - Prepare arroz con calamares picantes que traje de mi  último viaje a los Estados Unidos. -  Dijo con un sentimiento de orgullo para que notáramos que era un hombre viajado.

Al probar el arroz, inmediatamente me lleve un vaso de agua a la boca. Eduardo trato de disimular y me preguntó:

- ¿Qué te pasa?
- Este arroz esta demasiado picante.
- Debe ser por lo que los calamares picantes son importados - dijo Eduardo.
- Estos calamares son "made in Ecuador" con salsa Tabasco.
- Si no quieres... ¡No comas!-  Grito Joaquín enfadado.
- Gracias por ser buen anfitrión. - Dije hipócritamente.

Agaché mi cabeza y seguí comiendo. Después de cada bocado de arroz con calamares, bebía un buen sorbo de agua.

Eduardo hacia lo mismo,  Los dos nos veíamos a los ojos y nos reíamos.

Joaquín comía disimuladamente aparentando que no le picaba y se empezó a sentir mal.
De fondo musical para esta cena en la radio se escuchaba a Julio Jaramillo cantando
"Nuestro Juramento".

Al escuchar aquel pasillo Joaquín se puso triste y Eduardo sacó un pañuelo de su bolsillo y trató de burlarse de él, le dijo
- ¡Llora, Joaquín, llora!

Joaquín separó bruscamente el pañuelo con su mano y le dijo enojado - ¡Yo nunca lloraré por nadie! - y me quedo viendo
fijamente a los ojos.

Eduardo tomó el pañuelo y Joaquín le dijo:
- Es por eso que aunque estoy viejo, prefiero estar solo porque en este ambiente no vale la pena sufrir por nadie.

Eduardo se dirigió hacia mí y me preguntó: 
- ¿Qué opinas de lo que acabas de escuchar?
- Todas las locas opinan lo mismo - y los dos lanzamos una carcajada.
- Pero es preferible actuar como Joaquín. Yo amo a un hombre, pero no me involucro sentimentalmente con él.
Prefiero tener un amante. Todos me reclaman y me dicen que ya es hora que tenga pareja, que me estoy quedando solo,
pero yo les respondo que yo me amo a mí mismo y no tengo que sufrir por  nadie. - dijo Eduardo.

- Qué manera más sutil de justificar la putería - le dije.
- Posiblemente estés en lo cierto, pero yo adoro a Iván. Lo amo, pero no lo demuestro.
Cada vez que él me quiere besar,  yo le esquivo.

Inmediatamente me acordé que Joaquín solía hacer lo mismo.
- No confundas el amarte a ti mismo con ser egoísta. - Le dije.

Joaquín y Eduardo se quedaron callados mientras que en la radio se escuchaba al mismo Julio Jaramillo cantando "Azabache".

- ¿De qué me sirvieron tus consejos?  Nadie ha sido tan bueno como yo he sido con Francisco, pero mira cual es su pago.

Dijo Joaquín con gesto de despecho. Tomó los platos y se fue a la cocina.  Eduardo lo siguió.

Alcancé a escuchar que Joaquín le preguntó:
- ¿Qué siente Francisco por mí?
- Nada, absolutamente nada.- respondió Eduardo.

Joaquín hizo lo posible por aguantarse las lágrimas, pero terminó llorando.

- ¡Ojala así se le quite lo presumido! - Pensé.

Eduardo le preguntó:
- ¿Qué sientes por Francisco?
- ¡Nada! ¡Absolutamente nada! - Fue su respuesta.
- ¡Gracias a Dios! - Me dije a mí mismo.

Al volver a Quito, en el bus se escuchaba cantar en la radio. "Aprendí a llorarte en silencio". Y esta vez me toco el turno.

 


 

HOMBRE DE POCA FE, ORA POR TI.

Al siguiente día, en el almuerzo la imagen de Joaquín tomó mi mente.
Veía su rostro de tristeza  y sentí que un dolor que  le carcomía por dentro.
Aquella espina ya no solo clavaba mi alma.  Me estaba desgarrando el pecho y saliendo a través de mi espalda.
El dolor era  inexplicable.  Era un dolor del corazón, un dolor del alma, un dolor que tan solo al ver la imagen de
Joaquín en mi mente me hacia desfallecer por dentro.

Sentí que  a pesar de todo, lo amaba y mientras más lo amaba ese dolor era más intenso por ser un amor sin esperanzas.

- Francisco... ¿Qué te pasa ?... ¡Estas pálido! - me preguntó madre Magdalena preocupada.
- No es nada, tan solo me duele el pecho.
- Seguro que has vuelto a fumar - Me reprochó.
- ¿Amas a Joaquín? - Preguntó aquella voz.
- Esto duele - fue lo único que pude responder mentalmente.
- ¿Amas a Joaquín? - Preguntó de nuevo.
- Esto tan solo duele - Respondí.
- ¿Amas a Joaquín? -  Preguntó sin darse por vencido, y ya no pude más, y empecé  a llorar del dolor y de la impotencia porqué
sentía que estaba muriendo de amor por Joaquín.
- ¿Qué te pasa? - Me preguntó de nuevo madre Magdalena
- ¡Esto duele demasiado! - Le dije con mis ojos llenos de lágrimas.
- Recemos el Padre Nuestro - dijo ella - De esa  manera se calmara un poco tu dolor, hasta que Marcos te traiga un médico.

Empecé a rezar el "Padre nuestro" pidiéndole a Dios que me saque de aquella agonía, pero al momento de llegar a la frase:
"Que se haga tu voluntad", me quede en silencio, porque su voluntad me parecía muy dolorosa y aquella voz habló y  dijo:
- "Hombre de poca fe, ora por ti".

 


 

LA AMISTAD MAS NOBLE


Al siguiente día, Joaquín vino a visitarme en mi oficina. 

- ¡Francisco!  No sé lo que me pasa, pero siento un profundo dolor que me mata.
   Ayer a la hora de almuerzo, tuve un  dolor en el pecho... ¡Algo inexplicable!
   Al tratar de pedir ayuda, me desmaye.  No lo soporte y rodé las gradas.
   ¡Gracias a Dios no me paso nada!

- Ayer sentí el dolor en el pecho y presentía que algo malo pasaba contigo - le respondí.
- ¡Es difícil de comprenderlo! Aunque estamos separados y vivimos lejos. yo siento que a ti te pasa lo mismo que a mí
- Creo que te amo, y eso me esta matando - le dije y agaché mi cabeza.
-  Francisco... ¡yo no soy malo! - me dijo suavemente - Ante ti yo soy bueno.
   Tú sabes que yo interiormente si  quiero tener pareja.
   Quiero alguien con quien compartir y vivir juntos, pero sé que si algún día tu y yo  llegamos a ser pareja y luego nos separamos...
   Yo me muero. Es por eso que prefiero que sigamos así.
   "La amistad es más noble" y  yo no podré serte fiel. Soy débil ante la carne.
    Tengo los pies en el suelo y al darme cuenta como funciona el ambiente gay, prefiero estar solo.

- Yo también pienso lo mismo.

Joaquín se despidió e internamente decidí volver a hacer maletas e irme al extranjero para olvidarlo.


 

En aquel país traté de hacer lo imposible por olvidarlo, pero no pude. Cuando tuve que decidir el quedarme a vivir allá, aquella voz me dijo:

- ¡Toma tus maletas y regresa a Quito!


 

EL AMOR EN EL AMBIENTE GAY NO EXISTE

Al volver a Quito, En el aeropuerto Renato me estaba esperando.
- Francisco, ¿Cómo te fue, cuantos hombres te comiste?

- Varios - le contesté para satisfacer su morbo.
-  Igual le paso a Joaquín. Estuvo muy feliz bailando en la discoteca y destrampándose con un colombiano y también le vi en el sauna.
Ese es como una red, hombre que ve, lo atrapa y no lo suelta.

Ese momento suspire profundo. - Francisco, ¿Qué te pasa? - me preguntó Renato preocupado.
- Nada, es tan solo un dolor en el pecho.
- Francisco, tú sufres por Joaquín, pero él no te conviene.  Es soportable como amigo, pero no para más,
a él lo he visto en malos rollos.
  No creas en el amor, en el ambiente gay no existe. ¿Dime que es el amor? - Me preguntó.
Tan solo respire profundo y le respondí - Es una espina que atraviesa el alma.

 

 

EL HECHO DE QUE ALGUIEN TE DIGA "TE AMO" NO SIGNIFICA QUE QUIERA SER TU PAREJA
 

Al llegar a casa me enteré que Joaquín me había llamado varias veces a la oficina. Llamé por teléfono a Joaquín y lo noté  disgustado. 

- Me dijiste que me amabas y luego desapareces - Reclamó.
- Te dije que creía que te amaba - Aclaré - y el hecho de que alguien te diga “te amo” no significa que quiera ser tu pareja...
- ¿En qué mismo quedamos? -  Preguntó exaltado.
- En nada.
- Sí - Respondió furioso - No quedamos en nada - y colgó  con iras su teléfono y suspire.
- ¿Qué te pasa? - Me preguntó la secretaria.
- Nada... es tan solo un dolor del pecho.
 



MATANDO EN VIDA

Al poco tiempo , Julio vino a visitarme a la oficina y apenas lo vi noté preocupación y tristeza en su rostro.

- ¿Dime si lo sabes o no...?
- Lo sé - le dije con seguridad - Joaquín estuvo destrampándose en la discoteca y también fue a  hacer de las suyas al sauna.

Julio guardó silencio por un momento, puso su mano en su rostro en señal de preocupación y se decidió a hablar.

- Hace quince días hubo un accidente automovilístico en la pista del Valle de los Chillos,
 una Blazer color blanco chocó contra un bus de pasajeros. El que manejaba aquel automóvil murió.
- Sabía exactamente quien era el conductor de aquel automóvil blanco.
- ¡Matías está muerto! - Me dijo Julio.

Julio notó que no puse ninguna expresión de tristeza en mi rostro y demostré que la noticia no me afectó.

- Francisco... ¿Por qué eres tan insensible?
- Yo maté a Matías en mi mente y en  mi corazón. El para mí  murió hace mucho tiempo.
- Ante el resto pareces tan sensible, pero eres el ser más insensible que he conocido en mi vida. - Me dijo admirado.
- ¡Entiende! - le dije casi suplicándole - Soy demasiado sensible y por eso es que tengo que matar en vida a las personas que más
me han hecho daño. He matado en vida a mi madre adoptiva y toda su familia. He matado a Matías y estoy a punto de matar a Joaquín.

 


CUANDO ESTAS RESENTIDO  PECAS CONTRA TI MISMO

Al caer la noche Joaquín vino con Eduardo a la oficina a visitarme. Al verme  dijo admirado:
- ¡Se te ve demasiado bien!... ¡Hasta has engordado! Seguro que en tu viaje has de ver hecho la dieta del lagarto.
(Comer mucho y tirar arto)
- ¡Me hubiera encantado! - Le respondí seriamente.
- ¿Cuántos levantes te hiciste?
- Varios.

Joaquín me quedó observando y  por no quedar mal ante Eduardo me dijo:
- ¡Levantes sin acuestes, es lo mismo que nada! - y alzando sus hombros regresó a ver a Eduardo y le dijo:
- No sé que me pasa últimamente que estos últimos quince días tan solo he tenido dos acuestes.

- Pero esta que te cuides - Le pidió  Eduardo -  Hoy puedes contraer el SIDA y tu realmente si eres promiscuo.

Joaquín pareció no importarle - ¡De algo hay que morir en esta vida! - Dijo alzando sus hombros y despreocupado sobre incluso
si el podía ser portador del VIH  y pasar el virus a otros.

- Pero Joaquín tu no utilizas condón - Le recalco Eduardo.

- Cada vez que tiro sin condón, me inyecto penicilina y asunto resuelto. Eso me recomendó mi mejor amigo que es doctor. -
Al escuchar aquello  Eduardo y yo nos quedamos petrificados ante su frialdad.

- Así soy, no he de cambiar, así me he de morir - Dijo altivamente - Y para la próxima semana ya tengo planes con cuatro jovencitos.

- ¡Gracias por la puñalada! - pensé y mi rostro denotaba  que lo que decía Joaquín  me afectaba y parecía sentir que a él le alegraba.

- Me enteré que te vas a Cuba y quería ver si nos vamos juntos para presentarte algunos amigos y ver si de esa manera te olvidas de mí.
Dijo Joaquín un tono hiriente regresando a ver hacía Eduardo tratando de presumir. 

- ¡No me hace falta! Voy  a Cuba invitado por Carlos Alfredo y voy  a pasar todo el tiempo con él.
 

Al oír aquello a Joaquín se le bajaron las ínfulas y se sintió completamente desarmado. Su rostro cambió  totalmente.

Saqué del cajón de mi escritorio unos recuerdos que le había comprado y se los di. El los tomó y me dijo

- ¡De gana te has molestado!  Sé que tú eres pobre y a veces no tienes dinero para nada. No debías haberme comprado esto a mí.

- Otra vez... ¡Gracias por la puñalada! - Pensé tratando de que él no notara lo que me pasaba por dentro.

- ¡No entiendo como Dios me pide que ame a este imbécil! -  Me pregunté interiormente a mi mismo.
 

Tomé un rosario que le había comprado y se le puse al cuello. - Para que Dios siempre te proteja -
le dije mientras que Joaquín regresó a ver a Eduardo y con sus ojos le seguía presumiendo de como yo lo quería.
Al acabar de ponerle el rosario en el cuello me dijo:

- ¡Francisco!... Yo te he dicho que te quiero, pero actualmente no sé qué es el amor. He llevado una vida muy loca,
hasta he pagado por tener sexo con alguien y sé que no voy a cambiar. ¡Este ambiente no da para amar!

Luego puso una cara de idiota y me hizo otra vez la misma pregunta que me hiciera Renato: - ¿Qué es el amor? 
- Y miró con sus ojos hacía techo y  él mismo trataba de no encontrar la respuesta.

Joaquín bajo su mirada hacía mí y dijo: 
-  No estoy hecho para eso. ¡Es mejor que te olvides de mí!
 ¡No pierdas el tiempo conmigo!
Y regresó a ver otra vez a Eduardo para que él lo siga admirando y le respondí:
- ¡Joaquín!... ¿Cómo quieres que me olvide de ti?, si ya van varias veces que terminamos y otra vez asomas en mi vida.

Joaquín se sintió derrotado e inmediatamente Eduardo le agarró del brazo y le dijo:
- ¡Joaquín!... Es mejor que no te vayas a Cuba. ¡Vamos conmigo a Martinica! 
¡Te juro que allí la pasaremos mejor!.

Joaquín le dijo - Si, me gustaría pasarla bien, tan bien como se le ve a Francisco - y me quedó mirando.

- ¿Si supieras como me siento por dentro? - Le dije suspirando.
- ¡No te notó nada mal! - me dijo:
-  Tú eres fuerte y puedes salir adelante, porque sabes dar buenos consejos.
   Eso me han dicho tus amigos.

- ¡Joaquín! -  Le supliqué - ¡Ya no me mates más! ¡Quiero que desaparezcas de mi vida!
   Ese es el mejor consejo que me puedo dar por este momento.

Joaquín se despidió fríamente de mí. Lo primero que hice cuando cerré la puerta fue suspirar y  preguntarle furioso a aquella voz::
-¿Para qué me pediste que viniera?

Y El respondió suavemente - Para que pidas perdón a Gulnara.

Respiré profundo y le reclamé exaltado:

- ¿Acaso estás loco?... ¿Por qué tengo que pedir perdón a alguien que me ha hecho tanto daño?

- "Cuando estás resentido, pecas contra ti mismo".
 


 

LA MADRE SIEMPRE PERDONA


Me di fuerzas para llamar a Gulnara y pedirle perdón. Ella tan solo me respondió:
- Una madre no tiene nada que perdonar a su hijo.

Con aquella frase me desarmó totalmente.
Todo mi resentimiento se fue, aunque no justifique sus actos, pero sentí que un gran peso se me quitó de encima.

La vida continua...


NO SOY LO QUE TU TE IMAGINAS

A la siguiente tarde vino Susana a visitarme en la oficina.

- ¡Hola Francisco!... ¿Qué tal de amores?
- ¡Como siempre!... Solo.
- ¿Sigues enamorado de Matilde?
- No. Eso se terminó - Por no decirle la verdad... El está muerto.
- ¡Francisco! Tú nunca has tenido una enamorada. ¡Tienes que ser persistente como yo! 
¡Al final conseguí lo que quise!... ¡Te obtuve!.
Aseveró con gesto triunfante.

- Y a ella...¿Quién le engañó que me obtuvo?. - Me pregunté.
- ¡Francisco!... Yo  te quiero y  lo que paso entre los dos fue algo  tan bello. Desde aquel día  me hecho varias ilusiones contigo.
- No te hagas ilusiones conmigo. ¡No soy lo que tú  imaginas!.
- No  me hago ilusiones. ¡Pero cuando quiero algo lo consigo! - Me dijo con una seguridad en sí misma que impresionaba.
- ¡Logré mi propósito! Conseguí  acostarme contigo. ¡Lo logré y te utilicé! - Y me miró a los ojos con gesto triunfante.

- Susana... ¡Yo soy gay!
- ¿Queeé? - Preguntó con cara de espanto.
- Que soy homosexual.
- ¡Pero si no lo pareces! - Me dijo admirada - ¡No lo puedo creer!... Hasta nos acostamos juntos.
   A  mí me habían dicho que los homosexuales detestan a las mujeres.
- ¡Esa es la peor estupidez que he escuchado!
Cualquier homosexual puede tener relaciones con una mujer si lo desearé
y a ningún momento tenemos fobia por las mujeres.-

Susana estaba perpleja y  me veía con cara de espanto.

- ¡Susana!... El que te utilizó fui yo. Me aproveché de ti porque tú  me invitabas a comer, a bailar, me pagabas los tragos.  
Tan solo me acosté una vez contigo y fue por experimentar.  ¡Absolutamente por nada más!
El resto de veces en las que tú  querías llevarme al hotel... Acuérdate que yo me negaba y te pedía dinero para tomar un taxi e irme a mi casa.   Con ese dinero me iba a una discoteca gay y luego a las dos de la mañana salía esperar a Mauricio. El fue mi amante durante todo ese año.

Cuando me conociste Martín  fue mi pareja. Jamás tuve relaciones cuando tú me lo propusiste.- Le enfaticé.
- Yo las tuve cuando Mauricio se fue a Londres y lo hice simplemente porque quise experimentar. Su rostro se puso rojo de las iras.

- Susana, lamento que te hayas hecho otra imagen de mí. Te pido que me perdones por esto. ¡Aunque no lo creas!  
   Me duele mucho el haberte engañado.

Ella respondió airada - ¡Francisco! Doy gracias a Dios  por el hecho de que no haya quedado embarazada
y espero que no me hayas contagiado el SIDA.

- ¡Gracias a Dios soy gay! - Le dije .

Susana se levantó furiosa del asiento  - ¿Por qué das gracias a Dios si eres un enfermo?
- Porque somos el único espécimen a quienes las mujeres no pueden dominar.  

 

 

AMAR A UN HOMBRE NOBLE ES TAN FÁCIL

A la semana siguiente viaje a Cuba. Carlos Alfredo me estaba esperando.
Lo había conocido por cartas desde hace dos años atrás y tenía algunas fotos de él.
Era un hombre muy atractivo tanto exteriormente como interiormente. 
Fue una alegría conocerlo personalmente ya que él se volvió un ser muy especial para mí.

Como fui en un tour, Carlos Alfredo no podía ir conmigo a todas partes.  No lo admitían en el bus en que yo viajaba. 
El trato de los cubanos a los propios cubanos era denigrante. En Cuba el turista es el rey.

Por la noche solíamos ir con Carlos Alfredo a pasear y nos metíamos a los bares donde se escuchaba
a los cubanos cantar con alegría "Guantanamera" pero en sus ojos había resignación.

Carlos Alfredo tenía muy claro el concepto de solidaridad, de lo poco que tenía lo compartía conmigo. 
Era bueno, cariñoso y noble que era fácil enamorarse de él.  

Una noche fuimos juntos a Tropicana y la pasamos muy bien. Al llegar al hotel, evadí a todos los vigilantes y lo llevé a mi cuarto. 
Pasó lo que tenía que pasar  y fue al primer gay que le creí cuando me dijo "te amo".

La última noche que pasamos juntos, Carlos Alfredo me preguntó:

- ¿Qué te pasa? Te siento triste.
- ¡Es una sensación horrible! - le dije.
- ¿Cuál es?
- Siento que estoy en una cárcel.
- ¡Cuba es una cárcel!
- Es la cárcel más organizada del mundo.- Y me quede por un momento en silencio mientras que Carlos Alfredo me abrazó.

- ¡La vida es injusta! - le dije - Yo he estado sufriendo por un hombre que no vale la pena y tú te quedas aquí encerrado en esta prisión.  
- ¿Amas a Joaquín? - me preguntó.
- Quiero que tu vayas a Ecuador y que los dos seamos pareja. ¿Aceptas mi propuesta?
- Sí, pero si te olvidas de ese hombre.
- ¡Lo haré!  No quiero sufrir más y contigo seré feliz.
- Yo también.

 Al despegar el avión sentí salía de aquella cárcel y que tenía que sacar a un preso de allí.  
 


Para traer a Carlos Alfredo, trabajé arduamente, logré obtener buenas comisiones. 
 Después de dos meses de volver de Cuba ya tenía todo preparado y tan solo me faltaba cobrar el dinero de mis comisiones.

El día tenía que recibir el dinero de mi pago,  pasó lo inesperado. Mr. Perfección, Hector Hidalgo López,
por quedarse con todas las comisiones me despidió del trabajo.
De siete millones que me debía, me lanzó un cheque de trescientos mil sucres.
Me era difícil reclamar porque no tenía ningún tipo de contrato con él y si quería reclamar por la vía legal,
de acuerdo al movimiento tan lento de nuestra función judicial era seguro que el juicio demoraría más de un año.

Al llegar a casa recibí una llamada de Cuba.

- ¡Francisco!... No  puedo viajar a tu país porque mi familia no quiere que vaya. ¡Anula todos los trámites!- Dijo Carlos Alfredo.

Al colgar el teléfono, recibí otra llamada, pero esta fue de  aquella voz que hablaba en mi interior. 

- ¿Por qué tratas de contradecir mis designios? - Preguntó.
- ¿Acaso tus designios es que tan solo el hombre sufra y que yo  pueda ser feliz?  

Sentí que se él se río suavemente y con un tono sutil me respondió
- "Es tan fácil amar a un hombre noble".

 

 


 UNA ROSA, ES UNA ROSA.

Tomás había llamado y me  había dejado un recado. Estaba hospitalizado y quería que lo vaya a visitar.

En la sala de espera  me encontré con Renzo.
- Renzo... ¡Soy Francisco!  Te conozco de vista, pero tú no a mí.

Renzo se puso contento al verme y me abrazó.
 
- ¡Qué gusto conocerte!  Tomás me ha hablado mucho de ti.
   El te quiere muchísimo. Estuvimos tratando de localizarte varias veces pero nos fue muy difícil, no pasabas en casa.
   Tomás se va a poner muy feliz al verte.

- Cuéntame ¿Cómo está Tomás ?

Renzo mordió sus labios. No era necesario ser brujo para darse cuenta que Tomás estaba en un estado de salud muy grave.

- Tomás tiene SIDA, está en la fase terminal.
- ¡Dios mío! - Fue lo único que pude exclamar y lo primero que me imagine es que Renzo también lo tenía.

- Y tú Renzo, ¿Cómo estás?
- Yo también soy HIV positivo, pero no se me presentan los síntomas todavía. Soy más fuerte que Tomás.

- ¡Dios mío! - Exclamé de nuevo.

Renzo puso su mano sobre mi hombro y me dijo:
- Francisco, no quiero ser indiscreto... Sé que tuviste algo con Tomás y aunque Tomás me dijo que no me preocupe porque no hubo penetración,
pero a mí sinceramente me preocupa que haya pasado algo contigo.

Le puse mi mano alrededor de su cintura y apretándole fuertemente le dije:
- No te preocupes. Tomás te dijo la verdad. Hace poco tiempo me hice el examen y no soy HIV positivo.  
Ciertos chismosos me dijeron que mi amigo Joaquín tenía SIDA, y resultó que ni él ni yo lo teníamos.

- ¡Qué bien!  No sabes lo tranquilo que me siento. Desde que volvimos a estar juntos, Tomás y yo hemos sido fieles,
pero me preocupo por las otras personas que hayan estado antes con nosotros.

- Admiró el hecho de que sean fieles. En el ambiente gay que conozco, la fidelidad no existe.

- Amar es hacer feliz a quien tu amas. La infidelidad tan solo hace infeliz a quien te ama.
No necesito ser infiel, porque con Tomás lo tengo todo.
La fidelidad no es algo impuesto, es algo que te nace del corazón.- me dijo.

Al entrar a la habitación, tuve que armarme de fuerzas para no tratar de parecer impresionado por la noticia, 
pero no pude dejar de impresionarme al ver el estado de Tomás.

Tomás estaba sumamente delgado, pálido parecía un cadáver viviente  en sus brazos se veían moretones
a causa de los tantos  pinchazos que le habían dado. Aunque Tomás estaba en un estado terminal, tenía paz  y alegría en su rostro.

- ¡No tengas pena! - me dijo cuando le vi - ¡Alégrate como yo! Que me siento feliz de verte de nuevo... Mi estimado Padre Francisco.  

Los dos nos reímos con picardía. - Llamé al teléfono que me diste y pregunté por el Padre Francisco. 
No sé si hice mal, pero me enteré que no eras ningún religioso.
Ahora me explicó el porque no quisiste dar misa y tampoco quisiste confesarme.

- Y así hubiera sido cura... ¡Jamás hubiera dado la misa de matrimonio! - Les dije.
- Gracias a ti y a Dios, pudimos ser felices.- Me dijo Renzo.
- A mí no me deben nada.
- Yo sí te debo el dinero que me prestaste cuando salí de la comunidad -  Dijo Tomás.
- Eso no fue un préstamo. Te lo di de todo corazón.
- Nosotros te lo agradecemos también de todo corazón - Me dijo Renzo.

Tomás interrumpió.
- Francisco... ¡Quita esa cara de tristeza!  Yo me estaré muriendo pero soy feliz.
Sé lo que es el amor. He amado y he sido amado. 
Sé que Dios es el único que conoce el corazón de los hombres y a veces la gente nos juzga como si hubiésemos obrado mal.

Renzo y yo sufrimos mucho en este aspecto, pero nuestro amor nos fortaleció.
Nadie sabe lo que tuvimos que pasar.
Pero a pesar de todo,  nuestro sufrimiento valió  la pena.

¿Qué te pasa Francisco? - insistió Tomás
- Yo estoy moribundo, pero al ver tu rostro, veo que tú estás más muerto que mí.
   ¿Por qué estás así?

- Creo que esta vez me voy a confesar contigo - le dije.

Tomás  sonrió y me dijo:
- Francisco... Es mejor que conversemos como amigos.
De esta manera tú me hablarás con el corazón. La confesión a mí me suena tan solo a pecados.

Los dos nos reímos simultáneamente - Me pagas con la misma moneda -  le dije y le empecé a contar todo lo que me había pasado con Joaquín.
Al finalizar mi desahogo,  Renzo me dijo - Francisco, el amor entre dos hombres es difícil..., muy difícil y a la vez duro,
pero existe.  Solo es de poner de parte de uno para que las cosas funcionen.
Hay que sacrificar el egoísmo y el egocentrismo para poder darse al otro.

Tomás agregó - El problema que tienes es que tú rezas porque Joaquín cambie, pero él que tiene que cambiar eres tú. 
Eso es lo más difícil y eso es lo que Dios te pide. Siempre hay dolor en el cambio y nosotros nos volvemos resistentes ante él.

Tomás tomó una rosa de un ramo que tenía sobre el velador.

- Toma esta rosa, Renzo sembró un rosal en casa y me las trajo. - La tomé y traté de oler su perfume.

- ¿Amas a Joaquín? - Me preguntó Tomás  y me quede callado.
- Francisco... ¿Amas a Joaquín? - Volvió a  preguntar y apreté fuertemente el tallo de la rosa.
- Francisco ¿Amas a Joaquín? - y me salieron lágrimas de los  ojos.

Renzo inmediatamente abrió un cajón del velador y saco una gasa y empezó a limpiar mis dedos.

- ¡Francisco te clavaste las espinas! - Me dijo mientras limpiaba la sangre que salía entre mis dedos.

- Así es el amor - me dijo Renzo - Es tan bello como una rosa y tan doloroso como una espina.
- Quisiera no amarlo - Le dije casi derrotado - Porque este amor duele tanto.

Al escuchar aquello, la actitud de Tomás cambió. Se dio fuerzas  y apoyo  los puños  en el colchón y se sentó.

Renzo se apresuró en acomodarle la cama y colocarle una almohada debajo de su espalda.

Tomás me señaló con el dedo y me advirtió.
- "El momento en que tú dejes de amar, mueres" -  y volvió a señalarme con el dedo y me retó 

- ¡Mírate al espejo!... Estás más muerto que mí.-  Luego  señaló con su dedo hacía la ventana.

- ¡Mira hacia la calle! y date cuenta cuantos muertos están caminando por toda la ciudad.

- Pero amar a Joaquín  me está matando en vida - le dije en voz baja.
- ¿Y qué te imaginabas?  Creías que el amor es algo fácil, algo sublime, algo ensoñador.
   Pues no, mi querido Francisco...
  
El amor es sacrificio, es sufrimiento, es entrega total, es dar sin esperar nada a cambio.
Y aunque parezca contradictorio, es la única manera de ser feliz.

Aquel momento me debilité y esta vez era Tomás quién me abrazaba y yo era el que lloraba en su hombro.

- Francisco, deja que los muertos se lleven con los muertos,  júntate con los vivos. ¡Rompe ese corazón de piedra que  tienes! 
No es el ambiente gay el que te ha hecho duro.  A ti te endureció el corazón la misma Iglesia como  le sucede a muchos homosexuales y
como le sucedió a Joaquín. 

Todas las religiones hablan de amor y nos rechazan. ¡No hagas caso de ellas!
¡Hazle caso a Dios!  Para El no existen barreras.

- Tomás... Yo no quiero amar, ya no quiero sufrir más.

Tomás perdió la paciencia. Me agarró de la camisa con su mano, acercó  su rostro al mío y dijo: 
- "La peor blasfemia que puede tener el hombre en contra de Dios es el negarse  a amar y por ende es  negarse el derecho a ser feliz."

Ese momento lo abracé fuertemente y los dos lloramos juntos.  
 

- Francisco... ¿Te has dado cuenta que un homosexual siente el verdadero amor tan solo por otro homosexual. 
Es raro que un  homosexual llegue a amar a un heterosexual. A veces pasa eso, pero realmente te das cuenta que tan solo son obsesiones 
o amores platónicos.

¿Por qué habiendo tantos miles de hombres, tan solo llegas a amar verdaderamente a uno y justamente aquel que amas  es homosexual?
- me preguntó Tomás intrigado.

- A veces creo que tengo la respuesta, y esa respuesta tan solo está en mi interior, pero me niego aceptarla.

Tomás me quedo viendo dulcemente  a mis ojos que estaban llenos de lágrimas y  dijo:
- La voluntad de Dios es que tan solo ames, y sino cumples su voluntad, él que va a ir a tu velorio seré yo.

Me reí por un instante y Tomás secó con un pañuelo mis lágrimas.

- Cuando me muera... yo estaré viéndote desde arriba y pidiendo al Padre porque seas feliz.


 

ES TAN DIFÍCIL ENGAÑAR A UNA MADRE

Llegué a visitar a mi madre natural y ella estaba con su amiga Cecilia.

- Francisco, mi amiga Cecilia sabe leer muy bien las cartas.  ¡Hazte leerlas!
- ¿Acaso tú ya no eres evangélica? - Le reté.
- ¡Soy cristiana! Pero a quien te van a leer las cartas es a  ti, no a mí.

Mi madre se fue a la cocina y Cecilia se quedo conmigo en el comedor. Cecilia puso las cartas sobre la mesa para leérmelas.

Ella analizaba las cartas detenidamente y luego alzaba su mirada hacia mí.

Algo sospechaba pero tenía miedo en decírmelo. Hasta que me lo dijo de una manera muy sutil.

- Francisco... Hay un hombre en tu vida. Ese hombre ora por ti, llora por ti, y hasta se ha dado a las copas por ti.
- ¡No puede ser!
- Francisco... A mí las cartas no me engañan. Aquí yo veo a un hombre.- y con su dedo me señaló la carta que pertenecía a aquel hombre.
- Sé que es un hombre. Pero no puedo creer que él esté llorando por mí, ni tampoco que esté bebiendo por mi culpa.
- Hay muchas lágrimas por parte tuya también.
- Es cierto.- le dije.

De pronto escuchamos un grito desde la cocina.

- ¿Cómooo?... Mi hijo llorando por un hombre. ¡Quiero que me expliques eso!

Mi madre salió de la cocina. Vio las cartas y le pidió una explicación a Cecilia. Ella había estado oyéndolo todo.

- Inés... ¡Aléjate! - le pidió Cecilia cortésmente - Esto es  algo privado entre Francisco y yo.
- Necesito saberlo todo y tú eres la única que me puede explicar el porqué mi hijo tiene que estar llorando por un  hombre. - Insistió alterada. 
- Inés, tú  hijo no me ha pedido ninguna explicación de lo que te he leído en las cartas. Así es que, por favor...¡Aléjate!

Mi madre se fue a la cocina, pero me daba cuenta que seguía con su oído atento a lo que diga Cecilia, mientras que yo tan solo guardaba silencio.

- Francisco... ¿Tú le hiciste algo malo a él? - Me preguntó.
- Si, le dije que le amaba y a los pocos días me fui del país sin avisarle.
- Pero él también sabe como herirte. El también te ha hecho sufrir mucho.
   Con él tú estas pagando lo que le hiciste sufrir a otro hombre que lloró mucho por ti.
- ¡Eso es totalmente cierto!.
- Hay lazos de amor entre tú y aquel hombre. El te ama y piensa mucho en ti.  Los dos se van a volver a ver.

En ese momento regresé a ver a mi lado. Mi madre estaba parada junto a mí con cara de ogro observando fijamente hacia las cartas.

- Cecilia... ¡Tú a mí no me engañas!  Yo soy tu amiga y sabes muy bien que yo también sé leer las cartas.
   ¿Qué hace Francisco aquí junto a la carta de  un hombre y junto a ellos la carta del amor?

- El es un buen amigo de Francisco y ora mucho por él - Le dijo Cecilia tratando de ayudarme.
- Pero, ¿Por qué Francisco llora por él?...Aquí yo veo que los  dos se aman - Insistió mi madre.
- Tú le conoces, estuvo en mi cumpleaños y te lo presente.- le dije.
- ¿Quién es?
- Joaquín
- ¿Se puede saber que es lo que haces tú con un hombre mayor a ti?.-  Por lo visto mi madre estaba disgustada.
- Nada - Dije a secas.
- ¡No te creo! - Me increpó ella.
- Si quieres saber la verdad... Nos acostamos juntos.
- ¿Comooo? - Dio un grito y se puso sus manos agarrándose la cabeza.
- ¡Mi hijo es homosexual! - Volvió a gritar. - ¡Te dije Cecilia, yo te lo dije!.
Yo sabía que Francisco era homosexual. Ya me lo sospechaba...
- ¡Bruja! Adivinaste...- Le dije mientras que ella me veía sin saber cómo reaccionar.

- ¿Por qué armas tanto escándalo si ya te dije anteriormente que a mí me gustan los hombres y tú no me creíste?, 
¿Por qué te vales de las cartas para enterarte?. ¿Crees que soy tonto?

Gulnara se valió del mismo método para averiguar si soy gay. Pues no  hacen falta las cartas. ¡Soy homosexual!

Ese momento mi madre se puso pálida y se quedo muda.  No captaba bien lo que le estaba diciendo mientras que me dije:
- ¡Venganza cumplida! - y sonreí. Al ver mi cara,  ella fue a su cuarto y trajo una Biblia y comenzó su prédica.

- Francisco, es que la Biblia dice..., la Biblia dice... y la Biblia dice...

Cada vez que me enseñaba un versículo, yo le enseñaba otro,  pero no se daba por vencida.

Ella puso la Biblia frente a mi rostro y  enojada con un fanatismo casi ciego insistió:

- ¡Esta es la palabra de Dios! y su palabra dice que lo tuyo es  pecado.
- Cítame un versículo en que la Biblia diga que el amar a un hombre es un pecado - Le reté.
- Francisco... ¡Tú eres un blasfemo! No crees en la Palabra de Dios - Me gritó mirándome con cara de capataz.
-  La Biblia dice que él que no crea en la palabra de Dios que es este libro que tienes frente a ti  es un blasfemo y esta condenado al infierno.
   Lo único que me queda es orar por tu alma.

Ese momento golpeé mis puños contra la mesa porque esta mujer me estaba logrando sacar de quicio.
- La peor blasfemia que puede haber contra Dios es negarse a  amar.- Y mi tono de voz se alteró recamándole
-  De qué me sirve que estés con la Biblia diciéndome a cada momento: La Biblia dice... y la Biblia dice…
   cuando no veo en ti ninguna muestra de afecto hacia mí.

¿Cuándo nunca has sido cariñosa conmigo?, ¿Cuándo me has demostrado tu amor?
La única vez que te sentí cariñosa fue el día en que nos conocimos.
Nunca he visto una muestra de amor de tu parte, pero eso sí,   eres una experta en citar la Biblia. 
De que me sirve que estés predicando la salvación a los cinco vientos si no veo la salvación en ti mismo. 
No sabes amar.

Tus hermanos de religión cuando hablan de los homosexuales, predican que somos la maldición de Dios,
que somos pervertidos,  que somos igual que los animales y que no entraremos al reino de los cielos.
Esa es la manera que demuestran su amor. Esos son los cristianos...
Hablan de amor, pero no tienen idea de lo que realmente significa amar.

Incluso ni entre cristianos se aman y se critican los unos contra los otros.
Si es así tu Dios, que solo ama a pocos y que les dice que se aprendan la Biblia de memoria, pero que no la practiquen,
prefiero ser homosexual. Siendo homosexual no hago tanto daño como el que todos ustedes nos han hecho en nombre de Dios.

Ella se quedo en silencio, no supo qué responderme y empezó a llorar.

- Francisco... No puedo discutir contigo. Sé que tú sabes mucho de Biblia y de religiones. 
Yo soy una ignorante en ese aspecto, pero lo que sí sé, es que seas lo que seas, yo te amo,
y siempre pediré a Dios por ti y que El te bendiga.

Ella se acercó a mí y me abrazó fuertemente.

- Siempre te he amado hijo mío- Me dijo llorando - Lo que pasa hijo, es que he tenido muchas  situaciones difíciles que me han hecho 
sufrir mucho al igual que a ti y han hecho que no pueda expresar mi amor. Pero yo te amo hijo mío - Me beso en la frente y
nos abrazamos fuertemente.

- " Si una madre que es un ser humano y por lo tanto imperfecto, ama a su hijo sabiendo que este es homosexual,
lo acepta como es y desea  de todo corazón que le vaya  bien".
¿Por qué las religiones nos enfocan la imagen de un Dios que detesta a los homosexuales si los homosexuales creemos en El 
y sabemos que El es nuestro Padre?.

Aunque los protestantes digan que el tarot es demoníaco, para mí fue una bendición en aquel día.
 


 

CAMARÓN QUE SE DUERME, SE LO LLEVA LA CORRIENTE.

Una tarde decidí ir al sauna y en el interior de aquel lugar me encontré con Vicente que apenas me saludo ya me puso la mano sobre mis genitales.

- Hola  Francisco... ¡Que lindo que lo tienes!  Ahora te voy  aprovechar al máximo.
- ¿Otra vez me crees de tu  propiedad?
- No Francisco, pero contigo estoy seguro. ¡Se te ve sano! No quiero estar con algún enfermo.
Le tengo terror al SIDA y yo sé que la mayoría de los que viene a este lugar son bien putos y pueden estar enfermos.

Ese momento la puerta del turco se abrió y vi a entrar a Joaquín. Mi corazón empezó a latir a mil,
sentí  que mi alma se quería salir por mi boca y unas ganas de salir corriendo.  

- Hola Francisco... ¡Te veo muy bien acompañado!
- Hola Joaquín. - Fue lo único que se me ocurrió decirle.

El se sentó junto a mí y noté en sus ojos profunda tristeza.
- Francisco, tengo que ser valiente porque estoy sufriendo mucho.
- A mí también me toca ser valiente.
- ¿Por qué?
- Viaje a Cuba, me enamore de Carlos Alfredo. Estuve con él, decidí traerlo y lamentablemente todos mis planes fracasaron.

Ese momento Joaquín se levantó  enojado - ¡Ya no te  tengo paciencia! - gritó fuertemente y se retiró hacia las duchas.

- Te devuelvo la puñalada - Murmuré.

- ¿Quién es aquel vejestorio que se levantó furioso? - Preguntó Vicente. - Tan solo suspiré y con dolor le dije:
- Es el hombre a quien yo amo. 
- Con alguien así... ¡No me metiera ni loco! - me dijo Vicente y se fue hacia las duchas.

Después de varios minutos noté que ni Joaquín ni Vicente volvieron. Fui a las duchas y no encontré a ninguno de los dos. 
Ellos se habían encerrado en el baño y por el jadeo que pude oír, ya me imagine lo que estaban haciendo.

- ¡Este ambiente es la mejor escuela para aprender a ser cruel! - Me dije a mí mismo y me retire hacia la sala de descanso.

Al poco tiempo Vicente salió del baño y al verme se rió y me dijo:
- Francisco... ¡El tiene una grandota! -  y me puso sus dos dedos índices tratándome de indicar su tamaño mientras lo miraba seriamente.

- Francisco... ¡No me mires así! Sé que  lo amas, pero "camarón que se duerme se lo lleva la corriente". 
Me dijo burlándose con una risa sarcástica.
 


EL QUE RÍE AL ULTIMO RÍE MEJOR

Me dije a mí mismo mordiéndome los labios.

Luego Joaquín salió del baño y paso delante de nosotros. Alzó su cabeza y se golpeo con la mano su pecho festejando su triunfo.

Vicente dio una carcajada al ver el gesto altivo de Joaquín mientras que baje mi cabeza mirando hacia el suelo, fingiendo no haber visto nada.
Tratando de que nadie notara que mil espinas estaban siendo clavadas en mi cuerpo. 
Joaquín se dirigió hacia el sauna mientras que nosotros nos quedamos en la sala de descanso.

Ese momento suspiré y Vicente me preguntó - ¿Qué te pasa?... Te veo pálido.
- ¡No es nada!  Es tan solo un dolor en el pecho. - Y me senté porque no pude mantenerme en pie.                     

- ¿Qué hicieron? - Le pregunté.
- De todo un poco...
- ¿Utilizaste condón?
- No.

Llego el momento de aprovecharme de aquella situación.

- ¡Eres un salvaje, un animal!, ¿Cómo se te ocurre tener  relaciones sexuales sin condón? - Le reclame con gesto de espanto.

- ¡Francisco, a él se lo ve tan sano! - Me dijo ingenuamente.
- Por fuera está sano, pero por dentro tiene SIDA. ¿Por qué crees que me separé de él?

Le toco el turno a Vicente de ponerse pálido y me miraba sin saber qué responderme.

- Joaquín no utiliza condón en ninguna de sus relaciones y  anda repartiendo el SIDA a quien se le ocurra. 
El ya no tiene respeto por si mismo y le importa un comino el resto.  El ya no tiene nada que perder.

Vicente asustado me preguntó - ¿Le has dicho a Joaquín que tienes Sida gracias a el?

- Si, pero él alzando sus hombros me respondió - ¡De algo hay que morir en esta vida!

Vicente respiro profundo y caminó apresuradamente hacia las duchas. Conté mentalmente hasta 60 y fui a espiar lo que estaba haciendo.

Vicente estaba bañándose desesperado y era tanta su desesperación que se había metido jabón hasta en  la boca. 
No había que ser mal pensado para imaginarse lo que había hecho. Fui a mi casillero y tomé un frasco de colonia.

- ¡Préstame tu mano! - El me la extendió.
- ¡Ponte esto adelante y atrás!, esto mata el virus, si es que esta todavía fuera del torrente sanguíneo.

Vicente me quedó viendo y miró hacia la mano.  Era como si le pidiese que él mismo se atormentara.

Me retiré y al momento oí un grito. Vicente parecía como si fuese un lobo que quería aullar pero que no podía. 
Aullaba en voz baja. Escuchaba como saltaba de lo que no aguantaba el ardor. - ¡Sufre desgraciado! - Murmure.

Cuando fui a ver lo que le pasaba, lo encontré soplando su pene para calmar aquel ardor. Su glande estaba más rojo de lo normal.

- ¡Fascinante! - Me dije a mi mismo.
- ¿Te pusiste atrás?
- No - Me contestó asustado.
- ¡Préstame tus dedos!

El me extendió su mano y junté el dedo índice con el medio, le puse mucha colonia sobre todo el largo y ancho de sus dedos.

- ¡Mételos donde tú ya sabes y refriégate bien!  De esa manera matarás al virus que se encuentre dentro.

- ¡Francisco! - Me suplicó - No me pidas eso...
- Es tu decisión... - Le dije - Es preferible que te arda el culo por un momento a que tengas que morir lentamente como yo lo estoy haciendo. - 
 Y agaché mi cabeza en un gesto de resignación.

Me retiré y de pronto escuche otro grito salir de la boca de Vicente. - ¡Aaaay!. 
- ¡Bien merecido te lo tienes! - Murmuré mientras que Vicente se daba retorcijones,
saltaba y seguía pareciendo un lobo que no podía  aullar por no causar escándalo.

- ¡Maldito el día en que te conocí! -  Murmuré de nuevo.

Después, Vicente y yo nos vestimos y salimos del sauna.
Mi seriedad se esfumó cuando lo vi caminar, tuve que morderme los labios para evitar el reírme.

- Parece una loca que esta masticando chicle por el culo.- Pensé al verlo.

Al despedirnos me dijo:
- Adiós Francisco.  Voy a hacerme lo más rápido el examen.
- ¡Anda y háztelo!  Cualquier cosa me la cuentas.
- ¿Necesito ir en ayuno?
- Si, es preferible que no comas 24 horas antes...

 

SUFRES PORQUE NO QUIERES AMAR

Esa misma  noche  cuando estaba caminando a casa,  mi compañera  me empezó a martirizar como nunca antes lo 
había hecho y yo  trataba de darme fuerzas para no sentir aquel dolor, pero aquel dolor superaba mis fuerzas.

Mientras caminaba aquella voz dijo - ¡Arrodíllate!

Esta vez dude de aquella voz y  pensé que era yo mismo él que inconscientemente me hablaba pero aquella voz insistió:

- ¡Arrodíllate!

No le hice caso y dije en voz alta:
- ¡No quiero escuchar voces, no quiero recibir mensajes!...
Cualquiera que sea él que hable... ¡Déjeme en paz!

Aunque había dejado de beber, llegué por un momento a creer que escuchaba aquella voz por causa del alcohol.  Pero aquel ser insistió. 

- Sufres por que no me quieres oír y si te ordenó que te arrodilles es para que dejes a un lado tu falso orgullo y aprendas a ser humilde.

- ¡Mira el sufrimiento que me ha causado amar a un hombre! 
Y ahora me dices que sufro por no hacerte caso.- Le reclamé
- "Sufres porque no quieres amar".

Y aunque escuché aquella voz y traté de bloquearme a aquellos mensajes. Endurecí mi corazón y seguí caminando cuando de pronto
sentí que  alguien me golpeo fuertemente con sus puños detrás de mis rodillas. El golpe hizo que cayera al  suelo quedando arrodillado.
Al regresar a ver,  no había nadie detrás de mí.

- ¡Cabeza al suelo! - Ordenó aquella voz.
- ¡No quiero escucharte!  Tú lo único que has traído a mi vida es sufrimiento y ya no quiero tenerlo más.- Le dije derrotado.
- ¡Cabeza al suelo! - Ordenó de nuevo.

Puse mi cabeza sobre el suelo y empecé a llorar.

- ¿Qué es lo que quieres de mí? - Le pregunté.
- Ama a mi hijo Joaquín y ora por él. 
- ¡No me pidas más eso! - Le supliqué - ¡Pídeme lo que quieras!... Incluso me puedo volver cura por ti, pero no me pidas que ame a Joaquín.
   ¡Ten compasión de mí!

- Mientras que tú no ames a aquel que tiene los defectos que tú detestas, no podrás amar al Padre,
   porque los defectos que tú detestas en los otros, están inmersos en ti mismo.

- ¿Quién eres? - Le pregunté.
-  YO SOY Joaquín.- Respondió suavemente.
 


SANTO ES EL QUE AMA

Al siguiente día fui a visitar Emily. Al verme ella me dijo

- ¿Qué te pasa?
- Recibo mensajes  que me dicen que ame a un hombre.
- Los mensajes te dicen que ames a un hombre y según tú, él no te ama.- Me dijo sin inmutarse.
- ¿Cómo sabes tu eso?

Emily se quedo pensativa y me dijo:
- No entiendo los designios de Dios. Tal vez sea porque tengo una mentalidad limitada y El es infinito,
   pero no puedo creer que El te pida que ames a un hombre. Amar a un hombre es pecado.
- ¿Quién te ha dicho eso? -  Reclamó la voz.   Me quede otra vez helado y trate de llevarle la contraria.
-  ¡Emily! Creo que amar a Joaquín es pecado.
-  Cómo puede ser el amor pecado si Yo SOY el amor.- Dijo él.
-  Estoy hablando con Emily y no contigo - Le reclame mentalmente.
-  En donde están dos... ¡Estoy yo! - Me hablo de nuevo.
-  La Biblia dice que Dios creo el amor entre un hombre y una mujer, no el amor entre un hombre y un hombre. 
Amar a un hombre es pecado - me recalcó Emily. -  Nosotros los cristianos debemos llevar una vida santa y evitar el pecado.
¡El homosexualismo es pecado!.

- ¡Santo es el que ama!  - Dijo El inmediatamente.
- Peca el que no ama.-  Dijo después suavemente.

- ¡Gracias! Eres muy amable de tu parte. - Le dije mentalmente.
- Emily... desde que El me dijo que ame a Joaquín, siento una espina que atraviesa mi alma.
¡Pídele a Dios que me quite esta espina!... Ya no puedo llevarla.
- Esa espina es causada por el demonio. - Dijo Emily asustada.
- ¿Crees en los mensajes?
- Cuando Dios da mensajes... te da paz, alegría y gozo.

Ese momento empecé a angustiarme y le pregunté:
- ¿Crees tú que cuando le dijo a Abraham que tenía que matar a su hijo Isaac, este saltó de alegría y gozo? 
¿Crees tú que cuando Cristo tuvo que ir a la Cruz, él también sintió alegría y gozo?
¡Qué poco conoces de la Biblia!. ¿La has leído completa?

- No, casi no la leo.

- Por eso tan solo repites lo que te dice el resto - Le dije otra vez angustiado.

- ¿Crees tú que acaso yo no he consultado en la Biblia sobre mi problema? 
He revisado varias versiones. La espina que atravesó a Pablo, en una Biblia dice que es Satanás quien causa ese dolor;
en otra es una prueba de Dios, en otra es un aguijón, en otra es para comprobar la perseverancia y paciencia de Pablo
y en otra es el mismo Dios.

¿Acaso crees tú que no me he vuelto loco viendo tantas diferentes versiones del mismo hecho? -
le reclamé casi desesperado mientras que ella no supo qué responderme.

- ¿Cómo puede el demonio a través de una espina hacer que yo cambie tanto y que sienta que cada vez que amo a Joaquín estoy más cerca de Dios,
y cuando niego mi amor hacia él, me sienta vacío?

- Mi capacidad de entendimiento es limitada. - Me dijo Emily suavemente.

- El texto original dice que Pablo llego a saber tanto, que aquel conocimiento le era una espina en su vida. La Iglesia puso luego la palabra demonio...
y ahora  me doy cuenta, siempre al conocimiento le han relacionado con eldemonio. ¡Ayúdame por favor!- Le supliqué
- Tú  tienes el don de intersección y puedes pedir a Dios que me quite esta espina.

Emily me pidió que me sentara y ella se paró frente a mí y puso sus manos sobre mi cabeza y empezó a orar en silencio.
De pronto ella abrió sus ojos y vi que su rostro se puso alegre y  dijo - Tengo un mensaje de la virgen para ti.

Emily escribió el mensaje en un papel y me lo paso: " Francisco, escuché tu oración y yo soy tu madre en el cielo. 
Recuerda hijo que el sufrimiento purifica y no reniegues de él. Cada vez que sufras tan solo recuerda que mi hijo sufrió mucho más que ti".

Al ver aquella nota recordé aquel  pacto que hice con la virgen en secreto y me quede pasmado. 

 

LO QUE DIOS HA UNIDO, EL HOMBRE NO LO SEPARA

Luego Emily se puso otra vez a orar en silencio y al poco tiempo me dijo - La espina que tú llevas es una espina que te purifica
y cada vez que sientas que esta te clava, es porque Joaquín está hiriendo a Dios
y tú tienes que interceder por él. Orar por su cambio y también por el tuyo.

- Emily... Si vine a pedir tu ayuda es para que me quites esa espina - Le dije casi suplicándole
-. Sé que la Biblia dice que todo lo que  desates en la Tierra, quedará desatado en el cielo. ¡Por Dios!, ayúdame. 
Quiero desatarme de Joaquín.

Emily me dijo - Voy a orar por ti para que Dios te desate de Joaquín.

Emily procedió a orar por mí y pidió a Dios me sanase las heridas que tenía desde mi infancia.
Ella prácticamente sabía toda mi vida.

Llegó un momento en que ella pidió - Señor te ruego que Francisco, pueda tener una vida normal, que se case y tenga hijos y que sea feliz.

En aquel momento sentí un dolor interno de frustración al pensar que si me hubiera casado y hubiera formado una familia,
hubiera sido feliz  y no hubiera sufrido tanto. Para mí los heterosexuales no sufren tanto como un homosexual 
y sintiéndome tan frustrado me puse a llorar
y fue tanto el dolor que salía de mí que Emily lo sintió y se puso a llorar conmigo.

- ¡Llora Francisco, llora!. Las lágrimas purifican el alma.

Al tranquilizarme un poco, Emily pidió a Dios
 - Señor... ¡Desata a Francisco de Joaquín! Borra de su mente todos los malos recuerdos  que tenga con él.
Borra de su corazón aquel sentimiento que siente Francisco por Joaquín.  Te lo pido en nombre de tu hijo Jesús.

- "Lo que Dios ha unido, el hombre no lo separa".- respondió aquella voz.

Ese momento me lleve mis manos a la cara y tan solo pude exclamar. -¡No!

Emily se asustó al ver mi reacción y  preguntó -  ¿Qué te pasa?
- El hablo de nuevo.  No me deja en paz - Le dije casi llorando.
- Emily... Creo que estoy loco a causa de haber vivido en el mundo de las religiones.
Estoy escuchando una frase que antes la aceptaba,  pero ahora me niego a creerla.

Emily me miró extrañada - Siento claramente tu energía. ¡Está pesada!  Tienes que quitarte de esa energía negativa que has acumulado. 
Tan solo un sacerdote te puede ayudar.

- ¿Cómo?
- Yéndote a confesar.
- Tú sabes que no me confieso desde esa mala experiencia que tuve en Cuenca.
- Pero hoy tienes que confesarte. Tienes varios espíritus negativos dentro de ti
y yo tan solo puedo sacarlos mediante la oración luego de que tú te hayas confesado, sino captaré todos esos espíritus en mí.
- ¡Emily! - Le reclamé - Los espíritus negativos tan solo entran en uno, si uno lo permite.
   Eso es lo que yo he sabido y nunca he dado permiso para que un espíritu entre dentro de mí.

- Al ser promiscuo estás dando permiso para que el espíritu de la lujuria entre dentro de ti.
   Al no obedecer a Dios estás dando paso a que el espíritu del orgullo entre dentro de ti.
   Al no ser humilde, das paso a que el espíritu de la vanidad entre dentro de ti.
   Al no querer amar estás dando paso a que el espíritu del egoísmo entre dentro de ti.
   Al aparentar lo que no eres estás dando paso a que el espíritu de la mentira entre dentro de ti.
   Al no perdonar a los que te han hecho daño diste paso a que el espíritu del resentimiento entre dentro de ti.

   Todos estos espíritus entran en el hombre  bajo su consentimiento según sus actitudes.

   El espíritu de la lujuria genera soledad en el alma. 
   El orgullo genera el endurecimiento del corazón.
   La vanidad genera un vacío interno.
   El egoísmo genera la impaciencia y  la depresión.
   La mentira genera la falta de aceptación
   y el  resentimiento genera el peor de todos los males.  No hay paz  en tú corazón.
 

 


EL PERDÓN NO ES UN ACTO DE PODER. ES UN ACTO DE AMOR

Siguiendo los consejos de Emily al siguiente día fue a confesarme.

- Padre, soy homosexual y acusé a un hombre de que tenía SIDA sin tenerlo poniendo en jaque  a un amigo que estuvo con él.

El cura me quedo viendo con mala cara.  Su rostro se puso severo y acusador y duramente me retó.

- ¿Acaso no te das cuenta que con Dios no se juega?  He visto que todos los días vienes a la Iglesia, pero mira lo que haces cuando estas fuera. 
Vives en pecado y es mejor que no vengas por aquí a menos que decidas cambiar tu estilo de vida. 

Luego respiró profundo y con su mirada severa me dijo - Por el poder que me ha dado la Iglesia... ¡No te perdonó!

En ese momento él que cambió su rostro con gesto de severidad fui yo y le pregunté - ¿Y quién te engaño que  tienes el poder para perdonar?

Con su prepotencia  respondió - ¡Yo tengo el poder de perdonarte! y ese poder me lo ha dado la Santa Madre Iglesia. 
- Y  reafirmó - No tienes mi perdón y tampoco podrás comulgar por el resto de tus días a menos que dejes ese estilo de vida.

- "El perdón no es un acto de poder, es un acto de amor" - Dijo aquella voz dentro de mí y le repetí aquella frase que había escuchado al sacerdote.
El se quedo estático y tan solo le dije - ¡Gracias! - y me retiré.

Había ido a confesarme para tener un poco de paz y casi salgo más endemoniado que nunca.

Ese momento en acto de rebeldía me quede en la Iglesia. Sabía que dentro de pocos minutos empezaría la misa 
y como era un abusivo con el resucitado, me senté en una banca y le dije
- De aquí no me muevo hasta que Tú me perdones. 

Al poco rato la iglesia se empezó a llenar. Había mucha gente allí y por las conversaciones que escuchaba,
 venían a misa para prepararse para una vigilia. La misa empezó y  tres sacerdotes la dieron, incluido aquel que no me perdonó.

Al momento del sermón, el padre que dirigía la misa, dijo
- Sé que os estáis preparando para una vigilia de oración y que la mayoría de ustedes quieren confesarse,
como hay tanta gente y apenas somos tres sacerdotes, hemos decidido que por el poder que nos da la Santa Iglesia Católica
darles a todos los aquí presentes la absolución general.

Luego el padre oró en voz alta la oración que tiene preparada la iglesia para dar la absolución general  y dijo:

- Quedan perdonados  todos los pecados cometidos hasta el día de hoy por parte de  todos los aquí presentes.
- ¡Guauuu! - Dije felizmente y los que estaban alrededor mío me quedaron viendo como bicho raro.

Al momento de la comunión, los que querían comulgar  formaron tres columnas.
Escogí exactamente la columna que me llevaba hacia el padre que me prohibió comulgar por el resto de mis días. 

Al llegar donde él y vernos cara a cara, su rostro cambió totalmente. No abrí mi boca, sino que extendí mi mano para que me pusiera la hostia.

El me miro severamente y tan solo vi que la hostia y su mano temblaban juntas. Tenía todas las ganas de fastidiarle y le guiñé el ojo. 
No estaba contradiciendo para nada las leyes de la Iglesia y el  no tuvo más que decirme - El cuerpo de Cristo - y entregarme la hostia.
 - ¡Amen!

Nunca había comulgado con tanta alegría y mientras caminaba la gente que me veía me seguía viendo como un bicho raro
que tuve que mirar al suelo y morderme los labios para no reírme. Pero  al llegar al puesto donde anteriormente estuve, mi felicidad cambió. 
Un frío invadió todo mi cuerpo.
 

 

 

LAMENTACIONES ILUSAS

Un hombre estaba arrodillado, cerrado los ojos con sus manos juntas que topaban la frente, aferrándose a Dios,
tal como muchos gays a los cuales había visto orando en la iglesia.

Me senté junto a él y tan solo pedí fuerzas a Dios para  poder soportar su presencia. Comencé a sentir su dolor, empecé a sentir lo que él sentía.
Aquel hombre era mi espina.

El no se movió de esa posición hasta terminar la misa. Una vez concluida, él se sentó, me regresó a ver y me preguntó 
- ¿Crees que es permitido que los dos estemos aquí?
- "Todos somos hijos de Dios" -  respondí.

El me dijo - Cuando estuve en Nueva York, los curas no permitieron que los gays intervengamos en el desfile de San Patricio.

Una risa corta salió de mí - ¡Qué irónica que es la vida!  Curas homosexuales que no permiten que los gays desfilen.
-   ¡Viste! Al fin me diste la razón. ¡Son todos! - Dijo Joaquín en gesto triunfante.- Y sonreí.
-   Justamente con el cura que comulgaste, justo a ese me le comí. ¡Le encanta la verga! - Me dijo seriamente.

Mi cara se transformó totalmente.

- Francisco... Aunque no lo creas, estoy arrepentido de muchas cosas que he hecho en mi vida y he sufrido mucho por eso,
pero cuando veo a otros homosexuales como actúan y como son, creo que no tengo que arrepentirme de nada.

- ¡No te compares con los que son peores que ti! y  no sigas  lamentándote del pasado. Todo tiene su tiempo.

- Francisco... ¡He sido un tonto!... Me enamore de mi mejor amigo y siempre creí que el fue mí único amor de mi vida.
Me prometí que no me enamoraría jamás de nadie más que no sea él.

- A mí me pasó lo mismo.- Le dije con un sentimiento de frustración interior.

- ¡Francisco! -  Dijo y suspiró - ¡Lamento  no haberme casado!
   Si me hubiera casado, te juro que no hubiera sufrido tanto - Y otra vez me miró con sus ojos de tristeza.

- ¡Ilusas lamentaciones!  He escuchado la misma lamentación a varios curas que llegan a tú edad.

Al notar mi actitud tan fría, Joaquín me dijo - Lo que más lamento es no haber hecho caso del consejo que me dio  Eduardo.- 
Y me miró de pies a cabeza con un gesto despectivo - Lamento no haberme involucrado sentimentalmente con alguien de mi misma clase.

La reacción fue inmediata - Yo también lamento no haber hecho caso del consejo de Benjamín.
El me dijo que jamás me fijara en alguien que padece del Síndrome de las Locas - E igualmente lo miré despectivamente.

- ¿Y qué es eso? -  Preguntó exaltado.

- Es aquella enfermedad que sufren los que presumen tener clase y  tienen mierda en su cerebro -
Le dije con tono severo mirándole directamente a  sus ojos.

Joaquín sintió que lo que decía era contra él.
- ¡Pero yo no soy presumido! Mientras que tú si tienes que cambiar porque tienes un carácter demasiado fuerte.

- Joaquín, he pasado seis años con disciplina militar y  ocho años con la Iglesia, ya estoy cansado de que me digan lo que tengo que hacer.

Joaquín se alteró  - ¡Con ese tipo de educación tendrías que ser perfecto!

- ¡Mientras menos perfecto sea, soy más libre!
- Por eso es que siempre haces lo que te da la gana - Me gritó.
- ¡Shhhhh!!! - Se oyó el murmullo de la gente que estaba a nuestro alrededor, y pidió que guardásemos silencio. 
Aunque sus oídos no se apartaban de lo que nosotros estábamos diciendo. 

Joaquín regresó a ver el crucifijo que estaba sobre el altar y exclamó con una angustia profunda:
-¡Jesús, Jesús, Jesús!... ¡Quítame esta espina que  has clavado dentro de mí! - E inmediatamente me regresó a ver y  dijo
- ¡No te entiendo! ¿No sé exactamente quién eres en realidad?... ¡Tú me matas! - Se  levantó de su asiento y se fue.

Entre mí tan solo me pude responder suspirando - "Soy una apariencia" 

Y sentí que el alma se me desgarró al verlo partir y viendo hacia él crucificado, esta vez era yo él que clamaba:  - ¡Jesús, Jesús, Jesús... !!!
¡Ten misericordia de mí! Ni siquiera puedo demostrar amor por el hombre a quien más amo.

Mi cabeza cayó sobre mis rodillas  porque me sentí totalmente derrotado.
Todo había terminado para mí.
Sentí como aquella espina desaparecía lentamente.
Entonces aquella voz  empezó a hablar y dijo:

- Todo lo que ha pasado, es porque tuvo que pasar.
   Para que el hombre experimente lo que es la luz, tiene primero que experimentar lo que es oscuridad.
   La única manera de tener luz en tu vida es amando.

Me quede por un momento en silencio y la voz  dijo:

- La decisión tan solo la tomas tú.  


FIN

 
COPYRIGHT © 1999  Francisco Guayasamin 
La reproducción total o parcial de este libro sin autorización de su autor es prohibida.
Derechos de Autor
:  012902, May 17 , 1999
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Quito - Ecuador